Narcomenudistas del Cártel de Sinaloa y
“totoaberos” de Los Parra, están tras el asesinato del comandante de Rosarito y
el atentado del ex comandante de la PEP. De acuerdo a los jefes de los agentes
victimados, traficantes inconformes con aseguramientos y operativos policiacos
“agresivos”, los amenazaron y los atacaron
En Baja California continúan
sin operativos especiales por parte de las corporaciones integradas al Grupo
Coordinación, pese a los ataques armados contra comandantes policíacos.
“Consideramos que todos han
tenido origen diferente y definido, no se percibe como un ataque a todas las
instituciones de seguridad”, comentó al respecto un mando integrado al Consejo
Estatal de Seguridad.
Bajo este esquema de
indolencia institucional, incluso cuando atacan a los suyos, la vida de un
joven comandante fue valuada en 3 mil pesos.
En los últimos dos casos hay
sospechosos identificados, pero solo en una de las carpetas está dando
seguimiento a la judicialización de los presuntos responsables detenidos en
flagrancia, y trabajan en la identificación de los autores intelectuales.
“EL GORDO” CONTRA ARÁMBURA
Al comandante del Grupo de
Respuesta Inmediata en Rosarito, Jonathan Arámbula Gutiérrez, lo mandó asesinar
“El Gordo” de la célula de “Los Chimales”, con operatividad en Rosarito y parte
de la delegación Los Pinos en Tijuana, grupo aliado al Cártel de Sinaloa que en
el quinto municipio de Baja California es comandado por otro vendedor de droga
al que las autoridades solo identifican como “La Rana”.
“Son varios ‘Gordos’ y varias
‘Ranas’, por eso estamos trabajando en su identificación”, externó uno de los
mandos integrado al Grupo Coordinación.
Esa información es conocida
por todos los integrantes del Consejo Estatal de Seguridad, sin embargo, no
está incluida en la carpeta de investigación.
POR SU MUERTE,
NARCOMENUDISTAS OFRECIERON 3 MIL PESOS
La noche del martes 19 de
junio, Arámbula fue a la Universidad Humanitas en el fraccionamiento El Lago,
donde estudiaba Derecho. Según sus cercanos, le había ido muy bien en el
trimestre y en su más reciente examen, por eso él y otros 14 compañeros de
clase, además de un maestro, decidieron trasladarse al restaurante bar Friday’s
de Macroplaza para departir un rato.
Alrededor de la 1:30 am del
miércoles 20 de junio, el joven comandante decidió que era prudente retirarse,
para entonces los homicidas ya lo estaban esperando. Ulises Torres
Castro y Luis Daniel Manzur
Cadena habían sido reclutados para “aventarse un jale” por 3 mil pesos, no les
dijeron a quién iban a matar, solo les ordenaron estacionarse en el carril de
acotamiento cerca de la salida del centro comercial en Insurgentes, el más
cercano al restaurante donde el comandante celebraba con sus compañeros.
Una tercera persona, hombre,
les daba órdenes, les avisó cuando el joven agente salía del negocio y las
características del auto, les dijo que esperaran a que hiciera fila y lo
atacaran cuando estuviera pagando. Y así los hicieron. Fue abatido en su
automóvil Mazda blanco 2005. El resto de la gente en los autos que esperaban en
hilera para pagar, se asustaron al momento de las detonaciones y trataron de maniobrar
para huir.
De los hombres detenidos tras
el homicidio, ZETA pudo conocer que se identificaron como ex policías
comerciales de Rosarito, y que Manzur Cadena tiene antecedentes por robo.
LA FUGA
El director de la Policía
Municipal de Tijuana, Mario Martínez, habló de la captura de los presuntos
responsables, pero se negó a dar nombres y datos, “eso le corresponde al
Ministerio Público para no entorpecer la investigación”, dijo.
