jueves, 7 de febrero de 2013

SE DESTAPA CLOACA EN LA DGETI-SONORA



Profr. Oscar Acosta Castro
Anda asustado Mario Olguín Cebreros, enviado por el alto mando de la SEMS a nivel estatal para resolver el conflicto que ahoga al CBTIS 40 de Guaymas… y eso que apenitas fue enterado de la punta del iceberg de la corrupción que la directora del plantel Magaly Arreola Sánchez, ha instituido con toda impunidad.

A Olguín le pasó como a aquel sujeto del cuento que al encontrarse raro animalito que le llamó la atención por el exceso de extremidades y al que al contarle las mismas lo soltó asustado… 97, 98, 99…         ¡ayyy mamacita… es un cien pies…!!

Algo parecido hizo el funcionario cuando padres de familia enfrente suyo marcaron  a los teléfonos de empresas de Ciudad    Obregón como Manaya Maquinaria y Supervisión, S.A. de C.V., cuya denominación aparece en facturas ficticias que amparan cantidades sospechosas y les contestaron que dichos números era de casas particulares que nada tenían que ver con venta de bienes o insumos para escuelas y mucho menos a los que refiere tales documentales.

Herencia maldita

Sin embargo, ahora se sabe que casos como el de la Arreola, hay a pasto a lo largo y ancho del país en una suerte de enfermedad que corroe el sistema educativo y al que no es ajeno ni el director general de DGETI Luis Mejía, ni el coordinador administrativo José Trejo Chávez.

Ambos superiores y protectores de gentes como el Subdirector de Enlace Operativo Salvador Castro Montañez, quien duró menos del año en cargos similares en Sinaloa, Morelia y San Luis Potosí, lugares de donde salió por piernas por sospechas aclaradas… ¡por rata!... sostienen algunos enterados de los intríngulis dentro de los muros de dicha dirección.

Ese nefasto grupo hipócritamente promovía “la cobertura con equidad” mientras bajo la mesa se servían con la cuchara grande, como cuando al director del CBTIS 11 de Hermosillo se le ordenó apartara espacios para recomendados o cuando Salvador Castro hizo la vida imposible al joven Armando Ramírez.

Porque al igual que el profe Juan Roberto Mendoza Magdaleno de Guaymas le dio por denunciar las anomalías en los manejos financieros y administrativos de la escuela en que laboraba.

Dicha plaga que se conformó durante la gestión de Josefina Vázquez Mota, es herencia maldita suya y tiene seis mamando de la ubre presupuestal, abusando de su poder y es para no dormir,  pensar que la educación media superior está en manos de esa bola de “malandros” y más, cuando se sabe de la venta de plazas para estudiantes de a $5,000.00 por interesado y en donde funcionarios estatales y federales pedían y exigían cuotas de asignación.

Salvador Castro, el Julio regalado de la DGETI

Quienes lo conocen o han tenido la experiencia de batallarlo y sufrirlo, lo identifican como el operador comercial de la dependencia, aunque finge ser operador educativo, careta con la se maneja, cuando todo mundo sabe que es el encargado colocar software, equipos, muebles, libros, programas, relojes superestrambóticos de última tecnología para detectar a los faltistas que valiendo $2,800.00 en cualquier ferretería mete en $70,000.00 por poner un ejemplo y que adquiridos en los 1,200 planteles que existen en el país da una buena feriecita y en el éxito de ese negocito juegan un rol primordial los directores de las escuelas, quienes autorizan las compras a modo que sin chistar benefician a los jefes.

Y en el funcionamiento de ese entramado es vital intimidar con despedir de la DGETI a los críticos o meter a la cárcel a la disidencia para con tan burdas leperadas. Así y solo así, han podido sostener tal estructura de ambiciosos.

Si no, pregúntenle amables lectores a la señora Xóchitl López López, ex jefa administrativa de la Subdirección de Enlace Operativo de la DGETI, encargada de llevar las cuentas en el estado y quien tras denunciar las tropelías de Castro y resto de cómplices en la dirección en el Órgano de Control Interno de la SEP, fue cesada del cargo por esa osadía. Igual le sucedió al ex subdirector del CBTIS 40 Luis Ayala quien por no prestarse al juego enfermizo de Salvador Castro, quien atiza el conflicto en ese plantel fue “renunciado” de su puesto.
Su apuesta por criminalizar su diferendo con la delegación sindical perteneciente al plantel, lo tiene a un tris de que las consecuencias se le reviertan ante el probado abuso de autoridad con que se maneja en el caso.

Algo que llama la atención y que responde a casi una política de estado al interior de dicha dirección, lo es la contratación de damas de buen ver para los puestos de directores y subdirectores, incluyendo chamacada en cargos de menor nivel,  perfil preferido de los mandos en el reclutamiento de personal, fenómeno de trata de personas que hasta en el puerto empieza hacer mella en forma sorda.

Se dice que tal saqueo responde a un plan preconcebido para su sistema de comercialización (disfrazado de programa nacional de becas) para lo cual, se elaboró un mapa nacional por escuela, en donde se ubica la zona económica en que está enclavado cada plantel (residencial, pudiente, popular, pobretón, rural, citadino, etc.) y así se sabe en una operación de marketing puro lo que se puede vender o colocar en cada lugar o zona.

Es obvio que en la SEP hay gente honesta, pero es inocultable que la podredumbre está calando sus cimientos y dentro de las historia negras que se cuentan está aquella referente a que en una reunión nacional de directores de CBTIS en la ciudad de México, en cierto momento de locura se dio una orgía y cuya consecuencia fue que a muchos de ellos les dieron “gasparín” por sus tendencias a calarse como machitos. ¡Ahhh maistros!!

