Heriberto Barrientos
Chihuahua, Chih.- Una serie de abusos cometidos por
agentes de migración estadounidenses, en contra de residentes chihuahuenses, que
pretendían internarse hacia los Estados Unidos, la tarde noche del pasado
viernes 30 de diciembre, en el cruce internacional “Paso del Norte”, en pleno
corazón de Ciudad Juárez y El Paso, fueron evidenciados a este medio de
comunicación, donde este reportero fue testigo de cómo un agente migratorio
norteamericano, identificado sólo con el apellido “Sosa” que traía bordado en su
uniforme, rechazó a un sin número de solicitantes de permisos de internación,
con criterios subjetivos, actitud de desdén y/o trato de prepotencia.
Por
aproximadamente tres largas horas, el “servidor público” norteamericano,
paseándose de un lado para otro, así como ingiriendo alimentos como cacahuates y
otras frituras, en horas laborales y dentro de las propias oficinas de permisos
de la garita norteamericana, retrasó la atención a alrededor de 15 personas,
algunos adultos mayores y otros con niños pequeños de tres, dos y menos de un
año de edad, quienes soportando el intenso frío buscaron infructuosamente cruzar
hacia el vecino país, sin lograrlo.
“Hazle como puedas”, “Tú eres el
interesado en pasar no yo”, “Usted esperó por que quiere, usted es el que quiere
entrar no yo”, “Este comprobante de residencia no me sirve, quizás lo sacaste o
cambiaste ayer”, fueron algunas de las expresiones con desdén que utilizó el
agente migratorio, quien incluso rechazó el otorgamiento de permisos a
estudiantes, quienes a pesar de llevar consigo documentos escolares en mano, no
les concedió la entrada, ¡porque no pudieron comprobar ingresos!, pese a que
éstos le explicaron que eran estudiantes y no empleados en México.
Algunos
mexicanos inconformes le reclamaron al agente migratorio norteamericano su
actitud y pese a que le dijeron que interpondrían la queja correspondiente, por
su mal proceder y falta de criterio así como buen trato, éste no se inmutó y
siguió rechazando solicitantes de manera arbitraria.
Los afectados –quienes
pidieron se reservaran sus nombres- señalaron a El Diario, que es necesario que
el gobierno norteamericano, abra un departamento y/o mínimo coloque un buzón
para recibir quejas en contra de los malos agentes migratorios, toda vez que
algunos, lejos de facilitar la internación de visitantes y turistas a los
Estados Unidos, quienes llevan el único propósito de conocer y/o visitar a
familiares y contribuir con la economía de ese país, con la derrama de divisas,
impiden el propio desarrollo de EUA.
“¡Que paradoja no!, el propio agente te
deja entrar a El Paso desde la garita y revisión de tu vehículo, mostrándole tú
la visa láser, documento que se supone ya fue revisado y autorizado por el
gobierno de Estados Unidos; y minutos más tarde, el mismo agente, quien ya
revisó tu vehículo y verificó que no hubo nada ilegal, te niega la internación
más allá de diez millas, con argumentos irrisorios”, dijeron algunos
afectados.
Estos hechos se registraron el pasado viernes 30 de diciembre,
entre las 18:00 y 21:00 horas, en la única ventanilla de atención a solicitantes
que estaba abierta en ese momento en la oficina de permisos del cruce
internacional “Paso del Norte” y donde decenas de personas de origen mexicano,
que intentaron cruzar hacia los EUA, para pasar Año Nuevo con familiares y
amigos, no pudieron hacerlo, retirándose molestas e impotentes, ya que el agente
“Sosa”, quien no portaba identificación oficial visible, se dio el lujo de
rechazar a las personas y además retrasar en sobremedida la atención al
público.
Cabe mencionar que todo este excesivo retraso en atención a
solicitantes, quedó videograbado en las propias cámaras consulares de
seguridad.
“Son unos desgraciados, todavía uno va pagar (seis dólares) para
entrar y te tratan como si fueras delincuente, incluso me ha pasado que te piden
en ocasiones, hasta cartas del trabajo donde se especifique que estás de
vacaciones, pero realmente está una supeditada al estado de ánimo de ellos para
que te dejen entrar, porque cuando están de malas, ni aunque traigas todos los
requisitos te dejan pasar”, expresó una joven mujer quien cargaba a su pequeño
hijo de un año de edad y se tuvo que regresar a su ciudad de origen en
México.
Otro de los afectados cuestionó al agente “Sosa”, “su gobierno
(Estados Unidos) me invitó y llevo incluso a Washington D.C., con todos los
gastos pagados en el año 2005, verifique en los registros que usted tiene, y
nunca me pidieron un documento obligatorio de residencia para poder llegar a la
capital de su país y ahora usted no me deja entrar por tres días a un pueblito
en Nuevo México, es el colmo”, le recriminó sin éxito.
Cabe mencionar que
algunos agentes de migración norteamericanos, quienes se percataron del rechazo
generalizado de solicitantes, se sorprendieron de la actitud del agente “Sosa”
incluso preguntaban a los afectados con cierta extrañeza ¿y por qué causa no le
dio el permiso?, para luego guardar silencio y continuar con su
trabajo.
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