Se trata de un hombre que ha sido cinco veces
legislador sin haber contendido en las urnas, y uno de los funcionarios
públicos que más se ha resistido a las leyes de Transparencia en México. Por
ejemplo, su salario es un misterio. Mediante una férrea batalla legal en la que
ha recurrido al amparo unas cien veces, ha logrado mantener oculto a cuánto
asciende lo que los mexicanos le pagan por dirigir al sindicato más grande y
poderoso del país.
Son casos como este los que despiertan la duda: ¿Qué
vale más. El derecho a la privacidad -sustento de la defensa legal de Deschamps
para mantener su peculio en la opacidad- o el derecho a la transparencia y la
rendición de cuentas -que debemos exigir a las autoridades-?
Ciudad de México, 3 de
noviembre (SinEmbargo).- En la última
década, el Gobierno federal le ha entregado a Carlos Romero Deschamps,
dirigente nacional del Sindicato Nacional de Trabajadores Petroleros de la
República Mexicana (STPRM) más de mil 600 millones de pesos para que organice
el desfile del 1 de mayo, festeje la nacionalización del petróleo y realice
viajes, según una revisión de los contratos colectivos de trabajo con Petróleos
Mexicanos (Pemex). Pero hay un dato que los mexicanos no podemos conocer: su
salario.
SinEmbargo realizó una
solicitud de información al STPRM -mediante el Instituto Nacional de Acceso a
la Información y Protección de Datos Personales (INA) conforme a la nueva Ley
General de Transparencia que a partir de mayo de 2016 obliga a los sindicatos a
la transparencia- para conocer cuánto gana Romero Deschamps. La respuesta: una
demanda de amparo.
El legajo de este medio se
acumuló a un centenar en los archivos de los juzgados. El Sindicato de Pemex
-para no revelar el salario neto del hombre que representa a los petroleros- ha
entablado este recurso unas cien veces tanto en el marco de la antigua Ley de
Transparencia de 2001 como en la actual.
Lo que sí podemos vislumbrar
es el estilo de vida del líder sindical más poderoso de América Latina. Un
cálculo de este medio digital basado en sus propiedades, automóviles y joyas,
indicó que el consumo del dirigente petrolero fue de 229.6 millones de pesos
durante la última década. Con un ingreso anual de 3 millones, al Senador le
tomaría 75 años de trabajo poder pagar el estilo de vida de él y de su familia.
Sin haberse sometido en toda
su vida a una elección, Romero Deschamps ha sido dos veces Senador de la
República [1994-2000 y 2012-2018] y tres veces Diputado federal [1979-1982,
1991-1994 y 2000-2003].
EL PRETEXTO LEGAL PARA LA OPACIDAD
Hace cuatro años, el
Instituto Nacional de Acceso a la Información y Protección de Datos Personales
(INAI) –entonces llamado IFAI– le pidió al STPRM que diera a conocer las
versiones públicas de los recibos de pago de Romero Deschamps en los periodos
1994-2000 y 2012-2013.
En lugar de una réplica
concreta a la petición legalmente vinculante, “Pemex manifestó que Romero
Deschamps es trabajador de régimen contractual planta sindicalizado, jornada
laboral 0 y nivel tabular 28”, como se lee en una tarjeta informativa del INAI
(2013).
Ese año, la dependencia
manifestó que la réplica de Petróleos Mexicanos (Pemex) contenía “en forma
genérica las prestaciones que le son otorgadas a los servidores públicos”,
aunque no refería “los montos efectivos que recibe Carlos Romero Deschamps”.
Desde 1993, cuando se
convirtió en el Secretario General del STPRM, Deschamps ha reservado cualquier
dato patrimonial que uno intente obtener acerca de él. Y así, hoy, al
escrutinio público le es imposible saber con exactitud la riqueza que amasa o
el salario bruto que percibe mes con mes.
Entre mayo de 2016 y
septiembre de este año, el Sindicato ha recibido 169 solicitudes de información
a través del INAI. Sin embargo, ninguna de ellas ha recibido respuesta.
