Guadalajara– La
lenta burocracia de las autoridades federales y estatales es a lo que se tienen
que enfrentar familiares de personas desaparecidas que intentan buscar a sus
seres queridos entre los cuerpos encontrados en las fosas clandestinas ubicadas
en el municipio de La Barca.
Desde ayer, familias
provenientes en su mayoría de municipios michoacanos, como Vista Hermosa y
Briseñas, han acudido al Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF) para
pedir informes sobre la manera en la cual pueden verificar si entre los 48
cuerpos que han sido localizados en las fosas clandestinas se encuentra el de
su familiar.
El problema surge
cuando se les informa que los cadáveres han sido llevados a la Ciudad de
México, por lo que de la morgue de la ciudad las personas son remitidas a la
Procuraduría General de la República (PGR) en Jalisco.
Una vez que llegan a
la PGR, se les indica que deberán marcar a un número telefónico con clave lada
de la Ciudad de México, en donde se les brindará información de los trámites a
seguir para que el Agente del Ministerio Público Federal ordene la práctica de
un examen de ADN, el cual servirá para confirmar la identidad del cadáver.
Una mujer de la
tercera edad, cuyo nombre pidió no fuera reveladopor motivos de seguridad,
tiene dos años buscando a su hijo que desapareció en el municipio de
Tepatitlán, Jalisco, acudió al mediodía del lunes al IJCF para ver si lo
encontraba.
El médico que
atendió a la señora le informó que en la delegación de la PGR le indicarían
cómo puede saber si el cuerpo de su hijo había sido encontrado en una de las
fosas clandestinas, recientemente localizadas en los límites de Jalisco y
Michoacán.
Desesperada por la
falta de ayuda de las autoridades estatales y federales, la mujer aseguró que
tendrá que ir a la Ciudad de México “porque aquí nadie me dice nada, será más
fácil allá. El problema ahora es ver quién me acompaña”, comentó la quejosa.
La señora espera que
una vez estando en la capital del país, la búsqueda de su hijo sea más rápida
que en Jalisco, en donde asegura que las autoridades estatales sólo le dan
largas al asunto.
“En la Fiscalía me
dicen que no hay pruebas de nada o de quién fue, yo más o menos sé quién fue,
pero no tengo las pruebas y por eso no me hacen caso”, afirmó.
El peregrinar de
esta mujer se une al de otra familia originaria del municipio de Vista Hermosa,
Michoacán, que también acudió el mediodía de ayer a las instalaciones del
Servicio Médico Forense (Semefo) de la ciudad para dar con el paradero de un
joven, del cual no saben nada desde hace siete meses, sin embargo, se fueron de
la morgue como llegaron, sin información.
Ayer, la SEIDO
confirmó que ascendió a 48 el número de cadáveres encontrados en los predios
localizados en el margen del río Lerma, los cuales todavía son escarbados en
busca de más restos.
(EL DIARIO,
EDICION JUAREZ/ Milenio | 2013-11-26 | 07:43)
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