La Viña del Señor
A
días de su Primer Informe de gobierno, en donde habrá de decir a los
guaymenses el estado que guarda la administración municipal, es para los
porteños una verdadera interrogante sobre lo que habrá de informar el
alcalde Otto Claussen, famoso más allá del municipio, por los lloriqueos
con que inauguró su gestión y que acompañaba su reiterada queja de
falta de monetario en las arcas municipales, saqueadas según su
apreciación por los ratas panitas que lo antecedieron.
Pocos
le auguraban un triunfo en la contienda electoral del año pasado,
debido, primero, al sucio proceso de donde emergió ungido como candidato
y segundo, al enorme despliegue de recursos que desde mucho tiempo de
las precampañas dejó ver el armador Manuel Aguilar Juárez, quien
presumiendo cercanía estrecha con el gobernador Guillermo Padrés,
sostenía que la campaña era mero trámite y ya se sentía sentado en la
oficina más refrigerada de la casona de piedra de avenida Serdán y calle
23.
Sin
embargo, la soberbia, la división interna en el PAN y los puntos
negativos tanto del candidato blanquiazul que sumados a los del
exalcalde César Lizárraga, hacía previsible el desastre y el hundimiento
del proyecto panista y sus personeros, tal como en efecto aconteció, lo
que a la postre, benefició al PRI, partido que ganó de todas todas en
lo local.
Campaña de ocurrencias
Así
las cosas, sin hacer una campaña de propuestas viables, más bien de
“mafufadas” y de ocurrencias, como cierto sector lo calificó y ahí está
lo del teleférico, los mercados de mariscos y artesanías, etc., etc.,
nomás como muestra, el germano alcanzó la presidencia municipal, en
donde una vez instalado, inició una gestión peculiar por su forma de
gobernar: propuso el nombramiento de un supuesto Contralor Ciudadano en
la persona del panista chepino Héctor Hernández, escogido para perseguir
a los funcionarios de la anterior administración panista; llenó la
administración de funcionarios golondrinos y allegados suyos, lo cual
provocó malestar entre los miembros de la vieja guardia priísta; al
hacer agua su plan de poner como director de Seguridad Pública tanto al
Poncho Flores como a Gianco Urías Abundis, optó por dejar acéfala a la
corporación hasta la fecha, acción que con el veto a José Bolaños Castro
por parte de su particular Eduardo Gaxiola, ya lo tiene enfrentado con
el empresario Marco Antonio Llano, uno de los pilares del PRI porteño,
mientras instituciones como la Armada de México y la SSPE de Ernesto
Munro Palacios, de diversas maneras han manifestado su desconfianza en
la policía municipal, el malestar por la forma en que el Colorado ejerce
el mando entre los uniformados ha quedado más que de manifiesto y sigue
sin atenderse, cuando es conocido que durante el gobierno de Bernardino
Cruz Rivas, una rebelión de policías tumbó a su director Francisco
Chespirito Gallegos Ricardez; después metió brutal tijera a la nómina,
lo cual inundó de demandas al Tribunal Contencioso estatal por el
despido de que fueron objeto los empleados del ayuntamiento y no
conforme se atrevió a querer controlar la vida sindical del SUTSAG, a
través de infiltrados suyos en la organización gremial. Sus notables y
prolongadas ausencias de palacio le han ganado fama como alcalde viajero
y ausente, lo que ha provocado un enorme poder en manos de su
secretario particular, al operar éste, por encargo suyo, dependencias
tan importantes como Seguridad Pública, Comunicación Social y Obras
Públicas.
Diferendo municipio-Estado sin beneficio
Hasta
estas fechas, el ario no ha podido limar asperezas con el gobernador
Padrés, con quien mantiene diferencias desde su época de diputado en el
Congreso del Estado, cuando como integrante de la mayoría legislativa
compuesta por las fracciones del PRI-PVEM y PANAL, dejaron sin
presupuesto a la entidad lo que ocasionó trastornos en el desempeño
gubernamental y obligó a duros ajustes y ya como alcalde se opuso
haciendo bloque con otros presidentes municipales emanados del tricolor
al cobro del Impuesto para Apoyo a la Infraestructura Municipal, mejor
conocido como COMUN, más no así, con la tajada que de ese pastel le tocó
al municipio.
Su
rol en el bloqueo de la carretera internacional en Vícam por los duales
y los del Movimiento No al Novillo, con metida de mano del alcalde
cajemense Rogelio Díaz Brown y demás gatilleros del boursismo, tampoco
lo ha dejado bien parado con el number one, cuando la tribu yoreme vive
abandonada a su suerte y su rescate no es considerado por las
autoridades municipales. Lo que debió ser una relación constructiva en
beneficio de sus gobernados, está resultando un tanto accidentada por su
loca persecución y cacería de panistas y la utilización política de la
información, para poner en evidencia a la pasada administración,
mientras presta oídos sordos a las irregularidades y desfiguros de los
actuales funcionarios.
La
gestión de Claussen al frente del ayunta, bien puede resumirse en dos
que tres obritas relevantes, así como en la compra de patrullas de
segunda, de dudosa procedencia por cierto ya que en el inter anunciaron
que fueron donadas, luego que fueron compradas, después que compradas
con recursos propios y hasta que fueron compradas con recursos del
Subsemun. Todo eso y más dijeron. Se hicieron bolas, pues.
Ni jefe, ni proyecto
Sin
una estrategia de gobierno definida y sin un Plan de Desarrollo
Municipal, elaborado tomando en cuenta el sentir de los diversos
sectores de la comunidad, existe la apreciación de que la administración
camina sin rumbo a un año de ejercicio y sin contar con una base social
de apoyo, pues quien debería de proporcionarla, que es el PRI, amén de
su inacción, no parece existir identificación con su proyecto, si es
válido hablar de él, pues más allá de la movilización e injerencia
manifiesta de llevar a la Karla Pérez al FJR, no es posible notar que
ejerza el papel de jefe político –líder nato, decían los usos y
costumbres-- de los priístas que tradicionalmente jugaban los alcaldes
de otros tiempos.
Dentro
de todo eso, se dice que el verdadero afán de los hermanos Claussen,
Otto Guillermo y Enrique, y de todo el clan familiar, es preparar el
terreno para en el 2015, buscar la diputación federal por el 04 distrito
y hacerse de un escaño en San Lázaro, desde dónde, apuntalar los
avances con altas miras a futuro.
Ojalá
que el deschongue por hacerle el feo a Bolaños, no haya hecho
encabronar a su patrón el Morroño y se empeñe el agricultor en hacerle
valer el cobro de facturas al alcalde en la liza venidera, porque de que
aún conserva poder e influencia Don Toño, tanto al interior como al
exterior del PRI ni quien lo dude, cuando lo que más le ha faltado a
Otto es prudencia en su desempeño.
Por eso muchos se preguntan: De qué y para qué va a informar Otto Claussen?
Alguien a estas alturas le cree al Otto Claussen?... ¡YO TAMPOCO!
(EL PORTAL DE LA NOTICIA / Columna La Viña del Señor/ Jueves, 29 de Agosto de 2013 21:43)
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