El sucesor del sindicalista
Joaquín Hernández Galicia –mejor conocido como “La Quina” y quien fuera
encarcelado en 1989 por presunto homicidio y acopio de armas para el uso
exclusivo de las fuerzas armadas– es tan celoso de su patrimonio que, incluso,
todo intento por develar la magnitud de su peculio mediante el INAI, es
revirado con un recurso de amparo.
A pesar de que en 2002 se
expidió la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública
Gubernamental –sustituida en 2015 por una Ley similar– que obliga a las
instituciones que reciben recursos públicos federales a transparentar la
información sobre el uso y destino de su presupuesto, de agosto de 2013 a la
fecha, el STPRM ha promovido más de 47 demandas de amparo en contra de los
peticionarios ante el INAI, para evitar que alguien sepa a cabalidad cómo se
mueve el dinero en su interior.
En agosto de este año,
SinEmbrago le pidió al Sindicato que le revelara el salario y las prestaciones
que percibe Carlos Romero Deschamps. La respuesta a la solicitud número
6013300007217 nunca llegó, a pesar de que la institución tenía como fecha
límite de entrega el 4 de septiembre de 2017.
Pero el STPRM no sólo no
respondió sino que inició un auto de suspensión en contra de la solicitud
mediante el amparo 1240/2017, a cargo del Juzgado Sexto de Distrito en Materia
Administrativa en la Ciudad de México.
Algo similar le ocurrió a
este medio digital hace tres años, cuando el juez Sexto de Distrito en Materia
Administrativa, Francisco Javier Rebolledo Peña, resolvió darle la razón al
Sindicato, al conceder la suspensión definitiva de las solicitud 1857200156414.
El alegato que utiliza el
Sindicato para evitar la entrega de la información solicitada por este diario
digital a través del INAI, es que la petición viola el Artículo 16
constitucional, mismo que establece, entre otras consideraciones, que “Toda
persona tiene derecho a la protección de sus datos personales”.
Asimismo, el Sindicato se
apoya del convenio internacional del Comité de la Libertad Sindical de la
Organización Internacional del Trabajo para sostener que la libertad sindical
implica “organizar su administración y actividades sin injerencia alguna de las
autoridades públicas” [párrafo 426 del convenio citado].
Por ello, concluye el STPRM,
“una disposición que reserve al Gobierno el derecho de verificar los fondos
sindicales es incompatible con el principio generalmente aceptado de que los
Sindicatos deben de tener el derecho de organizar su administración”.
Y, en consecuencia, “las
autoridades públicas deben de abstenerse de toda intervención que tienda a
limitar ese derecho o a entorpecer su ejercicio legal” [párrafo 440].
De acuerdo con la información
que consta en los juzgados y en el INAI, existen tres datos que el Sindicato
defiende a capa y espada: el monto de las transferencias bancarias de Pemex
hacia el Sindicato; los convenios multimillonarios entre ambos; el salario de
los integrantes del Comité Ejecutivo Nacional del STPRM; y las cuotas
sindicales que brindan los trabajadores petroleros.
Pese a que la defensa del
Sindicato se basa en el derecho a la defensa de los datos personales de Romero
Deschamps y en el derecho de autonomía sindical, tiene la responsabilidad -por
leyes como el Artículo 6 de la Ley General de Transparencia y Acceso a la
Información Pública- de rendir cuentas por ser una institución que recibe y
ejerce recursos públicos.
SALARIO Y VIDA DE LUJOS
Romero Deschamps no es una
persona que esconde su opulenta vida. En 2008, se supo que gustaba de los
relojes caros de la marca Aude Piquet valuados hasta en 7 millones de pesos
(mdp) -al tipo de cambio de entonces-; que contaba con un departamento en
Cancún valorado en 18.7 mdp; además de dos propiedades de lujo en The Bath Club
en Miami, con un valor aproximado de 110.8 mdp [en conjunto].