“Alrededor de la 01:45 horas,
una unidad del Distrito Cerro Colorado, al estar realizando su recorrido sobre
Bulevar Insurgentes, casi llegando a Macroplaza, escuchan detonaciones de arma
de fuego, voltearon hacia donde venía el sonido y vieron a dos hombres
disparando armas en contra de un vehículo color blanco, posteriormente los
agresores se subieron a un auto compacto negro, Honda Accord 2003 y apelan a la
fuga en dirección a Rampa CETYS. Ahí inicia la persecución, suben sobre la
rampa, llegan a Avenida Laguna Maynar, al final de esta dejan abandonado el
vehículo y huyen pie-tierra; los siguen, segundos después se logra detener
estas dos personas cada uno portando un arma de fuego, uno una pistola 9
milímetros, y el otro, una calibre 45”, informó el funcionario, para concluir:
“La persona que fue agredida
tiene mando en la Policía de Rosarito que en paz descanse, una agresión
traicionera, como persona no entiendo qué está pasando con la sociedad”.
AMENAZADO POR MAFIA DE SINALOA
El director de la Policía
Municipal de Rosarito, Teniente Adrián Hernández, aseguró que Arámbula era un
excelente agente que encabezó prácticamente todos los aseguramientos realizados
por la Dirección de Seguridad Pública de Rosarito en materia de armas,
narcomenudeo y personas en posesión de vehículos con reporte de robo, además de
ejecutar órdenes de aprehensión en coordinación con la fiscalía estatal.
“Él ya era comandante del
Grupo de Reacción Inmediata antes de que yo llegara a la corporación hace diez
meses”, resaltó.
De acuerdo a información solicitada
por este Semanario, los resultados del trabajo del comandante asesinado fueron
el aseguramiento de 6 mil 159 dosis de marihuana, 4 mil 095 dosis de heroína,
nueve armas largas, dos armas cortas, cinco cargadores y 195 cartuchos -solo en
2018-. Así como seis vehículos recuperados y 64 detenidos y puestos a
disposición. “Y les pegó a todos a los de Sinaloa, a los del Cártel Jalisco”,
destacó Hernández.
PARA CONOCER LOS ANTECEDENTES DEL ATAQUE, SE ABORDÓ AL
DIRECTOR:
— ¿Algún caso o captura destacada en los últimos siete
o quince días?
“El de él no es que haya
sobresalido una semana antes; el de él era un trabajo permanente, porque no
hubo una semana en la que no hayan asegurado cinco personas con armas, otros
tantos con dosis de heroína o cristal, cocaína, marihuana. Entonces, quiero
pensar que ese haya sido el detonante para la agresión”.
— ¿Lo habían amenazado?
“Uno de los comandantes, su
servidor y Arámbula, sí habíamos recibido algunas amenazas, ¿por qué? Porque
constantemente se estaba deteniendo a personas, incluso algunos de esos
delincuentes a los que hemos detenido hasta tres veces y con armas, obvio salen
de inmediato porque no es delito grave la posesión de armamento”.
— ¿Recibió amenazas directas por parte de alguno de
ellos?
“Hasta el día de hoy
-miércoles 20 de junio- sus compañeros me comentaron que la semana pasada les
habían hecho llegar algunas amenazas. También hace tres o cuatro meses lo había
amenazado un delincuente identificado como ‘El Cejas’, pero a esa persona la
mata la misma delincuencia organizada al mes de haber hecho la advertencia.
Para nosotros es un problema menos, porque ya había amenazado a algunos de la
corporación, incluyendo a Arámbula”.
— ¿A qué cártel pertenecía “El Cejas”?
“Sabemos que él delinquía con
la gente de la mafia de Sinaloa, pero el Grupo de Reacción Inmediata ha
detenido de todos los grupos”.
— ¿Cómo fue la amenaza que recibieron la semana
pasada?
