sábado, 31 de agosto de 2013

OTTO, INFORME DE QUÉ Y PARA QUÉ

La Viña del Señor

A días de su Primer Informe de gobierno, en donde habrá de decir a los guaymenses el estado que guarda la administración municipal, es para los porteños una verdadera interrogante sobre lo que habrá de informar el alcalde Otto Claussen, famoso más allá del municipio, por los lloriqueos con que inauguró su gestión y que acompañaba su reiterada queja de falta de monetario en las arcas municipales, saqueadas según su apreciación por los ratas panitas que lo antecedieron. 

Pocos le auguraban un triunfo en la contienda electoral del año pasado, debido, primero, al sucio proceso de donde emergió ungido como candidato y segundo, al enorme despliegue de recursos que desde mucho tiempo de las precampañas dejó ver el armador Manuel Aguilar Juárez, quien presumiendo cercanía estrecha con el gobernador Guillermo Padrés, sostenía que la campaña era mero trámite y ya se sentía sentado en la oficina más refrigerada de la casona de piedra de avenida Serdán y calle 23.

Sin embargo, la soberbia, la división interna en el PAN y los puntos negativos tanto del candidato blanquiazul que sumados a los del exalcalde César Lizárraga, hacía previsible el desastre y el hundimiento del proyecto panista y sus personeros, tal como en efecto aconteció, lo que a la postre, benefició al PRI, partido que ganó de todas todas en lo local.

Campaña de ocurrencias

Así las cosas, sin hacer una campaña de propuestas viables, más bien de “mafufadas” y de ocurrencias, como cierto sector lo calificó y ahí está lo del teleférico, los mercados de mariscos y artesanías, etc., etc., nomás como muestra, el germano alcanzó la presidencia municipal, en donde una vez instalado, inició una gestión peculiar por su forma de gobernar: propuso el nombramiento de un supuesto Contralor Ciudadano en la persona del panista chepino Héctor Hernández, escogido para perseguir a los funcionarios de la anterior administración panista; llenó la administración de funcionarios golondrinos y allegados suyos, lo cual provocó malestar entre los miembros de la vieja guardia priísta; al hacer agua su plan de poner como director de Seguridad Pública tanto al Poncho Flores como a Gianco Urías Abundis, optó por dejar acéfala a la corporación hasta la fecha, acción que con el veto a José Bolaños Castro por parte de su particular Eduardo Gaxiola, ya lo tiene enfrentado con el empresario Marco Antonio Llano, uno de los pilares del PRI porteño, mientras instituciones como la Armada de México y la SSPE de Ernesto Munro Palacios, de diversas maneras han manifestado su desconfianza en la policía municipal, el malestar por la forma en que el Colorado ejerce el mando entre los uniformados ha quedado más que de manifiesto y sigue sin atenderse, cuando es conocido que durante el gobierno de Bernardino Cruz Rivas, una rebelión de policías tumbó a su director Francisco Chespirito Gallegos Ricardez; después metió brutal tijera a la nómina, lo cual inundó de demandas al Tribunal Contencioso estatal por el despido de que fueron objeto los empleados del ayuntamiento y no conforme se atrevió a querer controlar la vida sindical del SUTSAG, a través de infiltrados suyos en la organización gremial. Sus notables y prolongadas ausencias de palacio le han ganado fama como alcalde viajero y ausente, lo que ha provocado un enorme poder en manos de su secretario particular, al operar éste, por encargo suyo, dependencias tan importantes como Seguridad Pública, Comunicación Social y Obras Públicas.

Diferendo municipio-Estado sin beneficio

Hasta estas fechas, el ario no ha podido limar asperezas con el gobernador Padrés, con quien mantiene diferencias desde su época de diputado en el Congreso del Estado, cuando como integrante de la mayoría legislativa compuesta por las fracciones del PRI-PVEM y PANAL, dejaron sin presupuesto a la entidad lo que ocasionó trastornos en el desempeño gubernamental y obligó a duros ajustes y ya como alcalde se opuso haciendo bloque con otros presidentes municipales emanados del tricolor al cobro del Impuesto para Apoyo a la Infraestructura Municipal, mejor conocido como COMUN, más no así, con la tajada que de ese pastel le tocó al municipio.

Su rol en el bloqueo de la carretera internacional en Vícam por los duales y los del Movimiento No al Novillo, con metida de mano del alcalde cajemense Rogelio Díaz Brown y demás gatilleros del boursismo, tampoco lo ha dejado bien parado con el number one, cuando la tribu yoreme vive abandonada a su suerte y su rescate no es considerado por las autoridades municipales.  Lo que debió ser una relación constructiva en beneficio de sus gobernados, está resultando un tanto accidentada por su loca persecución y cacería de panistas y la utilización política de la información, para poner en evidencia a la pasada administración, mientras presta oídos sordos a las irregularidades y desfiguros de los actuales funcionarios.

La gestión de Claussen al frente del ayunta, bien puede resumirse en dos que tres obritas relevantes, así como en la compra de patrullas de segunda, de dudosa procedencia por cierto ya que en el inter anunciaron que fueron donadas, luego que fueron compradas, después que compradas con recursos propios y hasta que fueron compradas con recursos del Subsemun. Todo eso y más dijeron. Se hicieron bolas, pues.

Ni jefe, ni proyecto

Sin una estrategia de gobierno definida y sin un Plan de Desarrollo Municipal, elaborado tomando en cuenta el sentir de los diversos sectores de la comunidad, existe la apreciación de que la administración camina sin rumbo a un año de ejercicio y sin contar con una base social de apoyo, pues quien debería de proporcionarla, que es el PRI, amén de su inacción, no parece existir identificación con su proyecto, si es válido hablar de él, pues más allá de la movilización e injerencia manifiesta de llevar a la Karla Pérez al FJR, no es posible notar que ejerza el papel de jefe político –líder nato, decían los usos y costumbres-- de los priístas que tradicionalmente jugaban los alcaldes de otros tiempos.

Dentro de todo eso, se dice que el verdadero afán de los hermanos Claussen, Otto Guillermo y Enrique, y de todo el clan familiar, es preparar el terreno para en el 2015, buscar la diputación federal por el 04 distrito y hacerse de un escaño en San Lázaro, desde dónde, apuntalar los avances con altas miras a futuro.

Ojalá que el deschongue por hacerle el feo a Bolaños, no haya hecho encabronar a su patrón el Morroño y se empeñe el agricultor en hacerle valer el cobro de facturas al alcalde en la liza venidera, porque de que aún conserva poder e influencia Don Toño, tanto al interior como al exterior del PRI ni quien lo dude, cuando lo que más le ha faltado a Otto es prudencia en su desempeño.

Por eso muchos se preguntan: De qué y para qué va a informar Otto Claussen?

Alguien a estas alturas le cree al Otto Claussen?... ¡YO TAMPOCO!

(EL PORTAL DE LA NOTICIA /  Columna La Viña del Señor/ Jueves, 29 de Agosto de 2013 21:43)



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