Imágenes del peritaje que realizó la PGR
a Joaquín Guzmán Loera para confirmar su identidad luego de ser detenido el
pasado 22 de febrero de 2014. Foto: Cuartoscuro
Juliana
Fregoso y Sandra Rodríguez
Ciudad
de México, 12 de junio (SinEmbargo).– Detrás de la fuga del líder del Cártel de
Sinaloa, Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, está la ruptura del pacto con el
Estado que llevó a su entrega en febrero del año pasado, aseguró Edgardo
Buscaglia, director del International Law and Economic Development Center e
investigador principal en Derecho y Economía en la Universidad de Columbia en
Estados Unidos.
El
académico, quien ha estudiado ampliamente el tema de seguridad en México,
afirmó en entrevista con SinEmbargo que el capo pudo haberse fugado desde el
día uno que estuvo en el Penal de Alta Seguridad del Altiplano, donde estuvo
recluido desde ayer en la noche, sin embargo, fue hasta que sintió que no se
habían cumplido las condiciones que llevaron a su “sospechosa” captura, que
decidió romper este pacto.
Entre
las condiciones, que a juicio de Buscaglía, sintió “El Chapo” que no se
cumplieron están el que se haya permitido que se fortalecieran otros grupos
criminales, como el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el que se le
quitará poder a “funcionarios que lo protegían”.
“Hubo
una negociación para que ‘El Chapo’ fuera a la cárcel como el caso de John
Gotti, en Estados Unidos, esta gente se fuga cuando los términos que llevaron a
su captura no se respetaron y es factible que esta fuga responda a que no se
respetaron los términos del acuerdo hay indicadores de un acuerdo desde la
forma en la que se le capturó: con un aparato mínimo de seguridad, la zona…”,
dijo Buscaglia.
“Esto
representa la esencia de la corrupción política mexicana, se ampara crece en la
política, en todas las corporaciones encuentra segmentos de protección, pedazos
del Estado que lo protegen aunque haya estado en una prisión de máxima
seguridad y por más que haya sido certificado por Estados Unidos”, agregó.
“El
Chapo” Guzmán Loera, considerado el narcotraficante más poderoso del mundo, se
fugó el sábado a las 20:52 horas del Penal Federal del Altiplano, en el Estado
de México, a través de un túnel. Esta es la segunda vez que el capo escapa de
una prisión de este tipo, la primera vez fue de Puente Grande, Jalisco, el 19
de enero de 2001 escondido en un carro de lavandería.
LOS IMPLICADOS
Edgardo
Buscaglia. Foto: SinEmbargo, especial
El
experto en seguridad afirma que el estado Mexicano tendrá que asumir ahora el
nuevo costo político de la fuga del capo, dijo Edgardo Buscaglia. Foto:
SinEmbargo, especial
Monte
Alejandro Rubido García, titular de la Comisión Nacional de Seguridad (CNS),
afirmó al punto de las 7:21 horas de este domingo que 18 elementos de diversas
áreas del Penal de El Altiplano, en el Estado de México, fueron trasladados al
Distrito Federal para ser investigados.
En
estos momentos, los 18 custodios del penal se encuentran declarando en las
instalaciones de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de
Delincuencia Organizada (SEIDO).
El
funcionario federal explicó que la noche de ayer transcurría normal e incluso
“El Chapo” recibió su dosis diaria de medicamento.
En
la revisión posterior a la fuga, dijo, se encontró un hueco en el área de la
regadera de su celda de 50 por 50 centímetros, donde se halló un conducto
vertical de 10 metros de profundidad habilitado con una escalera, que conducía
a un túnel de un kilómetro y medio de distancia. Éste estaba equipado con
tubería de PVC –para facilitar la ventilación– y también con alumbrado. Además
se encontró una motocicleta que deducen sirvió para extraer la tierra en la
perforación.
A
lo largo del túnel, expuso, se hallaron diversos objetos de construcción. El
pasaje llevaba a un predio de la colonia Santa Juanita, ubicado al suroeste de
la instalación penitenciaria.
“En
un país donde no mejora la justicia ni el sistema penitenciario, no mejoran los
controles patrimoniales ni la consolidación política estas cosas pueden suceder
y ahora, le toca al gobierno sumir el costo político de esta nueva fuga de ‘El
Chapo’”, finalizó Buscaglia.
Andrew
Selee, vicepresidente del Instituto México del Woodrow Wilson Center, señaló
por su parte que la fuga muestra la capacidad de infiltración que tiene en este
país el crimen organizado.
En
entrevista vía telefónica a la capital norteamericana, el analista, contrario a
Buscaglia, dijo percibir que el actual gobierno mexicano sí tenía interés en
mantener al capo en custodia, por lo que un escape indicaría la probable compra
de personal en el sistema penitenciario.
“Te
habla de que estos grupos tienen un poder de infiltrar al sistema. Este
Gobierno sí tenía interés en mantener a ‘El Chapo’ bajo custodia, pero estos
grupos tienen muchas formas. No sabemos aún si hubo una buena planeación del
cártel o si lograron penetrar a quienes lo custodiaban, pero sí tienen un poder
multimillonario para hacer frente a las autoridades”, dijo Selee.
Experto
también en la relación bilateral, el entrevistado mencionó que evidentemente el
escape será recibido con preocupación en aquel país, pero aún falta por ver la
capacidad de reacción de las autoridades mexicanas, dijo; es decir, de si son
capaces de aprehenderlo de nuevo o no.
“Obviamente,
se generará una narrativa sobre la debilidad del Estado, pero hay que ver
también si el Estado es capaz de localizarlo más rápido o aprehenderlo de
nuevo. Obviamente muestra que sigue habiendo deficiencias en el sistema
carcelario, pero hay que ver si puede mantenerse prófugo”, dijo.
En
este sentido, agregó, el gobierno de Estados Unidos estará colaborando en la
búsqueda con una de sus mayores fortalezas: las herramientas de vigilancia
telefónica.
(SIN
EMBARGO.MX/ Redacción / julio 12, 2015 - 17:45h)
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