“De boca en boca, llegó a
manera de rumor de los mismos malandrillos, el mensaje era que decían ‘ya nos
está chingando, nos está molestando, nos está enfadando, si no quiere dinero,
así directamente lo vamos a matar’. Sabemos perfectamente a lo que se dedican
esas personas, y en los recorridos sabíamos que algo les iba a encontrar,
seguido les quitaba dosis, seguido les quitaba armas, yo creo que eso fue lo
que los enfadó y tomaron esa decisión”, remató el mando policiaco en Rosarito.
JUDICIALIZAR
El subprocurador de Zona
Tijuana, Alberto Álvarez, informó que al cierre de esta edición se encontraba
a la espera del resultado de balística,
lo que tenían era que las armas disparadas en contra del comandante de
Rosarito, es de los mismos calibres de las aseguradas a Ulises “N” y Daniel
“N”, los hombres detenidos y presentados por la Policía Municipal. En la
carpeta hay declaraciones de testigos que identificaron a los presuntos
victimarios, sin embargo, continuaban trabajando en la capeta para analizar, al
término de las 48 horas que se cumplen el viernes 22 de junio, si la fiscalía
reúne elementos suficientes para judicializar.
“EL PARRA”, TRAS EL ATENTADO CONTRA FABRICIO RUIZ
La única línea de
investigación que exploran policías ministeriales sobre el atentado contra el
ex subdirector operativo de la Policía Estatal Preventiva (PEP), Fabricio Ruiz
Valenzuela, es una venganza perpetrada por criminales ligados a Óscar Parra
Aispuro, conocido como “El Telokín”, “El Patrón” o “El Parra”, líder de una de
las agrupaciones más grandes del tráfico de totoaba en el puerto de San Felipe.
De hecho, este grupo criminal
había hecho llegar amenazas a Ruiz antes de salir de la PEP y comisionarse en
la Procuraduría de Baja California Sur. En aquel momento lo informó a sus
jefes.
Diversas fuentes del Grupo de
Coordinación establecieron que no existe otro móvil, pues poca gente conocía
los movimientos de Ruiz Valenzuela, ya que desde hace meses estaba separado de
la actividad en el Estado, pues era jefe del Grupo de Aprehensiones de la
Fiscalía de Baja California Sur, dirigida por Daniel de la Rosa Anaya.
Antes de las rotaciones -y de
que jefes de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado le dieran la
espalda-, Fabricio Ruiz dirigió importantes operativos en la comunidad
portuaria para combatir a las células dedicadas a la pesca y tráfico de
totoaba. De hecho, la PEP detuvo a algunos de sus operadores e incluso
familiares, entre estos Eduardo Gastón Parra Aispuro, hermano de Óscar, además
de un tío que disparó contra los grupos operativos.
“El Parra” goza de total
impunidad en San Felipe, donde, junto con otro individuo apodado “La Yegua”,
dirige las actividades delictivas alrededor de la pesca y tráfico de totoaba.
En diciembre de 2017, su
nombre salió a relucir en la investigación por homicidio calificado en agravio
de un miembro del Ejército, de nombre Emanuel Esaú Saldaña Ramos, quien
solicitaba apoyo debido a que su vehículo sufrió una descompostura.
Luego de un cruce de
palabras, “El Telokín” se molestó y sin salir completamente de su vehículo,
recargó su arma AK-47 en el techo de su lujoso automóvil y disparó contra el
militar, quien perdió la vida de manera inmediata.
Derivado de ello, se le giró
orden de aprehensión por el delito de homicidio calificado y personal militar
emprendió un operativo en dicha comunidad, pero al pasar los días, se
replegaron por motivos desconocidos.
Actualmente ninguna autoridad
en el Estado contempla la búsqueda y captura de “El Parra”, quien cuenta con
gran número de operadores que le informan sobre el ingreso y salida de
vehículos sospechosos a la comunidad, lo que ha complicado la persecución en su
contra.
