Nueva Italia de Ruiz.- En las
carreteras de la región de Tierra Caliente, en el oeste de México, abundan
retenes militares y por los caminos circulan convoys de hasta 25 camionetas
cargadas con policías vestidos de civil, chalecos antibalas y fusiles AR-15.
Otros agentes van en pick-ups artilladas, con el rostro cubierto.
El gobierno muestra sus
músculos de defensa en Michoacán (oeste), históricamente azotado por los
problemas derivados del narcotráfico, después de que criminales lo retaron el
martes, cuando se desplomó un helicóptero oficial causando la muerte del piloto
y los cuatro policías que viajaban en la nave.
Aún no está claro qué causó
la caída de la nave, pero las autoridades siguen investigando.
El comisionado nacional de
Seguridad había dicho que el helicóptero fue “derribado” por los criminales,
“aparentemente” con un fusil de alta potencia Barrett calibre 50.
Pero este sábado, la fiscalía
de Michoacán recibió un peritaje de la fiscalía general que estipula que la
nave se habría estrellado al tratar de esquivar balas enemigas.
Durante años el gobierno ha
intentado hacer de Michoacán, un estado con 4,2 millones de habitantes, una
demarcación pacífica, pero este año los asesinatos han comenzado a repuntar.
Los habitantes de esta región
montañosa tienen tanto miedo que son muy reticentes a hablar sobre los grupos
criminales que actúan aquí, y los pocos que se atrevieron a decir algo a la AFP
lo hicieron bajo la promesa del anonimato.
Esos contados habitantes
dicen que en estos días hay vigilancia porque el gobernador, Silvano Aureoles,
visitó la zona, pero hay días malos en los que los “maleantes” toman el
control.
Durante un discurso a un
costado de la aeronave incinerada casi en su totalidad, Aureoles invitó a la
población a aportar información sobre el atentado: “Estoy seguro de que la
gente sabe quiénes son estos malhechores que asolan las poblaciones de la
región, pero no quieren decir. Y lo entiendo, porque hay temor”.
UNA HISTORIA VIOLENTA
La caída del helicóptero que
participaba en un operativo mostró que, a pesar del debilitamiento del otrora
cártel dominante en la región, Los Caballeros Templarios, Michoacán sigue
siendo un foco de alta volatilidad en la guerra contra las drogas del gobierno
mexicano.
El expresidente Felipe
Calderón lanzó una estrategia militar contra los narcos precisamente en
Michoacán en diciembre de 2006, el mismo mes que asumió funciones.
Pero la población siguió bajo
el yugo de los Templarios que extorsionaban, secuestraban y asesinaban a
diestra y siniestra.
Hartos de su rampante
poderío, agricultores de la región crearon en 2013 grupos armados de
autodefensas, obligando al presidente Enrique Peña Nieto a desplegar más
fuerzas de seguridad, lo que a la postre logró el debilitamiento de ese cártel,
y después pactó el desmantelamiento de los civiles armados.
Las autodefensas fueron
reconocidas como héroes por algunos, pero otros advierten que podrían haber
sido infiltrados por los criminales.
Tras el abatimiento o
encarcelamiento de los principales líderes del cártel -como Nazario Moreno “El
Chayo” y Servando Gómez “La Tuta” – “todos quieren ocupar el lugar”, estimó
para la AFP Hipólito Mora, uno de los fundadores de las autodefensas.
Este productor de limones
asegura que hoy día la gente tiene más miedo que cuando reinaba la impunidad de
los Templarios, y que los perpetradores del ataque al helicóptero “son personas
que pertenecieron siempre” a ese cártel y que se hicieron pasar por autodefensas.
Un miembro de la policía
estatal que pidió no ser identificado y quien también formó parte de las
autodefensas aseguró a la AFP que hoy hay restos de diversos grupos
delincuenciales que en algún momento reinaron en el estado: “Ahora hay
Templarios, Viagras, Troyanos” y recita una media docena de nombres que asegura
ya no tienen el respaldo de un gran cártel.
“Antes la gente sabía dónde
estaba el enemigo. Cuáles eran sus estrategias, ahora no se sabe dónde están”,
dice Patricio Madrigal, sacerdote de Nueva Italia, localidad que forma parte de
Tierra Caliente.
“Quizá no debería decirlo
pero el gobernador si debería conocerlos”, remata el sacerdote quien ha
iniciado junto con una psicóloga un grupo de atención a víctimas y construcción
de paz.
FLUCTUANTE INSEGURIDAD
De acuerdo con las
autoridades de Michoacán, en la semana previa al derribo se incautaron 28
vehículos, 12 armas largas, un arma calibre .50, dos lanzacohetes, dos misiles
RPG y cerca de 4mil cartuchos útiles entre otras armas.
Para el alcalde de Nueva
Italia, Patricio Madrigal, la influencia del crimen organizado ha descendido,
pues durante 2011 y 2012 “prácticamente ellos pusieron a los presidentes
municipales”, pero en 2015, asegura el funcionario, las elecciones fueron
libres.
Aunque para muchos esa paz
fue gracias al trabajo de las autodefensas, Patricio Madrigal dice no tener la
certeza de que así haya sido “pero por lo pronto ya no estaban cobrando cuotas
(extorsiones), estábamos un poco en paz”.
Sin embargo, los homicidios
están al alza en Michoacán, con 678 asesinatos en los siete primeros meses del
año, contra los 777 en todo 2015. Sólo en julio al menos 150 personas fueron
asesinadas, el doble de la cifra registrada en el mismo mes del año anterior,
según cifras oficiales.
(ZOCALO/ AFP/ 10/09/2016 - 03:18 PM)
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