Ahora se debe demostrar la culpabilidad
del ‘Koala’
Los abogados defensores de
Heriberto Picos Barraza, el Koala, trataron de desestimar los datos de pruebas
que presentó la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos Contra
la Libertad de Expresión (FEADLE) para involucrarlo en el asesinato de Javier
Valdez, pero el Juez rechazó los señalamientos.
El Juez de Control, Guillermo
Torres Hernández, determinó que los datos de prueba presentados por la FEADLE
permiten establecer la posibilidad de que haya participado en el hecho, además
de que fueron obtenidos de manera legal.
El Koala fue vinculado a
proceso el domingo pasado y los fiscales obtuvieron una prórroga de tres meses
para continuar con la investigación.
El Juez ordenó que el imputado
permaneciera recluido en el Centro Federal de Readaptación Social de Guasave
por seguridad, debido a que manifestó temor a sufrir alguna agresión.
La audiencia inicial empezó
el martes 24 por la noche y luego de que los fiscales formularon la imputación
y presentaron los datos de prueba, los defensores del acusado solicitaron un
plazo de 144 horas para obtener medios de prueba para evitar que vincularan a
proceso al Koala.
En esa audiencia, la FEADLE
presentó declaraciones de testigos y el contenido de llamadas telefónicas
intervenidas a Picos Barraza.
El domingo pasado continuó la
audiencia inicial y los defensores señalaron que tras revisar la carpeta de
investigación, encontraron que los datos de prueba no son aptos ni eficaces
para acreditar que cometió el delito.
El abogado Ignacio Araujo
Peralta, quien encabeza a los defensores de oficio asignados al Koala, señaló
que entre los datos de prueba, la Fiscalía presentó la declaración de un
testigo presencial del asesinato.
Esa persona describe la media
filiación de uno de los sicarios que dispararon a Javier, la cual no coincide
con la del presentado, refirió.
Del video que obtuvo la
FEADLE, en el que se observa a uno de los responsables bajar del vehículo de
Javier y abordar el Versa en el que viajaban los otros dos cómplices, tampoco
se acredita que esa persona sea el Koala, indicó.
En la carpeta de
investigación, alegó, se encuentra la declaración de un testigo protegido que
escuchó una conversación entre Juan Francisco Picos Barrueto, el Quillo, y el
Koala en la que hablan del asesinato y el pago que recibieron por el crimen.
El defensor indicó que el
testigo protegido solo refirió escuchar al Quillo hablar del asesinato, pero
nunca menciona que involucró al Koala o que éste haya hecho algún comentario en
esa conversación.
Esa persona, dijo, es
solamente un testigo de oídas al que no le constan los hechos.
Además, mencionó el abogado,
ese testigo declaró por conveniencia ya que busca apegarse a un criterio de
oportunidad para que no lo acusen del delito de acopio de armas, porque está
involucrado en un hecho delictivo cometido en Mazatlán en junio del año pasado,
lo que resta veracidad y pone en duda sus declaraciones.
La defensa aseguró que el
Koala llevaba una vida normal, incluso, el 3 de abril pasado, la Fiscalía
solicitó que se investigara su modus vivendi, si pertenecía a algún grupo
delictivo, establecer sus funciones y posesión de objetos vinculados con el
asesinato.
Durante una semana lo
estuvieron vigilando en su domicilio en Tijuana y en el informe los agentes
investigadores establecieron que todos los días el Koala salía de la vivienda a
las 6:15 horas acompañado de otras dos personas, que aparentemente trabajaban
en la construcción y a las 16:00 horas volvían.
Del informe de vigilancia,
detalló, se advierte que no se estaba escondiendo como alguien que cometió un
delito ni que tuviera temor a salir, ya que todos los días trabajaba en una
construcción y usaba su nombre.
Cuando fue detenido no le
hallaron armas ni objetos ilícitos ni tampoco estaba acompañado de personas que
se dediquen a actividades ilícitas, abundó.