CBTIS 40, S.A. DE C.V.

En Guaymas, con Arreola, por las mañas demostradas por la mujer si podría encajar entre los  requerimientos exigidos por Castro y compañía que han hecho de los CBTIS en el estado, verdaderas fuentes de negocio como el que las maestras de inglés Oneyda Rafaela Sotelo Tam y Myriam del Rosario Ramos Ruiz, jefas del departamento de planeación y de vinculación con el sector productivo del turno matutino respectivamente, por obra y gracia de Magaly, a quien le sirven incondicionalmente…

Pero no es gratis, cuando las teachers aprovechan de manera ilícita, la información que obtienen en las reuniones de academia, para vender a chaleco, libros por su cuenta a los alumnos inscritos en sus materias a quienes aseguran un 40% de la calificación a la compra del texto y se niegan a recibir tareas de alumnos que no lo han adquirido para presionar su venta según el semestre y tamaño de grupo.

Trafican con información privilegiada.

A los maestros que no entran en el enjuague al que no es ajeno la directora, es excluido de la academia de inglés y no se le asigna carga de dicha materia, a quienes les dan otras materias menos las de la lengua de Shakespeare.

Las mujeres citadas, asisten regularmente a presentaciones de libros de texto en diferentes partes y se supone que las editoriales les cubren los gastos de traslado, hospedaje y alimentación a cambio de cierta cuota de unidades para su venta, que se comprometen a cubrir aprovechando su puesto de docentes y los planes y programas de estudio oficiales y el mercado cautivo de alumnos.

Desde la llegada de Magaly Arreola a la dirección del plantel en septiembre de 2011 la matricula cayó de 1800 alumnos que tenía en el ciclo 2010-2011 a 1400 en el ciclo escolar I-2012.

Como se ve, el negocio es redondo a costa de los educandos y sus padres, eso sin contar la exigencia del pago de las cuotas “voluntarias” a cambio de la entrega de documentos oficiales como certificados, el ofrecimiento por parte de Arreola de plazas administrativas en la institución a cambio de apoyo para su causa una vez que acabe el conflicto.

 Como el que se dice le ofreció a María del Pilar Aguilar Verdugo, a quien prometió la instalación de un ciber en la escuela, con tal de que esta socavara la unidad de los padres de familia agraviados y quienes toparon con sordera cuando han puesto del conocimiento de tales hechos a Salvador Castro Montañez, les responde que no tiene facultades para quitarla, cuando se sabe que por menos de ello, ordenó el cese de Joaquín Figueroa Alcántar de la dirección de un plantel de Aguaprieta en diciembre pasado, puesto que apenas tenía tres meses bajo el argumento (favor de no soltar la carcajada) de que tenía bajo índice de rendimiento en el trabajo.

A pesar de que Figueroa, había sido durante 29 años, director de un CETIS en Nogales, al que puso con notas sobresalientes respecto a los 15 plantes del tipo en la entidad. Por lo pronto, la decisión le valió senda demanda tanto a Castro como a su jefe Luis Mejía Piña.

Asimismo, por esas fechas también fue destituido el director de un CBTIS en Cajeme, quien fue chamaqueado al pagar un trabajo cuyo proveedor nunca le cumplió y cosa que le valió su salida.

Y lo que son las cosas, la directora del CBTIS 40 a pesar de los bajos índices de calidad que ha reportado en el plantel bajo su responsabilidad, el cúmulo de señalamientos de corrupción que se añaden día a día y el desprestigio social de su figura, sigue firme en el puesto. Nomás en el Órgano de Control Interno de la SEP se siguen en su contra los expedientes QU-161/2011, DE-206/2011 y DE-306/2011 y la profesora y madre de familia Luz María Carrillo ha denunciado maltratos de parte de la directora Arreola, para quien el Manual de Carreño y los libros de la Gaby Vargas son ajenos.

Sin embargo, se afirma, el quid de la cuestión, radica en que para los “jefes” de la DGETI, quien no cumpla con las cuotas requeridas es dado de baja hasta que llegue uno que si dé el ancho y ahí está el patético caso de un CBTIS de Veracruz que en un año ha tenido 40 directores, todo un récord.

Aunado a toda la cloaca que ha aflorado a raíz del movimiento que encabeza la D-II-26 de la Sección 28 del SNTE en el puerto, a cuyos miembros hartó con sus desplantes la protegida de Castro Montañez, no han cesado los intentos de intimidación para con maestros y padres de familia como le sucedió a la señora Nadia Perea, a quien un vehículo color negro con vidrios polarizados hostigó el lunes pasado y le dio un golpe para hacerla desistir de apoyar la solicitud de salida de la escuela de la Fiona, como apodan los alumnos a la directora por su parecido físico con el personaje de caricatura de la película Shrek.

Como parte de una embestida desesperada en su afán de aferrarse al hueso, este martes se presentó al plantel el jefe del departamento de servicios docentes del turno vespertino, Aarón Edmundo Luna Rivera, quien en compañía de otro sujeto se hicieron pasar como elementos de la PEI y preguntaron a la guardia de seguridad del plantel por algunos maestros, entre ellos el ingeniero Gabriel Almeida Ramos secretario general de la delegación sindical en Guaymas.

En conclusión, no hay duda de que para Salvador Castro Montañez, la educación media superior en Sonora es solo un negocio y como tal, lo maneja y mientras la caja suene, no hay pex.  Business are business.

Y mientras tanto… ¡¡¡los alumnos que se jodan!!!


(DOSSIER POLITICO/ COLUMNA Profr. Oscar Acosta Castro/08 Enero 2013)

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