Cuatro
investigaciones y dos dictámenes del Instituto Federal de Telecomunicaciones
habían demostrado que Televisa es un agente preponderante y con poder
sustancial en el mercado de la televisión restringida, área en la cual se ha
dedicado a comprar compañías pequeñas para acrecentar su monopolio. Sin
embargo, cinco de los siete comisionados del instituto decidieron opinar lo contrario
en un informe –que se dará a conocer en breve– y beneficiar así a la empresa de
Emilio Azcárraga, librándola de la competencia y permitiéndole expandirse a su
gusto.
MÉXICO,
D.F. (Proceso).- Tras un intenso cabildeo de funcionarios de Televisa, cinco de
los siete comisionados del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT)
determinaron esta semana que la empresa de Emilio Azcárraga Jean, pese a tener
63% de los abonados y ser la mayoritaria en servicios de televisión restringida
en 2 mil 124 municipios del país, “no puede imponer condiciones en el mercado”
y, por lo tanto, no tiene poder sustancial en los servicios de televisión por
cable y televisión satelital.
Considerada
por los especialistas como una de las decisiones más importantes del IFT, la
resolución sorprendió incluso a personal del mismo instituto, que había
realizado cuatro investigaciones y dos dictámenes preliminares que apuntaban
justamente en sentido contrario: Televisa, además de ser agente económico
preponderante en televisión abierta, tiene poder sustancial en los servicios de
audio y televisión restringida.
El
pasado 18 de marzo, el IFT publicó datos relevantes del expediente
AI/DC-001-2014 sobre la existencia de poder sustancial en el mercado de
televisión y audio restringido. En ese primer documento se dijo que Grupo
Televisa tiene poder sustancial en 2 mil 124 municipios.
El
29 de abril, otros datos derivados del estudio de concentración de Televisa y
sus filiales y subsidiarias Cablemas y Cablecom establecieron que la empresa de
Azcárraga incrementaba su poder sustancial en 99 mercados relevantes del
sistema de televisión y audio restringido.
El
9 de septiembre pasado, en el Diario Oficial de la Federación se publicó otro
dictamen preliminar en el cual se estableció que Televisa, al comprar las
empresas cableras Grupo Hevi, Cablevisión Red, Administradora de Sistemas de
Comunicación, Telecable Michoacán y Servicios Integrales por Sistemas de Cable,
adquirió un “poder sustancial o lo incrementó en 63%” en el mercado de televisión
restringida.
Estos
dictámenes señalaron que Televisa tiene 3.8 millones de suscriptores de
televisión por cable, a través de sus distintas filiales, y 6.5 millones de
abonados en el sistema de televisión vía satelital, a través de Sky. En
contraste, Grupo Dish tiene 15% del mercado; Megacable, 14.2% y menor
porcentaje las compañías Totalplay, de TV Azteca, y Axtel.
Incluso
el dictamen original, basado en el trabajo de la Autoridad Investigadora y la
Unidad de Competencia Económica, concluía que Grupo Televisa sí tiene poder
sustancial en el mercado de televisión restringida y por lo tanto se debían
tomar ciertas medidas, como la prohibición de venta de publicidad “empaquetada”
a través de televisión restringida y abierta (esa empresa es preponderante en
televisión abierta al tener 68% del mercado), e imponer restricciones sobre la
compra de contenidos, así como regular el mercado de las tarifas.
A
pesar de estos antecedentes, cinco de los siete comisionados que integran el
pleno del IFT votaron en contra de que Televisa se declare con poder
sustancial: el comisionado presidente, Gabriel Contreras Saldívar además de Ernesto
Estrada González, Mario Fromow Rangel, Adolfo Cuevas y Luis Fernando Borjón.
Fragmento
del reportaje que publica la revista Proceso 2031, ya en circulación
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