CIUDAD
DE MÉXICO (apro).- A 27 meses de la desaparición forzada de los 43 normalistas
de Ayotzinapa, Raúl Vera López y Carlos Garfias Merlos, obispo de Saltillo y
arzobispo de Morelia, respectivamente, convocaron a los padres y madres de los
estudiantes a no cejar en sus exigencias de justicia y verdad.
En
el contexto de la Caravana +43 por la Memoria y la Esperanza, los familiares de
los estudiantes encabezaron una marcha hasta la Basílica de Guadalupe para
exigir la presentación con vida de los jóvenes y el castigo a Tomás Zerón de
Lucio, exdirector de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) de la PGR, por
“fabricar” de la “verdad histórica”.
Al
llegar a las puertas del atrio, Vera y Garfias dieron la bienvenida a los
padres de los 43, en tanto que policías federales los escoltaron hacia una
capilla-balcón en la parte superior del templo, hasta donde sólo se permitió el
ingreso a 35 padres y madres, algunos normalistas y representantes de
organizaciones sociales.
Dentro
de la Basílica, los gritos en reclamo por la presentación con vida de los 43
normalistas de Ayotzinapa desaparecidos, fueron acallados por feligreses y
empleados del templo católico.
Al
término de la ceremonia privada, padres de los normalistas denunciaron que los
policías federales permanecieron en la misa, en tanto que no se proporcionó a
los sacerdotes oficiantes micrófonos para que pudieran ser escuchados por los
familiares de los estudiantes.
Don
Mario González dijo que en la ceremonia Vera y Garfías los convocaron a
continuar con sus movilizaciones por la presentación con vida de los jóvenes.
“Nos
pidieron que no claudiquemos, que sigamos luchando por los 43 normalistas, que
seamos el ejemplo de todo el país”, compartió González, quien reprobó que
durante su ingreso, permanencia y salida de la Basílica los padres de las
víctimas estuvieran custodiados por policías federales.
En
entrevista, también explicó que los padres no estaban enterados de que la misa
se desarrollaría, aunque uno de los representantes, Melitón Ortega, fue
responsable de permitir y negar el acceso a la ceremonia.
“Nosotros
creíamos que era una misa con todas las organizaciones, no sólo eso, no hubo
respeto a nuestra misa con los cantos, y de abajo (del templo) no se escuchaba
a los padres, el padre Vera tuvo que ponerse en medio de los padres para que
escucháramos, y luego tuvimos una escolta de policías federales para que nos
guiaran; somos seres humanos igual que los que estaban ahí (en la misa
principal), con la diferencia de que nosotros tenemos un dolor impresionante”,
apuntó.
González,
quien dijo que cuando su hijo desaparecido era pequeño acostumbraba visitar la
Basílica para pedir por la salud de su vástago, anunció que a partir del 2 de
enero los padres de familia se van a reorganizar para exigir que las
indagatorias internas de la PGR, que diera a conocer Proceso, sean integradas
al expediente principal del caso.
“No
son los 43 padres y madres que señalamos las irregularidades y la necesidad de
investigar al Ejército, es la propia PGR la que lo está diciendo, por eso vamos
a insistir en que se terminen esas investigaciones”, puntualizó don Mario.
De
acuerdo con información proporcionada por los padres, durante la homilía Vera
López reconoció que la desaparición de los 43 normalistas “ha dejado una
profunda huella en el estado de Guerrero y en todo el país, aun en el mundo
entero (…) por lo trágico de su desaparición, por el dolor y la angustia que hn
dejado en sus familiares y amigos, pero también porque ha dejado entrever la
fragilidad de nuestras estructuras en el tema de seguridad”.
El
obispo de Saltillo urgió a conocer la verdad de los acontecimientos del 26 y 27
de septiembre de 2014, así como sancionar a los responsables y servidores
públicos que han obstaculizado el derecho a la verdad.
“Todo
proceso de perdón, reconciliación, paz y justicia partirá de la verdad de los
hechos. En cambio no reconocer la verdad, ocultarla o evadirla, hace daño a las
personas y a la sociedad. Está comprobado que el ocultamiento o la evasión de
la verdad genera más violencia”, alertó Vera López en su homilía.
En
un improvisado mitin fuera de la Basílica, el abogado de los padres de los 43,
Vidulfo Rosales Sierra, reprochó a las autoridades eclesiásticas que hayan
solicitado la intervención de la Policía Federal para vigilar la permanencia de
los padres de las víctimas y de integrantes de la sociedad civil.
“Es
vergonzoso que en la misa hayamos tenido policías federales a los lados, ni en
las reuniones en la Secretaría de Gobernación tenemos policías federales, de
ese manera ha sido el trato que nos han brindado autoridades religiosas y de la
Basílica, que nos han tratado con la punta del pie, que nos han cerrado la
puerta”, acusó el abogado del Centro de Derechos Humanos de la Montaña
Tlachinollan.
Rosales
Sierra reconoció, sin embargo, a Vera y a Garfias por “su palabra y su decisión
por caminar y estar comprometidos con nosotros”.
(PROCESO/
GLORIA LETICIA DÍAZ / 26 DICIEMBRE, 2016)
No hay comentarios:
Publicar un comentario