Pesquisa del deceso de
Sigifredo Nájera “El Canicón” en el penal del Altiplano está abierta
A un año
de la muerte del ex jefe de una célula de Los Zetas, Sigifredo Nájera
Talamantes “El Canicón”, en el penal de máxima seguridad de Almoloya de Juárez,
las investigaciones se mantienen abiertas, ante la sospecha de omisiones en el
cuidado de su salud y alimentación por parte de las autoridades carcelarias.
El hombre que falleció la
madrugada del 8 de septiembre de 2015 presuntamente por un paro cardiorrespiratorio
era uno de los principales promotores de protestas y amparos en la prisión
federal, desde su ingreso en marzo de 2009.
El día que el sicario
tamaulipeco murió se hallaba internado en el área de Tratamientos Especiales,
donde fue vecino del narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán, quien se fugó
poco menos de dos meses antes del presidio, y con el que tenía manifiesta
enemistad. Ver: http://zetatijuana.com/2015/09/08/el-canicon-muere-de-infarto-en-prision/
Nájera Talamantes era un
interno contestatario que en diversas ocasiones tuvo incidentes con el personal
de seguridad penitenciaria y con otros reclusos, lo que le llevó a ser
sancionado por el Consejo Técnico Interdisciplinario y segregado en el área de
Tratamientos Especiales.
Después de la fuga del
“Chapo” Guzmán, Sigifredo y capos como Omar y Miguel Ángel Treviño Morales; los
hermanos Teodoro “El Teo” y Marco Antonio García Simental “El Cris”; y Héctor
Manuel Beltrán Leyva “El H”, se quejaron de la falta de higiene en la
elaboración y entrega de sus alimentos, por lo que realizaron una protesta que
denominaron “Charolas sucias” y que incluso motivó la presentación de juicios
de amparo.
Tras la muerte del “Canicón”
se corrieron múltiples rumores, entre ellos que se trató de un envenenamiento,
pues al parecer tenía información sobre la fuga de Guzmán Loera que comprometía
a funcionarios que aún no eran investigados.
El abogado de Nájera, Carlos
Enrique García Limón, tampoco cree en la “muerte natural”, sino más bien en un
crimen por negligencia y falta de cuidados de las autoridades del penal. Ver: http://zetatijuana.com/2015/09/21/cefereso-responsable-por-muerte-de-reo/
En su momento, cuando el reo
aún vivía, el litigante promovió un juicio de amparo a favor de su cliente,
reclamando la calidad y cantidad de la dieta suministrada a Nájera Talamantes,
así como el manejo antihigiénico de los alimentos con las charolas sucias.
El juez de garantías le concedió
la suspensión de plano del acto reclamado para que las autoridades cesaran en
dicha práctica.
Tras la muerte de “El
Canicón”, García Limón no ha dejado la batalla jurídica para probar las pifias
de funcionarios penitenciarios.
Se sabe que la carpeta de
investigación iniciada por la Procuraduría General de Justicia del Estado de
México fue atraída por la Subprocuraduría Especializada de Investigación en
Delincuencia Organizada (SEIDO), de la Procuraduría General de la República.
El abogado ha ofrecido como
pruebas el expediente clínico médico de Sigifredo y que el Cefereso 1 Altiplano
facilite las videograbaciones tomadas dentro de la estancia del hoy fallecido y
del recorrido desde su celda hasta el área de hospitalización del penal.
También pidió los audios recabados el día de los hechos y los previos.
A un año de distancia, el
expediente médico ya obra en poder del juez de amparo que analiza el “incidente
de violación de suspensión de plano” promovido por el licenciado García; en
tanto, la Coordinación General de Centros Federales ya autorizó la entrega de
los materiales audiovisuales requeridos. Sólo falta que se materialice su
entrega física.
(SEMANARIO ZETA/ LUIS CARLOS SAINZ
/SÁBADO, 10 SEPTIEMBRE, 2016 12:29 PM)
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