Hasta hace cuatro años, el
otrora Diputado [1979-1982; 1991-1994; 2000-2003] era el orgulloso dueño de
tres yates: el “Indomable”, un regalo hecho a su hija Paulina por un costo
aproximado de 16.4 millones de pesos -al tipo de cambio de 2007, cuando fue
adquirido–; el “Guly”, una embarcación valuada en 14 mdp (2013) que le obsequió
a su hijo Alejandro; y el “Güero”, mismo que cuesta cerca de 28 millones de
pesos (2013).
El líder sindical es,
también, un padre que consiente a sus hijos –Paulina, Alejandro y José Carlos–.
Viajes en aviones privados; gustos y aderezos que van desde la compra de unos
brazaletes de la marca Cartier –con un costo de 2 millones de pesos– hasta la
adquisición de coches de lujo, como el que recibió José en 2013: un Ferrari
Enzo valuado en 26.2 millones de pesos –al tipo de cambio de ese año–, mismo
que se sumó al vehículo que ya tenía: un Lamborghini Aventador de 6.5 mdp.
En nuestro país, únicamente
el 6.1 por ciento [3.2 millones de personas] de la población económicamente
activa [52 millones de ciudadanos] gana más de 12 mil pesos mensuales, según
datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Esto equivale
al 2.6 por ciento de la población total de México [123.5 millones de personas].
De acuerdo con los datos del
tabulador del Contrato Colectivo 2013-2015, por una jornada laboral 0 de nivel
tabular 28 –lo que Pemex asegura que Deschamps ganaba en 2013–, el líder
sindical cobraba un aproximado de 13 mil 780 pesos al mes, lo que equivale a
452.40 pesos diarios.
En la actualidad, según el
tabulador del más reciente Contrato Colectivo del STPRM (2017-2019), no es
posible saber cuánto gana el Secretario General del Sindicato –los montos
fueron sustituidos por un número de “clasificación”–.
Además de su salario, Romero
Deschamps tendría derecho a recibir “cuotas de renta de casa” como integrante
del personal sindicalizado de Pemex. Así, el político priista se embolsaría
98.98 pesos diarios adicionales, o lo que es igual, 3 mil 019 pesos al mes.
Sin embargo, el monto que
cada mes se embolsa el líder sindical de Pemex, a través de “apoyos” para
gastos administrativos, operativos, de mantenimiento de instalaciones y de
transporte, nos hace a la idea de las cantidades que componen sus ingresos.
El Contrato Colectivo
2017-2019 estipula que cada integrante del Comité Ejecutivo Federal del STPRM
–73 personas, además de Deschamps– tiene derecho a 107 mil 742.47 pesos
mensuales en “ayudas”. O lo que es lo mismo, un millón 292 mil 909.59 pesos al
año sólo para ese rubro.
Asimismo, como Senador de la
República, Romero Deschamps recibe un ingreso mensual de 117 mil 400 pesos y un
aguinaldo de 156 mil 520 pesos.
Entre sus prestaciones,
también figuran un seguro de vida institucional por cuatro millones 696 mil
pesos; un seguro de gastos médicos mayores por 3 millones 285 mil pesos; y la
mitad de un seguro de separación individualizado que cobrará al término de su
encargo legislativo en 2018.
En conjunto, el funcionario
federal percibe al menos 241 mil 941.47 pesos mensuales netos [en efectivo],
además de prestaciones. Al año, como mínimo, el líder sindical cobra 3 millones
059 mil 817.64 pesos netos [con aguinaldo incluido].
Para ponerlo en perspectiva,
sólo el 1.7 por ciento de la población económicamente activa de México [884 mil
personas] gana más de 20 mil pesos mensuales, según cifras del Inegi.
Sin embargo, los montos
“oficiales” de sus ingresos no coinciden con los montos erogados en lujos. Sólo
si sumamos el valor aproximado de su reloj Aude Piquet, las tres propiedades
millonarias, los yates, los brazaletes y los coches deportivos –por poner un
ejemplo–, tendríamos que entre 2007 y 2017 invirtió, al menos, 229.6 millones
de pesos.