Funcionarios y policías de
Baja California consultados por ZETA, identificaron a Fabricio Ruiz como un
agente muy bravo, violento, e incluso con una forma de trabajar agresiva, al
referir las amenazas no faltó el que agregó “ya debía varias”. Sin embargo, a
pregunta expresa ninguno mencionó nexos con delincuencia organizada, por lo que
asumen que el crimen sería una represalia por las detenciones realizadas en el
pasado, en agravio de la organización del “Parra” y “La Yegua”, operadores
ligados al Cártel de Sinaloa en aquella comunidad.
EL ATENTADO
Fabricio Ruiz Valenzuela
estaba en San Felipe, Baja California, para celebrar el Día del Padre. Viajaba
a bordo del vehículo de su pareja sentimental, un Nissan Lift -color plata,
reciente modelo y sin placas de circulación-sobre las calles del puerto de San
Felipe.
Todo se desarrollaba en
aparente calma hasta que sobre la calle Mar de Japón, casi esquina con San
Felipe, en la segunda sección, fue emboscado por dos automóviles: una camioneta
Toyota 4Runner y un compacto del que no se cuenta con mayores datos.
A bordo de las unidades
viajaban seis personas fuertemente armadas que al notar su presencia se
emparejaron y descargaron las armas de grueso calibre contra el vehículo
compacto; las balas de calibre .223, .45 y 9 milímetros, perforaban metal y
cristales indistintamente sin tener el menor problema; muchos de ellos
impactaron en la unidad de Ruiz Valenzuela, quien intentó esquivar el ataque
directo.
Apenas asestaron el golpe,
los responsables se alejaron a gran velocidad sin que policías municipales
lograran ubicarlos.
Cuando autoridades llegaron a
la escena del crimen, se dieron cuenta que se trataba de Ruiz Valenzuela, por
lo que custodiaron a la ambulancia hasta el Centro de Salud de San Felipe,
donde le brindaron las primeras atenciones, para luego trasladarlo al Hospital
General de Mexicali, donde fue resguardado por gran cantidad de policías
estatales.
Su pronóstico es grave pero
estable, ya que presenta heridas en diversas partes del cuerpo como cuello,
brazos, pierna y una en el abdomen que resultó ser la más peligrosa.
Pese a que la balacera fue
contra un ex oficial, ni policías municipales, ministeriales, mucho menos
estatales o el Ejército, recibieron alguna instrucción para reforzar la
vigilancia en dicha zona o buscar a los responsables del ataque. Incluso, ZETA
buscó una reacción de la SSPE, pero prefirieron guardar silencio.
EX COMANDANTE DE LA PEP DETENIDO POR SECUESTRO
David Salvador Santos
Miranda, de 45 años de edad, fue comandante en la PEP de 200 a 2004, estuvo
preso por tráfico de droga en Estados Unidos cuatro años, donde conoció a los
cómplices con los que posteriormente se dedicaría al secuestro.
Esta semana la fiscalía
anunció la ejecución de una orden de aprehensión en contra de David Salvador
“N”, la cual se otorgó por su presunta participación en el secuestro del
propietario de una empresa de transportes ubicada en Tijuana, por el que el
grupo de plagiarios recibió 290 mil pesos; el delito sucedió en 2011.
El mismo año, el Grupo
Coordinación lo identifico como presunto responsable de varios secuestros
perpetrados contra dueños de locales en el Mercado Hidalgo en Tijuana.
Tanto la Policía Municipal
como el Ejército participaron en operativos hace siete años, sin embargo, no
concretaron su captura.
ENTRE ATAQUES ARMADOS, CABEZAS CERCENADAS Y
NARCOMENSAJES, SUMAN MIL 125 EJECUTADOS
Los embates entre bandas
criminales no cesan en Tijuana, en lo que va de junio, 158 personas han sido
asesinadas, con lo cual la cifra asciende a mil 125 homicidios en 2018, de
acuerdo a estadísticas de la Procuraduría General de Justicia del Estado
(PGJE).
