En dicho caso se debe anteponer el interés del infante sobre el del progenitor, pues "no se trata del derecho de los padres a ver a sus hijos, sino de los menores a poder convivir con ellos aun separados", dijo Sonia Rodríguez, del IIJ de la UNAM.
Emir Olivares México, DF. La sustracción de menores por parte de
alguno de los dos padres es un delito "minimizado" ante la gravedad del tráfico
infantil, sin embargo se trata de un hecho que afecta la estabilidad de los
niños, aseguró Sonia Rodríguez, especialista del Instituto de Investigaciones
Jurídicas de la UNAM.
Durante un seminario sobre derechos de la niñez, la
especialista en derecho internacional para ese sector indicó que en casos de
sustracción se debe anteponer el interés de los infantes sobre el de los
progenitores, pues "no se trata del derecho de los padres a ver a sus hijos,
sino de los menores a poder convivir con sus padres aun separados".
La investigadora propuso que este delito sea sólo atendido en
el ámbito civil ya que al también ser abordado en lo penal el padre sustractor
puede acabar en prisión, lo que perjudica directamente a los hijos quienes para
poder ver a su papá o mamá tendrían que visitar "el ambiente carcelario" o de lo
contrario perder contacto.