En las llamadas intervenidas
no está acreditado que el número sea del Koala, ni que sea su voz la que se
escucha y en las conversaciones tampoco se hace referencia a fechas, lugares o
periodistas.
Tras valorar los
señalamientos de la defensa y los datos de prueba presentados por la Feadle, el
Juez consideró que los indicios tienen lógica y son razonables, lo que permite
esbozar un panorama con el que se puede suponer el hecho material de
investigación.
Los datos de prueba tienen
congruencia y establecen la posibilidad de la participación del Koala, indicó.
El Juez respondió a la
defensa que en la declaración del testigo presencial y en el video en el que se
observa a unos de los sicarios bajar del vehículo de Javier, la Fiscalía no
señala que se trata de Heriberto Picos.
Dijo que el testigo protegido
se está apegando a una figura establecida legalmente como el criterio de
oportunidad y en este caso sí es procedente aplicarla, ya que está
proporcionando información de un caso más grave que por el que él está acusado,
y además no se advierte que haya sido coaccionado para declarar.
Durante la conversación que
refiere el testigo con el Quillo, indicó, no se menciona la participación del
Koala en el asesinato, pero se desprende que éste solo asentía con la cabeza y
no mostró actitud de desconocimiento del hecho como sí la tuvo el testigo
protegido y tampoco mostró ninguna afectación emocional.
Del relato del testigo se
desprende que el Quillo y el Koala, abundó el Juez, estaban compartiendo un
recuerdo y justificando lo que sucedió.
De los números intervenidos
mencionó que fueron proporcionados por el testigo protegido, quien es una
persona cercana al Koala.
En las conversaciones se
advierte una tendencia del Koala hacia la conducta que se le acusa y en ellas
siempre se hace alusión al Heri, lo que permite suponer que es Heriberto y le
sugieren que tenga cuidado; además cuando no hay temor las comunicaciones son
fluidas.
En una de las conversaciones
le advierten al Koala que uno de sus familiares, quien hoy es el testigo
protegido, lo había puesto y que le habían sacado toda la sopa, manifestó el
Juez.
El Juez señaló que no es
necesario que se demuestre que el Koala pertenece a una organización criminal
porque no está acusado del delito de delincuencia organizada.
Los resultados de la
investigación en Tijuana, que según la defensa muestran a el Koala como una
persona con actividades en la construcción, se refiere a momentos posteriores a
la comisión del delito por el que está acusado y no significan que siempre
estuvo así, señaló el Juez.
Después de 5 horas con 37
minutos de audiencia el Juez determinó vincularlo a proceso.
Los fiscales solicitaron al
Juez cuatro meses de prórroga para investigación, sin embargo la defensa
consideró que tres meses eran suficientes y el Juez decidió otorgar tres meses.
En ese tiempo la FEADLE
solicitará la transcripción de llamadas intervenidas, entrevistas con las
personas que participan en esas conversaciones, realizar una confronta entre la
voz del Koala y la que se escucha en las llamadas y continuar con la
investigación para localizar las armas con las que se cometió el asesinato.
El Koala es señalado por la
FEADLE como uno los tres hombres que participaron en el asesinato de Javier.
Los otros dos presuntos
cómplices son Luis Idelfonso Sánchez Romero, el Diablo; y Juan Francisco Picos
Barrueto, el Quillo.
El Diablo fue asesinado y
calcinado el 29 de septiembre del año pasado en San Luis Río Colorado, Sonora;
mientras que el Quillo fue detenido el 24 de agosto de 2017 en Mexicali, en
posesión de armas y cartuchos de uso exclusivo del Ejército, Armada y Fuerza
Aérea, y se encuentra recluido en un penal de esa ciudad fronteriza.
A los tres la FEADLE los
vincula con la célula de Dámaso López Núñez, el Licenciado, y su hijo Dámaso
López Serrano, el Mini Lic.
Artículo publicado el 6 de mayo de 2018 en la edición
797 del semanario Ríodoce.
(RÍODOCE/REDACCIÓN /8 MAYO, 2018)
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