MÉXICO, D.F. (apro).- Las reformas a la Curia Romana que actualmente impulsa el Papa Francisco, apoyado por un grupo de ocho cardenales, serán medidas profundas y no meros retoques cosméticos, adelantó hoy el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi.
En rueda de prensa, Lombardi señaló
que dichas reformas quedarán plasmadas en la Constitución Pastor Bonus
adoptada en 1998, la cual rige la vida interna del Vaticano.
“No
se trata de un ‘aggiornamento’ (puesta al día) de la Constitución Pastor
Bonus, pues los cardenales no han venido aquí para hacer retoques o
cambios cosméticos”, aclaró el vocero de manera enfática.
Por lo
pronto, reveló, el Papa y los cardenales ya están discutiendo las
atribuciones del secretario de Estado, cuyo poder dentro del Vaticano es
el equivalente al de un primer ministro.
De acuerdo con Lombarda,
la Secretaría de Estado –cuyo poder es visto como un Estado dentro del
Estado–, debe transformarse “en una secretaría del Papa en el sentido
pleno de la palabra”.
Asimismo, señaló que el principal objetivo
de las reformas es eliminar el centralismo eclesiástico que tanto ha
sido criticado, para dar paso a una mayor participación de los
episcopados nacionales bajo un principio de subsidiariedad.
El
mismo Papa Francisco –en una reciente entrevista con el diario italiano
La Republica– criticó la organización vertical de la Curia Romana, que
es el aparato burocrático-administrativo de la Iglesia, y abogó por una
organización más horizontal en la que la toma de decisiones sea más
compartida.
El pontífice ya empezó a abonar el camino para estos
cambios trascendentales con el nombramiento como nuevo secretario de
Estado del italiano Pietro Parolin, quien el próximo martes 15
sustituirá en el cargo a Tarcisio Bertone.
Mientras tanto,
continúan los trabajos de esta comisión integrada por ocho cardenales,
provenientes de distintos países y designados para emprender los cambios
que requiere el Vaticano.
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