GUADALAJARA,
Jal. (apro).- La búsqueda de restos humanos inhumados clandestinamente
en narcofosas localizadas en los límites de Michoacán y Jalisco se elevó
a 48 en las últimas horas.
El operativo en la ribera del río
Lerma, entre los municipios de Vista Hermosa, Briseñas y La Barca,
inició el pasado sábado 9, dos días después de que la Procuraduría
General de la República (PGR) solicitó a un juez federal el arraigo de
una veintena de policías por su presunta colaboración con un grupo del
crimen organizado, y aparentemente ligados con la desaparición de dos
agentes de la Policía Federal, el domingo 3.
De acuerdo con
fuentes de la dependencia, el titular de la Subprocuraduría
Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO),
Rodrigo Archundia, notificó este lunes al procurador Jesús Murillo Karam
el hallazgo de los cadáveres.
Asimismo, señalaron que hasta el
momento han sido trasladados 37 cuerpos a las instalaciones del Centro
Médico Forense, en esta capital, donde peritos de la PGR realizan
pruebas químicas, genéticas y de ADN para determinar su identidad y
causas de muerte.
No obstante, dejaron claro que ninguno de los 48
cadáveres corresponde a los agentes René Rojas Márquez y Gabriel
Quijados Santiago, presuntamente “levantados” por policías municipales
michoacanos.
Hasta el momento los cadáveres hallados no han sido
identificados y tampoco se sabe si pertenecían a algún grupo del crimen
organizado.
Sin embargo, en la zona comprendida entre La Barca y
los municipios michoacanos de Briseñas y Vista Hermosa, algunas
versiones apuntan a que se trata de cuerpos de personas que habrían
pertenecido a una de las dos bandas en pugna mortal desde hace al menos
año y medio: el Cártel Jalisco Nueva Generación y Los Caballeros
Templarios.
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