Los grupos de
autodefensa aseguraron la presunta casa del líder de los Caballeros Templarios
en Parácuaro, Michoacán, apodado "El Botas"
PARÁCUARO, 18 de
enero.- La autodefensa tiene una base de operaciones de lujo en esta localidad
michoacana.
Pinturas con marcos
de madera tallada, salas aterciopeladas, candelabros, una cocina integral, un
comedor para diez personas, una figura de la Máter Dolorosa y hasta un piano
son los elementos del inmueble que luce desgastado por el desuso.
El lujo de una
residencia llama la atención por sus muros altos y sus acabados, en una
localidad de ejidatarios y jornaleros.
En el inmueble se
encuentra el Comandante Cinco y lo resguardan unos treinta miembros de las
autodefensas. “Pásenle, aquí vivía un tal 'Botas', que era uno de los
Templarios de acá”. Muestra el inmueble, la sala, la cocina, la piscina en
forma de una bota y el jardín, que tiene un área para hacer carne asada y baño
propio.
El lujo de una
residencia llama la atención por sus muros altos y sus acabados, en una
localidad de ejidatarios y jornaleros.
En el techo de la
residencia, cuenta uno de los guardias, está la firma de “El Botas” en la
decoración.
Uno de los planes
que han manifestado los líderes de las autodefensas es recuperar todo lo que
fue robado por el Cártel de Los Caballeros Templarios y devolverlo a sus dueños
legítimos. Todo es parte de un acuerdo de los liderazgos de autodefensas, que
son alrededor de treinta.
El Comandante Cinco
tiene un radio en el cinturón y porta dos teléfonos celulares. Con el radio
sondea en donde podrían estar Los Caballeros Templarios: “¿Qué reporte me das
de los malos, dónde andan? -Cero. No hay nada -se escucha.
-Sigan al pendiente.
Los miembros de la
organización criminal se dedicaron a robar en la zona hasta que hartaron a los
pobladores y a los empresarios. El Comandante Cinco tiene 70 toneladas
limoneras, ganado y da trabajo a un centenar de personas.
Ante la emergencia,
mandó a su esposa y tres hijos a Estados Unidos y tomó las armas “hasta no
acabar con los Templarios”. Trae al cinto una escuadra Súper .38 modelo Golden
Cup. “Mi Copa de oros”, le llama a su pistola favorita. Es plateada y tiene un
búfalo dorado en las cachas.
Todas las decisiones que tomamos las
hacemos en consejo. Yo no puedo tomar una decisión por todos”, asegura el
encargado de las autodefensas en Parácuaro.
El dirigente de las
autodefensas asegura que su principal ventaja es el conocimiento del terreno en
la Tierra Caliente. Para trasladarse, los líderes autodefensas utilizan las
brechas en vez de las rutas usuales, pues para ellos es más seguro. Los que andan
patrullando se van en brigadas y así cubren el terreno.
“¿Cómo le vamos a
dejar al gobierno que tome el mando? No pueden, no pueden porque no conocen.
No vamos a dejar que entre el gobierno y
nos desarme, ni el gobierno ni nadie más. Nosotros mismos vamos a entregar las
armas, pero una vez que Los Caballeros Templarios estén encarcelados o muertos.
Antes no.”
El Comandante Cinco
cuenta que ha hablado con los pobladores de Parácuaro para explicar que su paso
por la población es temporal hasta que se restablezca la paz y para ello cuenta
con el respaldo de la presidenta municipal Lucila Barajas, quien lleva de comer
y les otorga vales de gasolina personalmente en la residencia que utilizan ante
la huida de “El Botas”.
Tocamos las campanas. Salimos como cinco o
seis mil gentes. No vamos a dejar que entren a Parácuaro.”
(EXCELSIOR/ Con
información y fotos de Julio Ramírez/ Enviado/ 18/01/2014 13:30 )
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