Distrito Federal— Todavía no
es 14 de febrero, pero las historias de amor y desamor no tienen fecha de
aparición.
Este viernes un hombre
sorprendió a los capitalinos en la zona corporativa de Bosques de las Lomas —al
poniente de la ciudad de México.
Él rompió con su novia hace
un mes. Dijo haberlo intentado todo para poder recuperarla y ya no puede vivir
sin ella.
A las 8:30 de la mañana
estacionó su moto en el retorno de la calle Tamarindos, frente al edificio conocido
como “El Pantalón”.
Descendió, tomó una cartulina
y alzó las manos viendo hacia los coches.
Los automovilistas,
oficinistas, madres y padres de familia que circulaban por ahí lo vieron con
ternura.
“Este señor lleva desde las
8:30 deteniendo el letrero, es un ejemplo”, comentaban algunas personas que
veían desde la ventana de su oficina al hombre esperando.
Otros, menos románticos,
pensaban “seguro le hizo algo a su novia... nadie hace eso así porque sí”.
Al ver que nadie llegaba y el
hombre seguía esperando, una mujer decidió llevarle un café para la espera. No
se resistió a abrazarlo. Él le contó su historia y siguió esperando.
Al parecer el sentido en el
que esperaba a su amada no era el correcto. Decidió voltearse, pero el
resultado fue el mismo. Ella jamás llegó.
Casi a las 10 de la mañana,
con lágrimas en los ojos, después de haber hecho algunas llamadas (tal vez a la
susodicha), levantó sus cosas, se subió a su moto y se fue.
LA ESPERANZA MUERE AL ÚLTIMO
Después del mediodía de este
mismo viernes el enamorado regresó al lugar con muchas cartulinas para que la
gente lo acompañara en su búsqueda por reconciliarse, sin recibir respuesta
hasta el momento.
(EDICION JUAREZ/ Milenio | 2014-01-24 |
13:19)
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