Esta cantidad millonaria
equivale al monto total de la inversión destinada en 2016 a los programas del
Fondo para el Apoyo a Proyectos Productivos en Núcleos Agrarios y Productividad
de la Mujer Emprendedora (Promete) de la Secretaría de Agricultura, Ganadería,
Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) de Coahuila. O lo que los 500
integrantes de la Cámara de Diputados gastaron el año pasado en “Vales de
Despensa, Alimentación y Gasolina”.
Con su salario –estimado en 3
millones de pesos anuales–, al Senador priista le tomaría 75 años de trabajo
poder solventar su vida y la de su familia.
LA IMPUNIDAD DEL LÍDER SINDICAL
Carlos Romero Deschamps es un
hombre imperturbable. Controla al STPRM a través de estatutos legales como la
cláusula de exclusión de Pemex, que de acuerdo con una investigación (2014)
coordinada por Patricia Kurczyn Villalobos y Rafael Tena Suck del Instituto de
Investigaciones Jurídicas de la UNAM, es “una concesión de control y
sometimiento de los trabajadores, a cambio del fortalecimiento en todos los
órdenes de los líderes sindicales”.
Los investigadores
consideraron esta situación como “nociva”, pues hace del sindicato un
instrumento al servicio de los líderes del gremio, e inclusive, lo vuelve un
“mecanismo corporativo de control político”.
El poder de Romero Deschamps
es tan grande, que a pesar de que instituciones como la Comisión Interamericana
de Derechos Humanos (CIDH), la Alianza Nacional Democrática de Trabajadores
Petroleros, la Gran Alianza Nacional Petrolera, la Unión Nacional para el
Desarrollo Social de Trabajadores de la Industria Petrolera y el movimiento
Petroleros Activos en Evolución por un México Nuevo, entre otros, han
presentado denuncias en los últimos 20 años ante la Procuraduría General de la
República (PGR), su Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), e inclusive ante
la Subprocuraduría Especializada en Investigaciones de Delincuencia Organizada
(SEIDO), no han prosperado.
De este modo, al Senador le
es fácil moverse con tranquilidad y disfrutar de comidas en restaurantes de
lujo –como en The Palm, donde una comida individual con entradas, plato fuerte
y bebidas puede costar hasta tres mil pesos–.
Tiene los bolsillos holgados.
Y lo mejor de todo: no tiene por qué rendir cuentas. Ejemplo de ello fue el
denominado “Pemexgate”, que a 17 años de haber sido destapado, no ha sido
resuelto y mantiene pendientes algunos juicios de amparo.
Un hecho que implicó el
desvío de 500 millones de pesos por parte del sindicato petrolero para
financiar la campaña del ex candidato priista Francisco Labastida Ochoa, quien
contendió y perdió las elecciones del año 2000 frente al panista Vicente Fox Quesada.
Así, con holgura, Carlos
Romero Deschamps manipula los fondos que Petróleos Mexicanos le destina a su
sindicato, ya sea para gastos por concepto de los festejos del desfile del 1 de
mayo; del aniversario de la expropiación petrolera; además del dinero que le
brinda para viáticos de los miembros del Comité Ejecutivo y para la revisión de
los contratos colectivos -celebrados cada dos años-.
De 2005 a 2015, Romero
Deschamps no rindió cuentas por los 976 millones 441 mil 852.30 pesos que
recibió por parte de Pemex para los cuatro rubros anteriormente mencionados
–monto que equivale al aumento del gasto en seguridad, a nivel federal, para el
primer trimestre de 2015, según cifras de la Secretaría de Hacienda y Crédito
Público-.
Los montos estipulados para
festejos y gastos del Comité Ejecutivo sindical, para el periodo 2015-2017 y
2017-2019, no son revelados en los últimos contratos colectivos, pues fue
removida la cláusula 251 Bis, que señala que antes del 18 de marzo de cada año
se entregará un importe en millones de pesos por concepto de “ayuda para gastos
derivados de los festejos relacionados”.
–Con información de Linaloe R. Flores.
(SIN EMBARGO/ EFRÉN FLORES/ NOVIEMBRE 4, 2017, 6:00
PM)
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