El Diario de El Paso
El Paso— José Antonio Acosta Hernández, presunto cabecilla de “La Línea”, cumplirá su sentencia de 10 cadenas perpetuas en una prisión estadounidense de máxima seguridad, indicó ayer el Servicio del Marshal de Estados Unidos.
En tanto, “El Diego” seguirá resguardado por la dependencia federal en un lugar secreto en El Paso y bajo extremas medidas de seguridad hasta que le sea asignada la penitenciaría donde purgará su condena.
Acosta Hernández, de 34 años de edad, aceptó el jueves a través de un acuerdo su culpabilidad a un total de 11 cargos federales por delincuencia organizada, secuestro, extorsión, narcotráfico y homicidio, incluidos los de Lesley Ann Enríquez, de 35 años y empleada del Consulado de Estados Unidos en Juárez, de su esposo Arthur Redelfs, de 34 años, oficial de la Cárcel del Condado de El Paso, y Jorge Salcido Ceniceros, esposo de otra empleada consular.
Esos asesinatos ocurrieron el 13 de marzo del 2010 en Ciudad Juárez.
Con el acuerdo, archivado desde el 2 de abril en la Corte Federal y en poder de El Diario de El Paso, la juez Kathleen Cardone condenó a Acosta Hernández a pasar el resto de su vida en prisión, al acumular siete cadenas perpetuas simultáneas, tres cadenas perpetuas consecutivas y 20 años en una prisión federal.
El también conocido como “Dientón”, “Diez” y “Blablazo”, fue extraditado a Estados Unidos el pasado 16 de marzo, ocho meses después de que las autoridades mexicanas lo capturaran en la ciudad de Chihuahua, de acuerdo con el Departamento de Justicia.
Desde su extradición, Acosta Hernández ha estado resguardado en un lugar de alta seguridad, dijo ayer el portavoz del Servicio del Marshall, Michael Sharboneau.
“Hemos estado tomando todas las precauciones posibles para esta persona, que ha sido acusada de perpetrar más de mil 500 asesinatos”, indicó.
No dio a conocer el lugar donde se encuentra detenido “El Diego” por razones de seguridad, pero el funcionario federal confirmó que el Servicio del Marshall lo vigila con las máximas medidas de salvaguarda.
Sharboneau señaló que esas precauciones continuarán hasta que el Buró Federal de Prisiones (BOP, por sus siglas en inglés), lo tome en su custodia y le asigne el lugar donde purgará su sentencia.
Aunque dijo desconocer a dónde irá, el funcionario aseguró que será a una prisión de máxima seguridad.
Con lo anterior, se descarta que purgue su castigo en la Institución Correccional Federal La Tuna, localizada en Anthony, Texas, a unas 12 millas (19.3 kilómetros) al norte de los límites de la ciudad de El Paso, ya que está catalogada como de “seguridad baja”.
De acuerdo con el BOP, una prisión de máxima seguridad -conocida también como penitenciaría- tiene perímetros de alta seguridad y celdas para uno o varios ocupantes, además de existir un monitoreo de cerca y de manera constante de los internos.
Informes de BOP indican que en el país existen 15 de este tipo de prisiones en el país: tres en Pennsylvania, dos en Kentucky, dos en Florida, dos en California, dos en Virginia del Oeste y una en cada uno de los estados de California, Arizona, Louisiana e Indiana.
Acosta Hernández se encontraba fugitivo de la justicia estadounidense desde el 2 de marzo del 2011, cuando la fiscalía le fincó a él y a otros nuevos mexicanos del homicidio de las tres personas relacionadas con el Consulado estadounidense en Juárez.
Entre ellos se encuentran también Eduardo Ravelo alias “El Tablas”, presuntamente uno de los líderes de “Barrio Azteca” y uno de los 10 más buscados del Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés), así como Luis Méndez.
A Acosta Hernández se le ha relacionado con la agrupación “La Línea”, que es la fracción armada del Cártel de Vicente Carrillo Fuentes, misma que mantiene lazos históricos con “Barrio Azteca”.
Las autoridades estadounidenses afirmaron que Acosta Hernández admitió haber participado de forma directa o indirecta en más de mil 500 asesinatos desde 2008, a través de “La Línea”.
También implicaron a “El Diego”, quien es un ex agente de la Policía ministerial en Ciudad Juárez, de ordenar la masacre de 16 personas en la colonia Villas de Salvárcar, ocurrida a finales de enero del 2010 en la vecina ciudad.
A mediados de julio de ese mismo año, Acosta Hernández también ordenó detonar un coche-bomba en la zona Centro de Juárez, matando a cuatro personas, según las autoridades.
Acosta Hernández y los otros nueve presuntos homicidas forman parte de un grupo de 35 de integrantes del Barrio Azteca a quienes el Departamento de Justicia ha entablado un proceso judicial por delito federales de delincuencia organizada, resultando en narcotráfico, contrabando de armas, robo, extorsión, lavado de dinero y obstrucción de justicia, entre otros.
De los 35 acusados, 32 han sido aprehendidos.
De esta última cifra, 23 se han declarado culpables, mientras que siete otros se encuentran en custodia en México y en espera de ser extraditados a Estados Unidos.
Las autoridades indicaron que el juicio en contra de uno de los acusados, Ramón Rentería, alias “Spooky” está programado para el 18 de mayo.
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