Esta situación la señaló el encargado del lugar, Felipe Alcántar Gómez, quien mencionó que varias veces han sorprendido a personas cuando pretendían violar una tumba para completar inusuales ritos que se pudieran relacionar con actos de brujería.

“Lo que nos hemos encontrado son monitos, como que vienen a hacer sus males aquí, los meten debajo de las tumbas y están cubiertos de alfileres. En total nos hemos encontrado como unos cuatro o cinco, en diferentes ocasiones; como que a la persona le tienen mala voluntad y le mandan a hacer trabajos con alguien que sabe”, dijo.

Relató que en otra ocasión el hallazgo de una bolsa de sal al interior del ataúd de un menor lo dejó sorprendido, pues parecería indicar también el escenario de algún hechizo o “salación” enfocado a hacer el mal a otra persona.

“Aquí la gente entra en el día y pues la vemos y no pensamos que vayan a hacer algún mal, pero cuando acuerdas, aprovechan sobre todo en las tumbas de tierra que no tiene nada arriba y ya nada más entierran las cosas”.

Por ello, Alcántar Gómez dijo que ya se ha pedido el refuerzo de la vigilancia ya que, además de los muñecos, igualmente han encontrado bolsas de mujer y maletines que los amantes de lo ajeno van y arrojan después de haberlos saqueado.