Distrito Federal— Las investigaciones de la Procuraduría
General de la República (PGR) en relación a una banda de 18 presuntos
secuestradores, entre los que se encuentran 13 elementos de la Policía
Federal, refieren que los policías utilizaban las patrullas de la
dependencia para realizar los plagios.
Rodrigo Archundia, titular de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO), mencionó que los elementos formaron su propia organización criminal, sin embargo no mencionó el nombre de la misma.
Los elementos detenidos son acusados de los delitos de delincuencia organizada, homicidio, portación y posesión de armas de fuego y cartuchos de uso exclusivo de las fuerzas armadas, así como secuestro.
El funcionario indicó que consignó a un juez federal del estado de Guerrero a los 13 agentes de la Policía Federal, debido a que se cuenta con los suficientes elementos para acreditar su responsabilidad en por lo menos siete homicidios.
Archundia dijo que “estas personas ubicaban a las víctimas, y algunas patrullas, dos para ser específicos, participaban en llevar a las víctimas a la casa de seguridad, que fue donde se encontraron tres cuerpos”.
Entre los elementos asegurados, algunos de ellos en flagrancia, se encuentran el inspector jefe, Cristian Joya Herrera, responsable de la estación y el jefe de turno, Américo Tamez Cavazos, quienes portaban un total de 40 mil pesos, producto de una extorsión a un transportista en la Autopista del Sol.
Con la captura de estos policías suman 94 elementos capturados durante la presente administración, por su presunta participación en robos, extorsiones o plagios en contra de los ciudadanos.
Tras el caso, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) afirmó que ha recibido denuncias de la participación de policías federales mexicanos en la comisión de delitos, por lo que es urgente que en el país se aceleren los procesos de profesionalización y control de los cuerpos policiacos, pues aunque nuevos “tienen los mismos defectos” que en el pasado, afirmó el secretario ejecutivo del organismo, Emilio Álvarez Icaza.
Rodrigo Archundia, titular de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO), mencionó que los elementos formaron su propia organización criminal, sin embargo no mencionó el nombre de la misma.
Los elementos detenidos son acusados de los delitos de delincuencia organizada, homicidio, portación y posesión de armas de fuego y cartuchos de uso exclusivo de las fuerzas armadas, así como secuestro.
El funcionario indicó que consignó a un juez federal del estado de Guerrero a los 13 agentes de la Policía Federal, debido a que se cuenta con los suficientes elementos para acreditar su responsabilidad en por lo menos siete homicidios.
Archundia dijo que “estas personas ubicaban a las víctimas, y algunas patrullas, dos para ser específicos, participaban en llevar a las víctimas a la casa de seguridad, que fue donde se encontraron tres cuerpos”.
Entre los elementos asegurados, algunos de ellos en flagrancia, se encuentran el inspector jefe, Cristian Joya Herrera, responsable de la estación y el jefe de turno, Américo Tamez Cavazos, quienes portaban un total de 40 mil pesos, producto de una extorsión a un transportista en la Autopista del Sol.
Con la captura de estos policías suman 94 elementos capturados durante la presente administración, por su presunta participación en robos, extorsiones o plagios en contra de los ciudadanos.
Tras el caso, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) afirmó que ha recibido denuncias de la participación de policías federales mexicanos en la comisión de delitos, por lo que es urgente que en el país se aceleren los procesos de profesionalización y control de los cuerpos policiacos, pues aunque nuevos “tienen los mismos defectos” que en el pasado, afirmó el secretario ejecutivo del organismo, Emilio Álvarez Icaza.
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