ENTRE LOS 50 CRÍMENES DE LOS ÚLTIMOS SEIS DÍAS,
DESTACAN:
LUNES 18. En
un terreno baldío en Valle de San Pedro, fue asesinado al parecer con una
piedra un sujeto no identificado. En el Hospital General falleció Enrique
Flores Maldonado, de 20 años de edad, quien previamente fue atacado a tiros en
la colonia Xicoténcatl Leyva. En el mismo nosocomio murió un joven de 25 años,
quien fue agredido en el fraccionamiento Mariano Matamoros. En una vivienda en
la colonia Chilpancingo, Edgar Carmelo Franco Salas murió por disparos de arma
calibre 9 milímetros. Ocho casquillos calibre 223 y tres casquillos de 9
milímetros fueron encontrados en la escena del crimen de Iván Alejandro Ortiz
Martínez, de 31 años, en Villas de Baja California. Mientras que el cuerpo
desmembrado de un masculino, envuelto de una cobija, fue localizado en el Ejido
Francisco Villa.
MARTES 19. De
tres tiros en la espalda, fue asesinada una mujer de alrededor de 30 años en el
fraccionamiento Natura. De varios balazos en el abdomen, fue ultimado un joven
de alrededor de 20 años. Restos humanos (cabeza y brazos) en bolsas negras y un narcomensaje (“SALGAN A LOS BERGASOS PUTOS TRASBESTÍS DEL CARTEL DE SÍNALOA MAX GRIEGO DON
JUAN, RANA. AKILES POKET. MARLON Y TODA LA BOLA DE PUTITAS LADRADORAS “TJ” YA
NO ES DE USTEDES ATT: CTNG”), fueron localizados en El Refugio. Un sujeto
no identificado, de entre 40 y 45 años, fue abatido por agentes municipales
luego que intentara lesionarlos con un cuchillo en la Zona Norte. En la colonia
Empleados Federales, al interior de una cubeta de plástico, se encontró una
cabeza humana. Un hombre de entre 55 y 60 años fue asesinado a balazos en la
colonia 3 de Octubre. En el interior de un domicilio en El Florido fue ultimado
a balazos un desconocido de entre 45 y 50 años.
Christian Pierre Solís López, de 35 años, fue ejecutado de un tiro en la
cabeza en Las Torres parte alta. Jonathan Arámbula Gutiérrez, de 32 años, jefe
de Reacción Inmediata en Playas de Rosarito, fue asesinado a bordo de su
vehículo sobre el Bulevar Insurgentes. Hay dos presuntos responsables detenidos
por los hechos.
MIÉRCOLES 20.
Por los tiros que recibió en Lomas del Valle, un sujeto no identificado, de
entre 30 y 35 años, falleció en el Hospital General. Víctor Javier Jiménez
Padilla, de 31 años, murió a manos de un sujeto desconocido que antes de
ultimarlo le espetó: “Hijo de tu puta madre” en Las Torres parte baja. María de
Jesús Rangel Valadez, de 49 años, fue asesinada cuando iba a bordo de un
automóvil Toyota color dorado en la colonia Corona del Mar. Un sujeto fue
detenido cuando en las inmediaciones de la colonia Lázaro Cárdenas, dejaba una
cubeta con una cabeza humana cercenada y un narcomensaje: “SIGAN JALANDO HIJOS DE SU
PERRA MADRE ASI. VAN A QUEDAR PUTAS LACRAS MUGROSO”.
JUEVES 21.Un
hombre falleció en el Hospital General luego de los balazos que le propinaron
en Paseos del Vergel. Y en la Tercera Etapa del Río, un masculino fue asesinado
con arma punzocortante.
Hasta el cierre de edición,
jueves 21 de junio, en Baja California los homicidios dolosos llegaron a mil
400 en lo que va del año.
(SEMANARIO ZETA/ EDICIÓN IMPRESA / INVESTIGACIONES
ZETA/ LUNES, 25 JUNIO, 2018 01:00 PM)
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