La
aseguradora noruega KLP decidió excluir de su cartera de inversiones a Cemex.
La razón: la empresa mexicana explota recursos en los territorios palestinos
ocupados por Israel y produce cemento y hormigón que se ha utilizado en la
construcción de asentamientos judíos, en retenes militares y en al menos un
muro de seguridad. Estas prácticas son “éticamente criticables”, se oponen a
disposiciones internacionales y contribuyen a la “prolongación del conflicto”.
Más aún, según la firma noruega, Cemex se ha convertido en “cómplice” del
expolio y de la ocupación israelí al pagar tasas y licencias al gobierno de Tel
Aviv y al destinar sus productos al mercado de ese país.
JERUSALÉN
(Proceso) .– La carretera que lleva desde las ciudades palestinas de Ramallah y
Jericó hasta el norte de Cisjordania discurre entre aldeas árabes, campamentos
de beduinos y asentamientos israelíes. Las colinas de tierra árida salpicadas
de olivos y de toneladas de chatarra y basura conducen al retén militar de
Hawara. Metros antes, los automóviles israelíes y palestinos se separan de
forma metódica. Los primeros toman los desvíos que conducen a las colonias de
Itamar o Elon Moreh, los segundos siguen recto hasta llegar a la ciudad
palestina de Nablus.
Hawara
es uno de los retenes militares construidos con cemento de la compañía israelí
ReadyMix Industries, propiedad de Cemex, y una de las pruebas flagrantes de que
el hormigón producido en las canteras palestinas de Cisjordania no se destina a
la población local, sino a la industria israelí.
Hawara
está en la lista de motivos que ha provocado que la aseguradora KLP decida
excluir a Cemex de su cartera de inversiones.
El
retén no es un lugar cualquiera. Para israelíes y palestinos es sinónimo de
violencia y miedo porque frente a esos muros de hormigón ha habido
enfrentamientos, atentados y muertes. Los habitantes del norte de Cisjordania
lo recuerdan como la imagen flagrante del aislamiento y de la segregación a los
que estuvieron sometidos a partir de 2001, con el estallido de la segunda
intifada, y hasta 2011, cuando el retén fue parcialmente desmantelado. Las
escenas de decenas de palestinos alineados, aguardando su turno desde antes del
amanecer para cruzar el checkpoint y acudir a trabajar, a visitar familiares o al
hospital están grabadas aún en la memoria colectiva.
La
apariencia física del retén ha cambiado mucho. Se han retirado muros de
hormigón y el personal militar ha disminuido, ya que las restricciones de
movimiento de los palestinos son menores. A pocos metros de Hawara, un enorme
panel rojo recuerda a los israelíes que a partir de ese punto se encuentran en
zona A, es decir controlada civil y militarmente por la Autoridad Palestina, y
que ir más allá sería ilegal, según las normas israelíes, y les expondría a un
gran “peligro”.
Las
actividades de Cemex, vía sus subsidiarias, están en la llamada zona C, que
representa 60% de la superficie de Cisjordania y está totalmente controlada por
Israel. En esta parte de Palestina están los asentamientos israelíes, las
carreteras exclusivas que los conectan con otras ciudades, además de varias
áreas de seguridad.
La
comunidad internacional declara que los asentamientos israelíes en tierra
palestina son ilegales. Sobre el papel está escrito que Israel deberá ceder ese
territorio a las autoridades palestinas cuando se logre un acuerdo definitivo
que ponga fin al conflicto. En la práctica y con las conversaciones de paz
congeladas, la presencia israelí en la Cisjordania ocupada se confirma y se
incrementa.
Según
cifras de la ONG israelí Bet’selem, la expansión de los asentamientos se ha
acelerado y en estos momentos más de 300 mil colonos viven en Cisjordania, a
los que se suman 200 mil que residen en Jerusalén-este, también ocupada por
Israel.
Para
Kommunal Landspensjonskasse (KLP) la actividad de Cemex en estas tierras
ocupadas “representa un riesgo inaceptable de violación de las normas éticas
fundamentales”.
El
gigante de los seguros explica su decisión de suspender sus negocios con Cemex
y con una cementera alemana llamada HeidelbergCement, también presente en
Cisjordania, porque “explotar recursos naturales de un territorio ocupado que
no tiene autodeterminación puede ayudar a prolongar el conflicto (…) y es un
incentivo para continuar con la ocupación, cuando ésta debería ser temporal”.
