Ellos realmente nunca quisieron ayudarme. Sin embargo,
esperaron a que yo me encontrara en el “efecto resaca” tras de lo del incendio
de mi vivienda [5] para, tras de haber mentido a Derechos Humanos, retirarme el
medicamento vital de la noche a la mañana conociendo la situación de total
indefensión a la que ellos mismos me habían arrojado. Era alrededor del 4 de
noviembre, 2011. Sólo quedaban cuatro pastillas. Para mí no había ninguna
esperanza.
A este hecho debe añadirse que, desde mediados de octubre, se me
hizo llegar una especie de narco-mensaje que en ese momento me negué a creer.
Mirándome fijamente a los ojos, con una expresión mezcla de odio y envidia, el
C. Rafael Gamliel Hernández L., Director del Centro de Estudios de la Kabbalah,
en medio de una lectura, súbitamente me espetó a la cara con odio y reproche,
como si mi manutención amorosa le costara a él:
“¡Y acuérdense esos que
‘comen-de-a-gratis’ que eso no puede ser para siempre”!
Efectivamente, estos presuntos asesinos hicieron coincidir la
homicida inesperada pérdida del patrocinio del medicamento vital de principios
de noviembre, con la inexplicable suspensión del único dinero con el que cuento,
tanto como para haber podido comprar[la], como para comer.
¡Yo no “como-de-a-gratis”, como aseguró el ex-Vice cónsul de
Fresno y Salinas, California, de Ernesto Cedillo Ponce de León [6 y 7], el peor
presidente de la Historia de México.
Yo como “por amor”, que es muy diferente,
pues después de todo ¿qué tiene de extraño que una mujer hermosa sea también una
mujer amada?
Así, tras lo del incendio, Raúl me hizo llegar con mucho
sacrificio, una generosa despensa que me duró meses. Si él me odiara, ¡se
hubiera unido a la embestida homicida desde el principio! pero fue todo lo
contrario, y aún me estuvo enviando dinero con anticipación a la fecha
acostumbrada.
[2] Ver ZETA ediciones 1961, 1962 y 1963. Carta
“El Silbato de Rose”. También en edición 1964:
http://www.zetatijuana.com/2011/11/23/urge-patrocinador-de-medicina-vital
[4] Causándoseme un “profundo sufrimiento”: el ΛΧΩ de la masonería
luciferiana, generado por el descomunal esfuerzo físico de estar acudiendo a lo
que la inmensa mayoría de las veces resultaba ser una falsa llamada para la
entrega del medicamento, además de la pérdida del programa Oportunidades que me
resultaba vital para mi sobrevivencia.
[5] No es en los días posteriores a las grandes tragedias, sino al
paso de los meses, cuando se manifiestan con todo su potencial devastador, las
consecuencias de las irreparables pérdidas. A esto se le llama “efecto
resaca”.
[7] Del maestro Hernández L. del centro judío de Tijuana ubicado
en Calle 5ta # 7979, Zona Centro, Tijuana, sospecho está vinculado
ideológicamente con la judería terrorista que, de acuerdo con reportes del FBI
[6], realizó los trabajos previos de espionaje que condujeron al golpe de estado
militar del 11 de Septiembre del 2001.
Continuará…
Martha Beatriz López
Correo: rauljimenez45@hotmail.com
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