Miguel Ángel Mancera Espinosa, Jefe de
Gobierno del Distrito Federal, ha negado, desde que era Procurador capitalino,
que haya presencia de narcotraficantes en la Ciudad de México. Pero una serie
de acontecimientos registrados en tan sólo una semana revelan que los hechos
distan de sus palabras.
Foto:
Cuartoscuro
Miguel
Ángel Mancera Espinosa, Jefe de Gobierno del Distrito Federal. Foto:
Cuartoscuro
Ciudad
de México, 25 de octubre (SinEmbargo).– Extorsiones, robos, secuestros,
amenazas a delegados, el hallazgo de un hombre colgado en un puente vehicular,
otro calcinado dentro de un tambo, y la ejecución de un hombre con un mensaje
dirigido al Jefe de Gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera Espinosa,
reflejan lo que a decir de los especialistas el Gobierno del Distrito Federal
siempre ha querido ocultar: la presencia del narcotráfico en la que es
considerada una de las entidades más seguras de México.
Una
serie de sucesos violentos han ocurrido desde hace varios meses en la capital
del país. Primero fue el asesinato de un empresario en la colonia Condesa en
julio pasado. Luego, la información de que las primeras indagatorias apuntaban
a un posible cobro de extorsión como causa del homicidio. Más tarde, esa
posibilidad tomó forma en el eco de varias voces que les dijeron a dos diarios
de circulación nacional que aquello de la extorsión era real.
En
esa ocasión el Procurador capitalino, Rodolfo Ríos Garza declaró que no existía
ninguna denuncia al respecto. El problema es que las personas no denuncian
por temor y desconfianza no sólo a los
grupos delictivos, también a las autoridades.
En
una entrevista publicada por SinEmbargo, Alejandro Espriú Guerra, coordinador
de la Dirección de Investigación Aplicada en Policía, Seguridad y Justicia
Penal del Instituto para la Seguridad y la Democracia (Insyde), subrayó que lo
más relevante no era que salieran a la luz las denuncias por extorsión, sino
que persista la reticencia de las autoridades a reconocerlo.
“El
no reconocer la situación [extorsiones] lo que hace es evitar que haya una
posibilidad de acción frontal frente a estas situaciones. Si ya se han dado de
manera recurrente es porque algo hay ahí […]. No es algo aislado, es algo
recurrente”, dijo el investigador en julio pasado.
Los
meses pasaron y los delitos crecieron y continuaron como una bola de nieve. El
Reporte Mensual del Número de Víctimas de Homicidio Doloso del Secretariado
Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) indica que los
casos de homicidio intencional en la capital del país han tenido un incremento
del 17.52 por ciento en el último año, ya que del 1 de enero al 30 de
septiembre de este año el número de víctimas de este delito ascendió a 679; es
decir, 119 más que en el mismo periodo del año 2014.
De
acuerdo con las cifras de la dependencia federal, la Ciudad de México apunta a
que va a tener su peor año desde 1999 cuando se llegó a las 421 averiguaciones
por homicidio. El número más bajo de homicidios se presentó en 2006 con 300
casos.
Sin
duda, este mes de octubre los hechos rebasaron los rumores del incremento de
violencia en el Distrito Federal. El día 9, aparecieron en las oficinas de la
delegación Cuauhtémoc mensajes con amenazas de muerte en contra del titular de
la demarcación, Ricardo Monreal Ávila.
El
contenido de los mensajes era el siguiente:
“Que
alguien le explique al Sr. Monrreal cuales son las funciones de delegado, ya
que esta de checador” (sic).
“Solicitamos
la baja del Sr. Monrreal por no estar en su oficina, esta de controlador de
asistencia” (sic).
“Sr.
Delegado Monrreal no se meta en vía publica quedese en su oficina. ¡Cuide mejor
al chamaco!” (sic).
“Sr.
Monreal: no le haga vivo en los mercados Se cuidan solos Mejor cuide al niño”.
“Delegado
Monrreal ya no le escarve no le haga al valiente. Tambien se mueren delegados.
El niño le hará mucha falta” (sic).
Días
después, en la misma delegación, un hombre le entregó a la secretaria
particular de Monreal un paquete con un monto de un millón 579 mil pesos,
efectivo que presentó ante los medios de comunicación.
“Si
se trata de derechos de la vía pública, establecimientos mercantiles, que se
ingrese a la Tesorería, y si se trata de extorsiones a establecimientos, a
ambulantes u otros negocios, que vengan y lo reclamen, lo vamos a devolver”,
dijo Monreal Ávila.
EN UNA SEMANA
¿No
hay cárteles en el Distrito Federal? Esta semana tres hechos hicieron evidente
lo que Miguel Ángel Mancera ha negado por años desde que era Procurador
capitalino.