EXPOLIO
KLP
sustenta su decisión en las Regulaciones de La Haya, la cuarta convención de
Ginebra y diversas decisiones de la ONU. Además, la aseguradora buscó asesoría
legal antes de pronunciarse sobre la exclusión de Cemex.
En
los documentos que describen sus deliberaciones y la razón de esta decisión,
KLP subraya que Israel no cumple con sus obligaciones de Estado ocupante, y
empresas como Cemex se convierten en “cómplices” del expolio y de la ocupación
cuando, por ejemplo, pagan tasas y licencias a Israel y destinan sus productos
al mercado israelí.
Según
Who Profits from de Occupation (Quién se Beneficia de la Ocupación), un centro
de investigación israelí nacido hace casi una década para denunciar las
actividades comerciales de empresas israelíes y multinacionales extranjeras en
tierras palestinas y sirias ocupadas, Cemex, vía la firma israelí ReadyMix
Industries, tiene desde 2005 plantas en al menos tres asentamientos de
Cisjordania: Mevo Horon, Atarot y Mishor Edomim, y su cemento ha sido usado en
la construcción de colonias israelíes.
“La
compañía ha suministrado cemento para la construcción de un muro de seguridad
en torno al puente de Gilo”, al sur de Jerusalén, también en la Cisjordania
ocupada. Hormigón producido por la empresa fue usado “en la construcción de
varios retenes militares en Cisjordania, como Eyal, Hawara y Azun-Atma, y la
firma también suministró material para la construcción del tranvía de
Jerusalén, que está planificado para conectar la ciudad con los asentamientos
que la rodean”, agrega el centro de investigación.
Además,
Cemex, vía su subsidiaria Lime & Stone, posee 50% de la cantera de Yatir,
localizada cerca de la ciudad palestina de Hebrón, también en Cisjordania. “El
material de construcción extraído es usado en beneficio de Israel sin ningún
permiso de los palestinos”, explica a Proceso Adri Nieuwhof, abogada
especializada en derechos humanos y autora de numerosos análisis sobre las
actividades de Cemex en Israel y en los territorios palestinos ocupados.
Who
Profits from the Occupation tiene fotografías y datos de las propias compañías,
desde balances financieros anuales hasta listados telefónicos oficiales, para
sustentar sus datos sobre las actividades de Cemex en la Palestina ocupada. El
logotipo de ReadyMix era bien visible en los bloques de cemento de los retenes
de Hawara y Azun-Atma, y los camiones con hormigón producido en Cisjordania por
Cemex han sido fotografiados entrando a Israel y entregando toneladas de
material de construcción en asentamientos.
KLP
recuerda que las regulaciones de La Haya permiten la extracción de recursos
naturales de una tierra ocupada sólo si se produce al mismo nivel que antes de
que empezara la ocupación y si los beneficios de dicha extracción se consagran
a la población local o a minimizar los costos de la ocupación. En 2010, la
Asamblea General de la ONU expresó su preocupación por la explotación por parte
de Israel “de recursos naturales palestinos” e instó a Israel a “no explotar,
causar pérdidas o poner en peligro dichos recursos”.
Para
KLP no fue fácil tomar una decisión en el caso de Cemex, explican los
responsables en su informe final, porque las canteras de Cisjordania se crearon
después de 1967, cuando Israel ocupó Cisjordania y Jerusalén-este. Sin embargo,
KLP sí ha reunido datos que muestran que los beneficiados de la extracción no
son los habitantes locales, es decir, los palestinos, ya que los colonos
israelíes no pueden considerarse en ningún caso población local.
“Pese
a que Cemex está totalmente informado de las violaciones israelíes de la ley
internacional en Cisjordania, no muestra ningún signo de cambiar su política en
esta región”, resumen responsables de Who Profits from the Occupation.
“INTIFADA DIPLOMÁTICA”
En
2013, Cemex ya fue excluido de la cartera de inversiones de Nordea, el mayor
grupo de servicios financieros de la región Báltica, con sede en Estocolmo, por
“violación de los derechos humanos y extracción de recursos no renovables de un
territorio ocupado”.
