El presidente de la Confederación
Nacional Campesina (CNC) en el municipio de Huépac, afirmó que la contaminación
del Río Sonora los afectó de pies a cabeza
SONORA (La Silla Rota).-
Habitantes del Río Sonora, afirman que el daño ecológico, económico y social,
que ocasionó el derrame de metales pesados al afluente, no tiene precio, ya que
sus vidas cambiaron para siempre.
En esta segunda parte, La
Silla Rota/Proyecto Puente visitó los pueblos de Banámichi y Huépac, donde
productores y ciudadanos manifestaron su molestia ante la falta de acciones de
las autoridades y la empresa minera Grupo México, para reactivar la economía de
la zona y pagar lo que aún se les adeuda por las pérdidas de cultivos.
De igual manera, resaltaron
que hasta la fecha no han reubicado los pozos cercanos al río, tampoco han
instalado la planta potabilizadora de agua, de ósmosis inversa para eliminar
los metales.
Antes, tomaban agua limpia,
que salía de la llave; hoy, gastan más dinero en comprar más de cinco
garrafones de agua por semana.
HUÉPAC: CAMBIO DE VIDA
Rafael Ibarra Arvizu,
productor agropecuario y presidente de la Confederación Nacional Campesina
(CNC) en el municipio de Huépac, afirmó que la contaminación del Río Sonora los
afectó ‘de pies a cabeza’.
Explicó que su manera de
vivir cambió después del derrame, por lo que no hay una cifra que pueda
regresar la tranquilidad a los habitantes de la zona.
“Todo nos afectaron, de los
pies a la cabeza, a como vivíamos no hay un precio estimado. Nos afectaron la
manera de vivir. No tiene precio el daño
que nos hicieron, y ese daño nunca lo van a pagar, el ecológico y de vida”,
lamentó.
Ibarra Arvizu mencionó que
con los apoyos del fideicomiso se benefició a quienes no vivían en el pueblo y
nunca trabajaron el campo; en cambio, a quienes siempre han cultivado y criado
animales, los hicieron a un lado.
“Lo que nos tenían que haber
pagado, no lo hicieron. Y desgraciadamente los alcaldes se enfocaron en ayudar
a la gente que nunca trabajó aquí, gente que nunca batalló ni para agarrar un
balde de agua, que no tienen ni ganado, ni tierras, fueron los más
beneficiados, y a los de aquí, que estamos desde que nacimos, no hicieron a un
lado”, reclamó.
Por otra parte, Ibarra Arvizu
mencionó que es propietario de nueve hectáreas, donde cultivaba pastura, frijol
y maíz, por lo que perdió todo por la contaminación. Los apoyos nunca llegaron
completos y sólo hasta este año, ya pudo cultivar forraje.
“Ya no nos compran del Río
Sonora, y son puras mentiras, hasta ahorita no hemos recibido el apoyo, como
presidente de la CNC luche mucho, hasta ahorita no nos han resuelto nada. No
contamos con autoridades nosotros, nomas dicen pero no hemos tenido soluciones.
Ya no confiamos en el PRI, en el PAN, ni en nada”, expresó.
En el mismo sentido opinó
Jaime López López, productor y bombero de la región, quien observa cómo la
economía del pueblo decayó un 60% y el
turismo hasta el 90%, derivado de la contaminación de mina Buena Vista del
Cobre.
“La economía en la región ha
caído muchísimo, yo creo que un 60%, nosotros que vivimos aquí, nos damos
cuenta, ya no se venden los productos de la misma manera, los gobiernos
descuidaron todo. El turismo bajó también hasta un 90%, también por la
situación de la carretera, que las dejaron deplorables, con las pipas que
traían agua”, expresó.
Además, dijo que quienes
organizaron el pago del recurso, lo hicieron detrás de un mostrador, sin
conocer realmente la situación de la ganadería y la agricultura, ya que
únicamente resarcieron 10 mil pesos por hectárea afectada.
Jaime López es propietario de
23 hectáreas de cultivo, por lo que aquel 6 de agosto del 2014 perdió toda su
cosecha de forraje (alimento para ganado), que le daría sustento hasta por
cuatro años.
Sin embargo, los
administradores del fideicomiso, dieron pagos sólo hasta 10 hectáreas por
productor y 10 mil pesos por cada una, por lo que lo le fue suficiente.
