Redacción/Proceso
MONTERREY, N.L.
(apro).- La Agencia Estatal de Investigaciones (AEI) presentó esta mañana a
otros tres sujetos presuntamente vinculados con el homicidio del agente
ministerial Gustavo Gerardo Garza Saucedo.
Se trata de Juan
Jesús Silva Sáenz, de 30 años de edad, Jorge Luis Ortiz Martínez, de 47, y
Leonardo Chávez Hernández, de 42, quienes relataron a la prensa la manera en
que se fraguó el plan para que un francotirador asesinara al mando policiaco el
pasado 19 de febrero, en su domicilio de la colonia Hacienda del Carmen,
municipio de Apodaca.
De acuerdo con un
informe difundido por la Procuraduría General de Justicia del estado (PGJE),
Ortiz Martínez y Chávez Hernández, quienes trabajaban como guardias en la
colonia donde vivía la víctima, declararon que fueron amenazados y obligados a
recibir dinero para ubicar el domicilio exacto del coordinador del área
antirrobos en la AEI y notificar sus movimientos.
La dependencia
detalló que Juan Jesús Silva Sáenz, líder del grupo, fue aprehendido la noche
del pasado jueves 14 –en posesión de 34 armas largas y 67 cargadores– en un
retén localizado en la carretera Monterrey-Laredo.
Durante los
interrogatorios, el detenido –quien estuvo preso durante un año en el Penal de
Topo Chico– manifestó que antes de que se perpetrara el asesinato, vigiló por
varios días las actividades del comandante.
Dos días antes del
homicidio, dijo, acompañó en su camioneta Explorer a los tripulantes de otro
coche para efectuar rondines alrededor de la colonia Hacienda del Carmen.
La madrugada del 19
de febrero, añadió, esperó afuera del domicilio, y cuando el comandante llegó
en su camioneta se lo notificó a dos cómplices. Enseguida escuchó una
detonación y se retiró del lugar.
Ortiz Martínez, otro
de los detenidos, señaló que a principios de febrero, cuando terminó su turno,
fue abordado en la parada del camión por un hombre, quien a punta de pistola lo
obligó a subir a un vehículo donde había otras tres personas, las cuales lo
amenazaron con hacerle daño, a él y a su familia, si no “cooperaba”.
Mencionó que los
sujetos le ofrecieron 50 mil pesos a cambio de que les señalara el punto exacto
donde vivía el comandante, y para asegurarse de que no los traicionaría, dijo,
lo transportaron hasta su casa.
Tres días después de
ese hecho, los delincuentes regresaron a la caseta y lo presionaron para que
revelara la dirección del jefe ministerial, y lo obligaron a recibir 3 mil
pesos cada semana para que les reportara sus movimientos.
De su lado, Chávez
Hernández declaró que ya había sido advertido por su compañero de caseta,
cuando hombres armados lo amenazaron. Les dijo que Jorge Luis era quien conocía
el domicilio exacto de la víctima.
Posteriormente
recibió un sobre con 20 mil pesos a cambio de su silencio, y le advirtieron que
si hablaba lo desaparecerían.
Sin ofrecer mayores
detalles, la PGJE informó que ya tiene identificados a otros cómplices de los
presentados este miércoles.
(PROCESO/ Redacción/ 20 de marzo de 2013)
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