EL PODER SI COMPARTE: BELTRONES

 

 Roberto Dyke Rivera

Hermosillo, Sonora

-En la alternancia, el presidente está sentado en la vieja estructura

-Cuestionó las políticas públicas: La pobreza sigue creciendo

-Político soy y así me moriré… “nomás no empujen”, dijo

-Dictó conferencia ayer en Hermosillo

La manida frase de que el poder no se comparte, fue una realidad en el viejo régimen, cuando el presidente de la República tenía control del Congreso de la Unión y del Poder Judicial. Pero ahora es diferente, con la llegada de la alternancia política, “lo que no se comparten son las facultades, pero el poder, de que se comparte, se comparte”.

Así lo subrayó el senador Manlio Fabio Beltrones Rivera en la conferencia que dictó en el Centro de las Artes de la Universidad de Sonora, dejando en claro que con la alternancia política actual, el presidente manda, pero con la misma estructura del viejo régimen, “necesitamos un nuevo modelo político”, señaló.

Beltrones Rivera habló de la pobreza que persiste y crece en el país, y cuestionó con ironía: Si las políticas públicas “quieren generar más pobreza, entonces vamos por el camino correcto”. Ante un escenario de estudiantes, académicos, políticos y funcionarios, dijo que la pobreza va aparejada de la desigualdad social y la falta de oportunidades en educación, trayendo a colación el dato del 92 por ciento de rechazo de aspirante a alumnos en la UNAM; “sin calidad en la educación, persiste la desigualdad”, expresó.

¿Y cuál es la propuesta del senador Beltrones?: “Crecimiento económico a tasas anuales no menores al seis por ciento”; ¿Y cómo lograrlo?: “Con una reforma hacendaria que baje los impuestos sobre la base de que todos paguemos”.

Pero, además, enfrentar el problema del gasto: Al país le falta fomentar la inversión y el empleo “y resulta que tenemos el Banco de México lleno de dinero”.

Fue la suya, una conferencia que cuestionó la ineficacia gubernamental: “Se ayuda a los pobres, pero no se supera la pobreza”, cuando bien se sabe que la solución está en la inversión, en el crecimiento, en el empleo. Y alertó: “Si no queremos que existan los indignados, cuidado con los excluidos”.

Y así fue avanzando, paso a paso –en treinta minutos–, para dejar en claro su propuesta de establecer en México un Gobierno de coalición, y puso el ejemplo de España, donde la clase política y en el poder (en una mezcla de diversos partidos) se pusieron de acuerdo para evitar el endeudamiento, fijando porcentajes mínimos.

“Porque resulta que se quiere vivir como ricos…pero de prestado”, y eso no ayuda al país. Y fue cuando se refirió a que en México, con el arribo de la alternancia (gobiernos del PRI y del PAN), “el poder, de que se comparte, se comparte”, señalando la independencia del Poder Legislativo y del Poder Judicial.

Se necesita, dijo, establecer políticas públicas de largo plazo mediante el acuerdo emanado de un Gobierno de coalición. Porque en nuestro país no fallan los hombres, sino que falta una nueva estructura en el sistema.

No es posible que cada seis años cambien las reglas del juego y el presidente de la República nombra de secretarios a quien se le pega la gana: Porque es hipocondriaco, define al perfil del secretario de Salud; porque conoció que alguien tenía un negocito, lo nombra secretario de Economía…y así no se puede.

El país requiere certidumbre, dijo quien en los próximos días habrá de definir si se registra como aspirante (en el PRI) para la candidatura a la Presidencia de la República.

“Hay algunos que gustan de las encuestas, otros de las apuestas y otros de las propuestas. Yo soy de estos últimos”, expresó en un auditorio que le reconocía con reiterados aplausos.

México tiene un sistema disfuncional, se requieren cambios, y en el PRI y en los otros partidos políticos hay mucha gente que está de acuerdo con estos cambios, “y yo nací y me habré de morir político (nomás no me empujen)”, señaló, concluyendo que a él le acompañan la educación de calidad que recibió y el recuerdo de los grandes sonorenses que participaron en la construcción de nuestro país.