Productores agrícolas de Quilá I acusaron a la empresa Jova
(propiedad de Joel Valenzuela) de descapitalizarlos y obligarlos a
vender tierras y maquinaria, al aplicar intereses de hasta un 52.8 por
ciento y de aprovechar recursos del gobierno federal para otorgar
créditos en condiciones de usura y en perjuicio de los campesinos.
“Desde que entró al valle de San Lorenzo, apoyados por el gobierno
para que dé créditos a los campesinos, se han dedicado a lucrar con los
programas de financiamiento federales”, dijo Jesús Manuel Romero,
tesorero del ejido Quilá I y de la parafinanciera Dispersadora Valle
Agrícola Quilá.
El gobierno, agregó, ha informado que Jova debe cobrar un interés del
8 por ciento anual, pero ellos aplican entre un 1 y un 2 por ciento
mensual, lo que al año asciende a un 24 por ciento.
“Ellos, los de Jova, nos mandan a la calle y nos obligan a vivir de
milagro, en la miseria. Ellos son los nuevos usureros del campo”, dijo.
Pistas del monopolio
Gabriel Mercado Arredondo, productor agrícola de esa región, señaló
que entregó su cosecha de maíz en mayo de 2012 y luego de muchos
pretextos, le pagaron en agosto “porque según ellos no han vendido la
cosecha, que no tienen dinero, pero ese no es asunto mío. Yo entrego la
cosecha y ellos deben pagar en una semana”.
En esa ocasión, recordó, fueron alrededor de 550 toneladas de maíz.
En otra cosecha que entregó en abril de 2013, la liquidación le llegó en
julio.
Manifestó que los campesinos se han enfrentado a los altos intereses,
el retraso en los pagos de parte de las empresas compradoras y del
gobierno—como en el caso de los daños sufridos por el frío a principios
de 2012, de lo que aún le adeudan 3 mil pesos por hectárea—, falta de
agua, bajos rendimientos, y pésimos precios de granos como el maíz.
Ahora tienen que vender tractores, maquinaria, tierras y equipo, para sobrevivir, lamentó.
Recordó que en ciclo 2012-2013 ejerció junto con su esposa Elda
América Ruiz Eseberri un crédito de 186 mil 743.50 pesos y le cobran
intereses “normales” por 23 mil 583.42 pesos, más 404 pesos de intereses
moratorios.
“Es una infamia, porque el 21 de mayo de 2012 les entregué tres
camiones de maíz y me iban a pagar de inmediato y eso puede ser en una
semana, se entiende. El precio fue de 4 mil 200 pesos… pero la paga
llegó hasta el 6 de agosto y el cobro por los intereses por 183 mil
pesos más moratorios. O sea que Jova es una financiera usurera”,
manifestó.
Además, advirtió, es una empresa que tiene el monopolio en el campo
en la zona de San Lorenzo: vende seguros, compra granos y además da
financiamiento a los campesinos.
Mercado Arredondo recordó que le cobraron intereses normales del 1.5
por ciento mensual y de mayo a agosto, en lugar de aplicarlos hasta mayo
porque fue la fecha en que entregó la cosecha. Esto significa, explicó,
que cobran intereses porque se retrasa el pago del que ellos mismos son
responsables, porque no liquidan la cosecha.
Dijo que desde mayo se ha inconformado con los directivos de Jova por
los cobros excesivos, pero ya no solo no lo atienden sino que turnaron
su caso al departamento jurídico, del que ya le enviaron un
requerimiento.
En un documento enviado por el Departamento Jurídico, con domicilio
en carretera Navolato 13916 interior D, colonia Aguaruto, y fecha del 1
de agosto de 2013, le advierten que tiene un crédito por vencer y que si
no lo resuelve el caso podría manchar su historial en el Buró de
Crédito.
“No nos gustaría que se viera afectado por los intereses moratorios
pactados en el contrato que celebró, ni con un mal historia en Buró de
Crédito”, reza el documento, enviado a Elda América Ruiz Eseberri y
firmado por Alicia Ramos Corral, del departamento legal.
Esa ha sido la respuesta de la empresa a sus insistentes reclamos iniciados en el 2013.
Este año, sembró garbanzo y le aplicaron intereses de 2.20 por ciento
mensual. La diferencia que no ven los directivos de la empresa es que
estos intereses los cobran a pesar de que tuvo pérdida total por
enfermedad, de acuerdo con el acta única de siniestro total extendido
por Jova Fondo de Aseguramiento Agrícola, el 12 de febrero y firmado por
Patricia del Socorro Salcedo Olivas, gerente.
“En atención al aviso de siniestro #223 se verificó el cultivo de
garbanzo encontrándolo fuertemente afectado por la enfermedad antes
mencionada, a pesar de que el productor aplicó los métodos de control
dicha enfermedad siguió propagándose (…) se dictamina pérdida total”,
reza el dictamen expedido.
En otro documento de Jova Capital, dirigido a Elda América Ruiz, le
informan de un crédito por 65 mil 181 pesos, que tiene intereses por 10
mil 585, moratorios por 899 pesos y un saldo de 8 mil 692 pesos. Abajo,
en el aparatado Resumen de Crédito, le informan que su contrato 121, de
avió, por ocho hectáreas de garbanzo, tiene tasa mensual de 2.20 por
ciento, anual de 26.40 por ciento y tasa de intereses moratorios por
52.80 por ciento.
“Esto me están cobrando pero no dicen lo que tardan en pagar. El
seguro agrícola dice que no deben pasar de 30 días en liquidar la
cosecha, pero ellos duran hasta 90 días”, criticó Mercado.
Mercado y Romero señalaron que Jova es la empresa que tiene más
quejas entre el campesinado de la región, debido a que lucran y abusan
de los créditos y pagos. Quien trabaja con ellos, señaló Romero, se
descapitaliza.
Exigieron al gobierno federal, la Comisión Nacional Bancaria y de
Valores, Condusef, FIRA y otras dependencias, que vigilen a Jova y este
tipo de empresas que reciben recursos públicos para otorgar
financiamiento a los campesinos, pero que hacen mal uso de ellos.
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