Aunque
ha ganado dos instancias del pleito laboral que mantiene desde 2009 con la
empresa PGM Transport –asegura lo despidieron por sus preferencias sexuales—, a
partir del 2013 Omar Lara Salas ha visto detenido el proceso al no desahogarse
las declaraciones de testigos necesarios.
Lara
relata que fue separado de su cargo administrativo luego de un cambio de
dirección en la empresa, cuando su superior le dijo que “no quería a
homosexuales trabajando para él”. Días después, la totalidad del personal de su
área fue removido, e iniciaron una demanda colectiva, pero solo él continuó.
Exige 50 mil dólares y 300 mil pesos por sueldos caídos, y señala, sin
mencionar nombres, que ejecutivos de la empresa se han acercado a su abogada
para sobornarla o para pagarle honorarios a cambio que no siga con el asunto.
De
acuerdo a un oficio girado el 21 de mayo por la junta tres de Conciliación y
Arbitraje, para que el proceso continúe es necesario que se presenten a
declarar: José Arnoldo Arana Contreras, Rubén López Ávalos y David Escarsega
Guevara como los testigos, “quienes deberán ser presentados por conducto de la
fuerza pública”, apoyados por Secretaría de Seguridad Pública del Estado
(SSPE). No obstante, cada que llega la fecha las personas mencionadas no se
presentan, la última de las citas fue el viernes 19 de junio.
Lo
anterior hace que Omar Lara Salas presuma que hay una intención por alargar el
pleito laboral, presunción que fortalece al referir que la abogada de la
empresa demandada, Ana Gabriela Méndez, es hija del presidente de la Junta
Local de Conciliación y Arbitraje, Arturo Méndez Preciado. A ambos acusa de
entorpecer el caso, por lo que interpuso una denuncia en la Dirección de
Control y Evaluación Gubernamental el 2 de junio.
Arturo
Méndez Preciado indicó que en este caso la empresa presentó pruebas
testimoniales y al parecer los testigos ya no laboran ahí, por lo que no puede
presentarlos directamente y se han girado los oficios correspondientes a la
Dirección de Policía y Tránsito Municipal. El problema principal, dijo, es el
nulo caso que hace la SSPM a los oficios girados por la Junta. Lo anterior, a
pesar de que oficialmente, la secretaría pidió apoyo de la corporación estatal
y no municipal.
Sobre
las acusaciones en torno a su hija, dijo desconocer los juicios en los que está
litigando, salvo éste, pero desconoce el rumbo que lleva el expediente. Señaló
no tener injerencia directa en el caso, ya que “los presidentes (de las juntas)
son totalmente autónomos”, y el ritmo de los juicios se lo dan las partes
presentando prontamente testigos y pruebas, sobre todo cuando son muy
contenciosos, y en caso de irregularidades deben hacérselas saber a él, como el
hecho de que la policía no presenta a los testigos, dijo.
Méndez
Preciado negó tener participación en el Bufete Méndez Preciado y Asociados,
donde labora su hija, como abogado tanto como accionista. En el caso de las
presiones señaladas a la abogada del trabajador, expresó que las denuncias
contra las autoridades deben ponerse en Contraloría y se pueden imponer
sanciones como la remoción, suspensión, entre otras, siempre y cuando se
certifiquen los hechos.
ZETA
intentó concretar una entrevista con Ana Gabriela Méndez, cuya secretaria en
reiteradas ocasiones dijo que se comunicaría, cosa que no sucedió.
(SEMANARIO
ZETA/ EZENARIO/ Ismael Ruiz 06 de Julio del 2015 a las 12:00:59)
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