El
19 de octubre, el cuerpo de un hombre fue hallado colgado en el puente
vehicular de La Concordia perteneciente a la Delegación Iztapalapa. La víctima
estaba sostenido con una soga al nivel del tórax y presentaba dos disparos de
arma de fuego en la cabeza.
Los
cadáveres colgados en puentes son una práctica común en estados como
Tamaulipas, Sinaloa o Chihuahua, donde el crimen organizado sostiene una guerra
de cárteles y con el Estado mexicano. Pero no hay reportes, hasta ahora, de que
estas prácticas se cometieran en la capital.
Al
día siguiente, la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal
encontró otro cuerpo sin vida dentro de un tambo y con signos de tortura en las
calles de la misma demarcación.
A
unas horas de estos hechos, un hombre fue ejecutado en la Unidad Habitacional
Ignacio Zaragoza en Iztapalapa. El grupo criminal “Gente Nueva del Avispa” dejó
un mensaje dirigido al Jefe de Gobierno capitalino.
“¡JEFE MANSERA!
“Aquí le vamos a poner a quienes son los
que nos an estado amenasando y an matado gente, estan protegidos por el cano e
Israel, comandantes del reclusorio oriente, entre ellos protegen a los internos
El Pulca, coyotes, esteban.
“Internos del oriente traen el control
de la droga del penal con apoyo del Eusevio Dulce reyes, recluido en el penal
de Chihuahua y suele tener celular en la cárcel estatal de Chihuahua.
“El ordena las ejecuciones con los
cabecillas del reclu oriente y otros como el diamante, el Alex y el nieves.
“No
me meto con nadie por eso me apoyan, nada mas muévanlos de los centros y esto
se acabara…
“ATT.
GENTE NUEVA DEL AVISPA VAMOS POR TI DULCE REYES”
Un
informe de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos, (DEA por sus siglas en
inglés), dado a conocer en julio pasado identificó la presencia de ocho
cárteles en la capital del país.
“Los
Zetas, Sinaloa, Jalisco Nueva Generación, Beltrán Leyva, Golfo, Juárez, La
Familia y Los Caballeros Templarios”, son los grupos que, de acuerdo con el
Gobierno estadounidense, tienen presencia en el Distrito Federal.
En
respuesta a este informe, el Jefe de Gobierno Miguel Mancera reiteró su rechazo
de que en la Ciudad de México opere el crimen organizado. En conferencia de
prensa de septiembre pasado, Mancera dijo:
“Aquí
nosotros podemos estar seguros de cómo se está trabajando, es decir, de todo el
esfuerzo que se está haciendo. Y yo te diría que aquí se han dado capturas de
no de cuatro carteles, yo creo que de más. Es decir, las capturas, los
seguimientos, que no quiere decir que estén establecidos, eso es siempre lo que
discutimos, porque lo que ustedes me preguntan es: ¿Están establecidos?, yo
siempre les voy a decir lo mismo, no
dicho por mí, pues ustedes revisen las declaraciones que han hecho los capos
cuando los capturan, y una de las preguntas recurrentes que les hacen es:
¿Estaban establecidos en la Ciudad de México?, y ellos mismos dicen que
operativamente no les resulta compatible”.
No
obstante, la semana pasada comerciantes y empresarios denunciaron la presencia
de al menos siete grupos del crimen organizado en el Centro Histórico de la
Ciudad de México.
En
conferencia de prensa, Guillermo Gazal, presidente de Procentrhico, quien
estuvo acompañado de Jesús González Schmall, titular de la Autoridad del Centro
Histórico (ACH), dijo que estas agrupaciones criminales se dedican a
extorsionar, robar y matar.
Tal
fue la resistencia de Mancera a reconocer el problema de la inseguridad en el
Distrito Federal que en los recientes cambios que hizo a su gabinete dejó intactas
a las instancias encargadas de la seguridad pública y la procuración de
justicia.
Virgilio
Bravo Peralta, director del Centro de Negociación, Mediación, Conciliación y
Arbitraje del Instituto Internacional de Estudios de Derecho y Jurisprudencia
(IIEDJ), dijo en entrevista a este medio digital que las carteras de la
Secretaría de Seguridad Pública capitalina (SSPDF) y la Procuraduría General de
Justicia del Distrito Federal (PGJDF) no se tocaron porque habría implicado
reconocer que ahí hay aspectos que mejorar.
¿Qué
implica hablar de la penetración de la delincuencia organizada en una de las
zonas más céntricas, turísticas y económicamente más activas de la capital del
país? Implica, en primer lugar, aceptar un hecho que hasta ahora las
autoridades capitalinas han negado y también supone reconocer que la política
de seguridad pública ha fallado en el corazón de la ciudad y eso afecta tanto
al gobierno local como al federal.
–Con
información de Sergio Rincón
(SIN EMBARGO.MX/ Guadalupe Fuentes
López/ octubre 25, 2015 - 00:02h)
No hay comentarios:
Publicar un comentario