Hoy traicioné a mi mejor amigo y le hice dormir. Rocco confió en mí y yo le fallé. No merecía esto", escribió el actor de 47 años antes de quitarse la vida.
NUEVA YORK.- Nick Santino, un actor de
telenovelas venido a menos, se suicidó el pasado martes tras practicarle la
eutanasia a su perro Rocco, presionado por sus vecinos del edificio en que vivía
en el barrio neoyorquino del Upper West Side.
El día de su 47º
cumpleaños, el actor nacido en Brooklyn decidió practicarle la eutanasia a su
perro, mezcla de pitbull, al que había adoptado de un refugio. “Hoy traicioné a
mi mejor amigo; lo sacrifiqué. Rocco confiaba en mí y le fallé”, escribió
Santino, abatido, en su carta de suicidio, según aseguró su amigo Stuart
Sarnoff.
Poco después de adoptar a Rocco, el actor de telenovelas como
“All My Children” y “Guiding Light” comenzó a escribir sobre su mascota en
Facebook: “Yo no rescaté a Rocco; Rocco me rescató a mí”. Santino, criado en
orfanatos y casas de acogida, comenzó a ser hostigado por la administración del
edificio en que vivía, ubicado en el número 1 de la Lincoln Plaza, cuando en
2010 se volvieron más estrictas las normas sobre la tenencia de perros. Entre
estas normas, se incluía una por la que se prohibían los pitbull en el inmueble,
además de restricciones en cuanto al uso de los ascensores principales y al
tiempo que podía permanecer un pitbull solo en el apartamento —9 horas como
máximo—. Aunque la prohibición no tenía en cuenta a perros que se encontraran ya
en el edificio, el actor comenzó a ser hostigado, según relataron vecinos y
amigos del fallecido. “La gente se estaba quejando del perro”, aseguró Kevan
Cleary, de 63 años, vecino de Santino y profesor adjunto en la Brooklyn Law
School. “Tenían vía libre para hacerlo”, aseveró.
Así, el actor fue
amenazado con una multa de 250$ porque presuntamente su perro ladraba, según
afirmaron algunos de sus vecinos. Sin embargo, “el perro no solía ladrar, pero
alguien se quejó de que ladraba”, aclaró Cleary y luego añadió: “Nick Santino
creía que le estaban haciendo la guerra porque tenía un perro mezcla de
pitbull”. En esta misma línea, otra vecina del fallecido, Lia Pettigrew,
directora de una empresa de productos para el cuidado de mascotas, apuntó que
“todo el mundo sabe que Santino fue amenazado por la administración del
edificio”, que no quiso hacer declaraciones a la prensa ayer.
Tras meses
de esta situación, Santino llevó a su perro, que no tenía ningún problema de
salud, a que le practicaran la eutanasia el pasado martes.
El mismo día, el
actor, con lágrimas en los ojos, le dio golosinas para perros al portero del
edificio para que éste las repartiera entre los dueños de perros que vivían en
el inmueble.
“Rocco ya no está”, cuentan los vecinos que explicó Santino al
conserje. Así, James Steven Grant, vecino del actor y dueño de un perro, aseguró
que Nick Santino había dejado dos huesos de cuero en la puerta de su casa, y
otros vecinos afirmaron haberlo visto mientras regalaba la que había sido la
cama de Rocco.
Al ser preguntado por el carácter de Rocco, Grant aseguró que
“era el perro más dulce del mundo. No hubiera hecho daño ni a una mosca”.
En
cambio, un veterinario le había dicho a Santino que su perro se estaba volviendo
agresivo, lo que el actor consideró que era consecuencia de su propia
depresión.
El pasado martes, día en que le fue practicada la eutanasia al
perro de Santino, el actor “estaba destrozado y lleno de remordimiento por haber
sacrificado a su mejor amigo”, aseguró Cleary.
A las 2 de la mañana del
miércoles, Nick Santino realizó la que sería su última llamada telefónica, a su
ex novia. Más tarde ese mismo día, la policía encontró el cuerpo del actor en el
dormitorio de su casa y determinó que se había muerto de una
sobredosis.
Según aseveraron amigos cercanos del actor, Santino será
cremado, como su perro Rocco, y luego se juntarán los restos mortales de ambos.
“De una manera o de otra, sus cenizas estarán unidas para siempre”, confirmó
Sarnoff.
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