La joven envió una carta a la juez Paulina Iraís Medina y al
abogado de su agresor, Héctor Corona Vieyra, quien durante la audiencia
la calificó de inmoral por haber perdido la virginidad a los 17 años.
Ciudad de México • María de la Luz Salcedo
Palacios, conocida como Lucero, reprochó al sistema de justicia de
Guanajuato por no castigar con prisión al hombre que la golpeó
brutalmente, y señaló que su caso muestra las deficiencias que padecen
las mujeres víctimas de violencia en su entidad.
En una carta, Lucero manifiesta que se convirtió en una doble
víctima, de Miguel Ángel Jasso por golpearla, y del sistema judicial de
Guanajuato por hacer de la audiencia para imputar cargos a su agresor un
montaje, en el que se omitieron pruebas de los actos violentos y se
priorizaron detalles de su vida privada.
A través de la página de Facebook ‘Justicia para Lucero’, la joven
guanajuatense publicó la carta, dirigida a la jueza Paulina Iraís Medina
y al abogado de su agresor, Héctor Corona Vieyra, quien durante la
audiencia del pasado 30 de septiembre la calificó de inmoral por haber
perdido la virginidad a los 17 años.
Lucero escribió de manera sarcástica que ella terminó siendo culpable
de los delitos de lesiones y abuso erótico sexual, por “provocadora e
inmoral”, pero advirtió que no se detendrá en la búsqueda de la
justicia.
Aquí la carta de Lucero:
Respetables licenciados, he tratado de formular las palabras
correctas para expresarles a ustedes mi sentir por su desempeño el día
lunes 30 de septiembre del presente, en la audiencia de vinculación por
la denuncia hecha por su servidora, sin embargo no las encuentro, no
puedo decir exactamente la impotencia, coraje, y demás que siento, por
lo que les dedicaré sólo unas reflexiones personales.
En esta audiencia, el objetivo principal era presentar los delitos
por los que se condena a la persona de la cual recibí una agresión el
pasado jueves 12 de septiembre, sin embargo se volvió más que eso, se
volvió un circo, un montaje destinado a demostrar una, y cada una de las
fallas con las que lidian miles de personas al acudir a denunciar un
acto como del que yo misma fui víctima.
Fue una audiencia, muy curiosa, ya que la víctima terminó siendo
culpable y el inculpado una víctima más, de una mujer desidiosa,
sisañosa, provocadora e inmoral como la que soy yo.
Una audiencia en la cual, hasta me dieron ganas de pararme y pedir
perdón, a usted su señoría, por hacerle perder el tiempo, a usted
licenciado, por haber tenido que leer todas las inmoralidades que he
cometido, y a Miguel, sobre todo a él, por hacerlo pasar por semejante
situación, por haberlo provocado, por haberle causado enojo al decirle
que no, por haberlo desprestigiado, ya que está arrepentido, él se
disculpó por haberme casi matado, por haberme hecho pasar por, sino el
peor, uno de los peores días de mi vida, y yo? yo haciendo que sufra.
Perdón; a ustedes mis más sinceras disculpas.
En esta audiencia se ventilaron datos de mi vida privada, datos
irrelevantes para el caso, y aún más, siendo manifestados de una manera
denigrante, haciéndome entender que yo fui merecedora del acto cometido
contra mi persona, que me lo busqué, por inmoral, por tener una vida
sexual, por pensar que soy libre de decidir con quién estoy y con quién
no.
Pero aún con todo esto les agradezco. Les agradezco que no lo hayan
metido a la cárcel, que me hayan acusado de todo lo que se me acusó, que
hayan hecho uso de trucos sucios y bajos, que hayan omitido hechos
bastante relevantes, que no hayan impuesto los delitos que debieron ser,
que hayan hecho esto y todas las demás fallas que tuvieron ese día,
porque la gente se dio cuenta, porque la gente no es idiota y se dio
cuenta de lo que ocurrió, de que ahora no sólo soy víctima de esta
persona, soy víctima de ustedes, del sistema, y que aún así no me
detendré, no voy a parar, porque esto sólo es la punta del iceberg, sólo
es el comienzo.
Por su atención gracias, María de la Luz Salcedo Palacios.
(MILENIO/ Luz Eunice Lomart/ 4 Octubre 2013 - 2:27pm)
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