Ni
la entrada ni la voz le permitieron a Marcelo Ebrard en la Cámara de Diputados.
Acusado
de “fraude y corrupción” en el proyecto de la Línea 12 del Metro de la Ciudad
de México, fue llamado a comparecer ante la comisión especial investigadora, el
viernes 6 de febrero.
Ebrard
asegura que la persecución en su contra por medio de los diputados del PRI y
del PAN, proviene de la Presidencia de la República donde miran en él, al autor
de las investigaciones periodísticas que se hicieron de la mansión en Las Lomas
propiedad de la pareja presidencial, de la “casa blanca”.
El
1 de febrero, al perredista se le negó el acceso a la sesión de la comisión
especial la cual concluyó culparlo. Dos días después, aunque ingresó al
edificio legislativo, se le impidió la entrada a la sesión del pleno para
hablar en tribuna.
Ebrard
solicitó tres minutos de audiencia para exponer sus argumentos frente a la
comisión investigadora, presidida por el priista Marco Antonio Calzada. No le
fueron concedidos.
Esta
comisión fue creada para investigar el seguimiento de recursos federales
destinados al proyecto mal logrado de transporte público y publicitada desde
que el gobierno del perredista Miguel Ángel
Mancera tomó posición.
Los
legisladores del PRI, PAN y PVEM coincidieron en que Marcelo Ebrard provocó un
“desastre financiero”, dijo Calzada sobre los resultados y recomendaciones
derivados del primer informe, el cual, aseguró, se basó en “elementos
documentales, informativos y testimoniales”.
Según
el diputado priista, esta investigación “escapa las facultades de esta Cámara y
necesita la intervención de las autoridades competentes para deslindar
responsabilidades de funcionarios y empresas involucradas, porque el daño al
erario es evidente e innegable”.
Es
decir, solicitó la intervención de la Procuraduría General de la República.
Su
compañera de bancada, la diputada Martha Gutiérrez, incluso atribuyó al ex jefe
capitalino una “ambición desmedida”.
“Detrás
del cúmulo de irregularidades hubo dolo, confabulaciones, un verdadero saqueo a
las arcas públicas que lo llevó a inaugurar, a como diera lugar, el servicio a
costa de la seguridad de los ciudadanos”, dijo.
La
priista señaló a Marcelo Ebrard, Mario Delgado y a Enrique Horcasitas, como los
responsables. La acusación fue apoyada, desde la tribuna, por la bancada
panista, a través del diputado Jorge Sotomayor.
Sin
embargo, la izquierda representada en el PRD, Morena, Movimiento Ciudadano y
PT, descalificó el informe y lo consideró “parcial y faccioso”.
El
interés y la presura por investigar a nivel federal, un asunto local, levanta
sospechas en los partidos de izquierda de una consigna contra Ebrard, quien
busca una diputación federal y quien presentó una queja en la Comisión Nacional
de Derechos Humanos contra la mentada comisión.
Ebrard
responsabilizó a Los Pinos de la campaña en su contra: “lo que se dice en los
pasillos y en las reuniones en la Cámara (de Diputados) es que es una
instrucción superior, o sea, esto viene de Los Pinos. ¿Por qué? La única razón
que se ha dado en versiones periodistas (es) que me vinculan con una
investigación periodística respecto a la casa del presidente”.
Ebrard
se refiere a la “casa blanca” de la pareja presidencial que adquirió –según
versión de la propia Angélica Rivera– la primera dama casualmente al
contratista de Armando Hinojosa y su empresa Higa, la cual ha recibido de miles
de millones de pesos en contratos en los gobiernos de Peña.
Según
las versiones periodísticas como la de Salvador García Soto de El Universal
(publicada el 8 de diciembre del 2014) Ebrard estaría detrás de lo que calificó
el “golpe” de la casa en Las Lomas.
Luego
del segundo intento por hacerse escuchar, el ex jefe capitalino publicó en su
red social:
“A EPN cadena nacional, a mí no se me permite
ni 1 minuto para rebatir las calumnias que propalan”.
(SEMANARIO
ZETA/ REPORTAJEZ/ Isaí Lara Bermúdez/ 09 de Febrero del 2015 a las 12:00:00)
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