El FBI cree que José Susumo Azano Matsura es un hombre
muy peligroso.
Redacción/ Riodoce
“Susumo
recientemente le dijo a una tercera persona que descubrió una manera de acabar
con Sempra por dos mil millones de dólares”, dicen documentos desclasificados
de la Agencia Federal de Investigación de Estados Unidos (FBI, por sus siglas
en inglés).
“Se cree que Susumo
es un hombre muy peligroso”, advierte el FBI.
A raíz de una
investigación por presuntos actos de corrupción de Sempra en México, abierta en
2011, la empresa pidió que el Departamento de Justicia de Estados Unidos
investigara al empresario mexicano, pues tiene información que indica que está
financiando una campaña en su contra, y que está asociado con narcotraficantes
y con muchos políticos.
Como informó 24
HORAS, en las relaciones bilaterales de México con Estados Unidos, el litigio
por el terreno donde la empresa Sempra tiene su planta en Ensenada, Baja
California, es el problema más grave entre las dos naciones.
Para Estados Unidos,
Sempra, que abastece de gas natural a toda la Costa Oeste de ese país, que
incluye a California, la octava economía del mundo, es un asunto de Seguridad
Nacional.
Con el Departamento
de Seguridad Territorial (DHS, por sus siglas en inglés) a la cabeza, varias
agencias de inteligencia de Estados Unidos han investigado en los últimos meses
los nexos políticos del empresario, para determinar los apoyos y razones por
las cuales encabeza el litigio en contra de Sempra.
Un documento
desclasificado del FBI, fechado el 10 de mayo de 2011, señala que antes del
intento de cerrar la planta de gas licuado de Sempra en Ensenada, el 11 de
febrero de 2011, un abogado de Susumo amenazó con que el equivalente de la
“bomba de Nagasaki” sería lanzada contra la instalación.
Sempra cree, dice el
FBI, que Susumo tenía “en la bolsa” al alcalde de Ensenada en ese entonces,
Enrique Pelayo Torres.
El grupo de Susumo,
recuerda el FBI, está desesperado buscando su retorno de inversión.
Según el reporte,
Sempra está seriamente preocupada por las amenazas y contemplaba expresar esas
preocupaciones a altos funcionarios estadunidenses.
Y lo hizo.
El nombre de Azano
Matsura fue mencionado por primera vez a los mexicanos el año pasado.
Por un lado, al ex
presidente Calderón en sus reuniones privadas con el presidente Barack Obama,
quien había sido alertado por la secretaria de Estado, Hillary Clinton, de los
riesgos en que se encontraba la economía de la Costa Oeste y la empresa
estadunidense por los recursos que había inyectado este empresario al caso.
Por el otro, durante
la campaña presidencial, varios miembros del equipo de Enrique Peña Nieto
fueron informados de que el empresario se había convertido en un riesgo para
las relaciones bilaterales y que el caso de Sempra era un asunto de seguridad
nacional.
El propio Calderón,
durante la reunión de su gabinete con el equipo de transición en Los Pinos,
cuando hablaron de la relación bilateral, colocó a Sempra en el lugar número
uno del mapa de riesgos, seguido del problema del tomate -que recién se
resolvió- y el problema de la violencia en las ciudades fronterizas.
Es por lo anterior
que espías estadunidenses, encabezados por el Departamento de Seguridad
Territorial (DHS), aplican presión alrededor de los negocios del empresario
mexicano José Susumo Azano Matsura, principalmente en Estados Unidos, para
hacer más público su perfil y sacarlo de su zona de confort.
“El objetivo final
es mancharlo lo suficiente como para que sus conexiones y contactos quieran
romper relaciones con él y presionarlo para que deje en paz a Sempra”, dice
otro de los reportes de investigación del gobierno de Barack Obama, en poder de
este diario.
(RIODOCE.COM.MX/ Redacción/ marzo 20, 2013)
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