CHIHUAHUA,
Chih., (apro).- Luego del asesinato del indígena Carlos Efraín Jaris Cruz, la
comunidad ha recibido amenazas, por lo que un grupo de defensores y
organizaciones civiles se unieron para proteger a los habitantes de la colonia
Tarahumara de Ciudad Juárez y dar seguimiento al proceso penal.
A
su vez, la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) anunció que elaboran un
documento para emitir recomendaciones al ayuntamiento y a Seguridad Pública
Municipal de Juárez, por el crimen del padre de familia de 22 años.
Los
dos agentes, Josué Cerecedo Mondragón y Héctor José Holugín Aragón, fueron
presentados ayer ante el juez de Garatnía Rafael Rosado Arudia, quien les dictó
prisión preventiva y fijó el día de mañana para dictar auto de vinculación o no
a proceso por los delitos de homicidio calificado, abuso de autoridad y
ejercicio ilegal del servicio público.
De
acuerdo con el expediente, el domingo pasado los dos policías le pegaron a
Carlos Jaris hasta reventarle el hígado y el agente Héctor Holguín aseguró la
víctima se movió bruscamente y le arrancó el reloj, lo que le hizo enojar, le
pidió a Josué Cerecedo que se dirigiera hacia el Camino Real, donde lo
golpearon y lo abandonaron, según ellos con vida.
Horas
más tarde, agentes de la Fiscalía Zona Norte acudieron al lugar donde
encontraron el cuerpo. Al revisar sus ropas, encontraron una identificación con
sus datos personales. Los uniformados llegaron así hasta su casa, donde les
informaron que los policías municipales se lo habían llevado a la fuerza
alrededor de las 7:40 horas.
Horas
más tarde, los agentes fueron citados por sus superiores en la estación de
trabajo y fueron arrestados por agentes ministeriales. Los vecinos de la
colonia Tarahumara dieron a conocer que los agentes de la unidad 442 se
llevaron a Carlos Jaris a fuerzas.
Los
peritos de la fiscalía cotejaron manchas de sangre encontradas en la unidad
oficial con el ADN de la víctima y determinaron que se trataba del hombre
indígena.
El
Ministerio Público presentó además los testimonios de la esposa de la víctima,
María Teresa Luna García, Silvina Chávez Juárez, Javier García Martínez, José
Guadalupe Bautista Alejandro y Celia Sandoval Oprinel, quienes ratificaron que
los agentes de la unidad 442, se llevaron por la fuerza a Carlos Jaris, cuando
éste estaba dormido en una banqueta afuera del comedor de la comunidad, de la
colonia Tarahumara.
El
cuerpo fue localizado alrededor de las 11:00 horas de ese mismo día en el
Camino Real, en la colonia Fronteriza Baja.
Carlos
Jari, a quien también conocían como Ramiro porque así se llamaba su papá, fue
sepultado ayer en Ciudad Juárez, con un ritual tradicional indígena y ante el
dolor de su hija Valeria, su esposa María Teresa Luna García y su madre.
Ante
las amenazas recibidas, la gobernadora de la comunidad, María Rosalinda
Guadalajara Reyes y promotores de derechos humanos se acercaron a la colonia
Tarahumara para protegerlos y dar a conocer a la opinión pública que vigilarán
el proceso penal en contra de los agentes.
(PROCESO/
PATRICIA MAYORGA/ 9 DE JULIO DE 2015)
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