Hoy en día, tuvo que
reestructurar y aumentar sus deudas en los bancos, para poder invertir en más
semillas y sembrar para la temporada de este año, en la cual espera recuperar
algo de lo perdido por el derrame en el Río Sonora.
“Todas las falacias del
famoso fideicomiso, donde tomaron las decisiones del sector agrícola y
ganadero, atrás de un escritorio. El tope fueron 10 hectáreas, no nos sirvió ni
para lo más esencial. Lleve documentación para comprobar mis perdidas, pero
nada. Ahora, tuve que reestructurar mis deudas, aumentarlas el doble para poder
sembrar”, manifestó.
BANÁMICHI: PÉRDIDAS MILLONARIAS
Martín Peña Molina, uno de
los productores de nogal en Banámichi, denunció que a dos años del derrame de
tóxicos en el Río Sonora, no han recibido ni un solo peso del millón y medio
que perdieron de su cosecha en 2014.
Detalló que se trata de una
asociación de 56 productores, quienes perdieron toda la cosecha ese año, a
causa de la contaminación; sin embargo, no obtuvieron apoyos por parte del
fideicomiso de Grupo México, a pesar de certificar los daños.
“Tuvimos una muy fuerte
afectación, de la expectativa de producción que teníamos, se nos bajó hasta un
tercio. Nos pidieron hasta las perlas de la virgen para certificar el daño de
un millón y medio de pesos, se corroboró el daño, pero no nos dieron ni un
peso”, lamentó.
Peña Molina mencionó estuvo
tratando con el entonces delegado de la Secretaría de Gobernación, Adolfo
García Morales (ahora secretario de Seguridad), pero llegó un momento en que le
cerró las puertas y no lo atendió más.
“García Morales es el que
hizo los compromisos más fuertes aquí, fue el que dio la cara. El nos pidió
certificaciones de las pérdidas y se las dimos, la ultima vez me dijo que el ya
no sabía nada, cada vez que íbamos ya no nos quería ni ver, ya no nos atendía”,
expuso.
Por esta razón, la economía
de las familias de los productores de
nogal se vio afectada, no recibieron utilidades ese año y tuvieron que
solicitar créditos para invertir en una nueva cosecha para este año.
De igual manera, Martín Peña,
quien también es presidente de la Asociación de Usuarios de la Unidad de Riego,
resaltó que la Comisión Nacional del Agua (Conagua), aún tiene pendientes por
cumplir con los productores de Banámichi.
Señaló que cuando se presentó
la contingencia en el Río Sonora, los productores cedieron uno de sus pozos que
estaba alejado del afluente, para que el pueblo se abasteciera de agua, ya que
el otro se había clausurado.
Ante esto, la Conagua se
comprometió a apoyar a los productores que conforman esta asociación, a la
reconstrucción del canal de riego, el desazolve de un tajo y el encauzamiento
del río, en una parte de los plantíos.
“Nosotros les cedimos un pozo
de la unidad de riego, en un intercambio del pozo. Hubo una serie de
compromisos por parte de Conagua, como el desazolve del tajo, una
reconstrucción del canal y el encauzamiento del río”, manifestó.
Por otra parte, Raymundo
Salazar, productor de leche y queso, expuso que a dos años de la contaminación,
aún no tienen la certeza de que el agua y sus productos estén libres de metales
pesados, por lo que pide a las autoridades que muestren los resultados de los
análisis que realizan.
Mencionó que derivado del
derrame, la gente ya no compra de igual manera los productos de la región, como
queso, leche, carne, lo que ha ocasionado pérdidas en sus ingresos.
“Sigue todavía la interrogante
si el agua que consume la población y el ganado, está en los estándares
adecuados, que si habrán variado o no. Y al tener la gente todavía la duda del
producto, obviamente el consumo disminuye”, expuso.
Además, lamentó que aún no
instalen las plantas potabilizadoras de agua, para eliminar los metales
pesados, por lo que llamó a las autoridades y Grupo México a no abandonar a los habitantes de Banámichi.
“Yo siento que sí nos
abandonaron, hasta que no pongan las plantas, no vamos a ver que sí le están
dando segumiento, ahorita seguimos comprando agua de garrafón, pero hay quienes
consumen de la llave porque no pueden comprar”, finalizó.
(DOSSIER
POLITICO/ Tomado de: La Silla Rota/ 2016-08-02)
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