Pese
a estas desinversiones, es imposible saber si los negocios de Cemex en
Cisjordania disminuyeron en los últimos años. Los miembros de Who Profits from
the Occupations explicaron a Proceso que no tienen cómo medir las actividades
de Cemex en los territorios palestinos. “Esas cifras simplemente no existen,
porque las compañías están registradas en Israel y no diferencian entre sus
actividades en Cisjordania y en Israel”, matizaron.
Cemex
no es un caso aislado. En los últimos años, otras entidades financieras y
compañías aseguradoras internacionales han tomado medidas similares contra
compañías extranjeras que tienen negocios en asentamientos israelíes o una
política comercial que no favorece indirectamente el fin del conflicto
israelo-palestino.
KLP
explica que se entró en contacto “con Cemex varias veces en el transcurso del
año pasado para fijar una reunión y conversar sobre este tema, pero no se logró
concretar el encuentro”. Por tanto, la firma noruega “ha tenido que confiar en
la información pública disponible sobre las actividades de Cemex en estas
canteras y las opiniones de la compañía al respecto”.
Proceso
también envió varias preguntas a las oficinas centrales de Cemex en México
sobre sus actividades en Cisjordania y la decisión de KLP. La empresa respondió
que por el momento no desea realizar comentario alguno.
En
junio de 2011, Cemex sí respondió a un artículo publicado por Adri Nieuwhof
sobre sus actividades en Cisjordania, a petición del Business & Human
Rights Resource Centre, una organización independiente que rastrea el
comportamiento y los posibles abusos de más de 6000 empresas en el mundo
entero. Es la única respuesta oficial de Cemex sobre sus negocios en Israel y
Cisjordania.
“Las
actividades de CEMEX, incluyendo las que realiza en Israel, respetan todos los
requisitos legales y se centran en nuestro negocio de base, que es producir y
vender materiales de construcción. Somos un ente comercial, no estamos
implicados en ningún proceso político y no expresamos opiniones políticas”, expresa
la compañía en esta carta, en la que considera que sus actividades son
“compatibles” con los acuerdos de paz de Oslo de 1993, que estipularon que
estas zonas están “bajo control y responsabilidad de Israel” hasta que se
llegue a un acuerdo definitivo entre palestinos e israelíes, algo que todavía
no se ha producido.
La
compañía explica además que da empleo a palestinos, les paga dignamente y
valora a todos sus trabajadores por igual y basándose en sus capacidades
profesionales.
Por
otra parte, subraya que en la explotación de la cantera de Yatir, en la que
posee 50%, los permisos y logística correspondientes son responsabilidad de un
socio local y no de su subsidiaria, Lime & Stone.
Por
último argumenta que parte de la producción de esta cantera es vendida a
clientes palestinos.
“Las
opiniones de una compañía que se beneficia de la ocupación no pueden tomarse en
serio”, responde, tajante, Adri Nieuwhof.
“El
hecho de que Cemex dé trabajo a palestinos en estas canteras no es suficiente
para decir que la compañía está explotando recursos de una manera que favorece
a la población local. De los beneficios obtenidos, Cemex está pagando impuestos
a las autoridades israelíes y su producción se usa mayoritariamente en el
mercado local israelí”, estima KLP en sus conclusiones.
La
decisión de la aseguradora noruega es una excelente noticia y otra victoria
para el movimiento Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS), que desde 2005 lleva
a cabo su “intifada diplomática” contra Israel. El boicot y la internacionalización
de su causa parecen ser ahora las armas palestinas para lograr el fin del
conflicto y la creación de su Estado, una vez que un sinfín de rondas de
negociaciones bilaterales terminaron en dolorosos fracasos.
“La
decisión de KLP es un paso adelante y está en sintonía con lo que pasa en otros
países. Esperamos que otras compañías imiten a KLP. Por nuestra parte, en BDS
estamos haciendo una lista de empresas que tienen negocios en asentamientos,
les vamos a pedir que pongan fin a sus actividades, y si no responden, haremos
pública esta lista”, explicó a Proceso Mustafá Barghouti, uno de los
responsables de BDS.
(PROCESO/
REPORTAJE ESPECIAL/ BEATRIZ LECUMBERRI/ 10 DE JULIO DE 2015)
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