El crimen organizado se ha expandido en la región
central de México hasta hacerla una zona de riesgo para los ciudadanos, debido
a las omisiones y negaciones de las autoridades que comandan en Puebla, Estado de
México, Morelos y la CdMx, advirtieron especialistas.
A las operaciones de células del narcotráfico, que
operan en Morelos y el Estado de México, se suman también las tomas de
clandestinas en Puebla y el narcomenudeo en la capital del país, lo que muestra
no sólo un avance de la delincuencia sino una diversificación y especialización
en el tipo de delitos que comete.
¿Cómo se descompuso la seguridad en estos estados? Las
cifras indican que en el primer semestre del año hubo 2 mil 307 carpetas de
investigación por homicidio doloso en esos cuatro estados, 221 casos más que en
el mismo lapso del 2016.
Ciudad de México, 30 de julio
(SinEmbargo).– El fuerte operativo realizado el 20 de julio en la Delegación
Tláhuac, de la Ciudad de México, que terminó con el abatimiento de ocho
presuntos narcotraficantes, es un reflejo de que la violencia se salió de
control a las autoridades de la capital del país y las entidades de la región
central del país, destacaron especialistas.
“Estos eventos no son algo nuevo, ya había
crimen organizado en esa zona. Pero lo que sí es nuevo es que se hace visible
porque antes había un orden, lo que ahora se ha salido de las manos”, planteó
Guadalupe Correa-Cabrera, profesora asociada de la Universidad de Texas, Rio
Grande, e integrante del Wilson Center, donde desarrolla el proyecto “Trata de
Personas, Inmigración Irregular y Delincuencia Organizada Transnacional en
Centroamérica y México”.
Esta circunstancia se ha
visto alterada y ha creado situaciones de violencia también porque las
autoridades han sido omisas e incluso han negado la presencia de grupos
criminales, explicó.
“¿Las autoridades en estos
lugares están haciendo su trabajo? No lo creo. Lo que parece ser es que llegan
nuevos actores, la delincuencia organizada se está desorganizando, y ahora hay
más enfrentamientos entre estos grupos”, consideró.
La Procuraduría General de la
República (PGR) expuso en febrero pasado que células del cártel de La Familia
Michoacana operaban en Morelos, Guerrero y el Estado de México. En tanto que el
Cártel Jalisco Nueva Generación tenía ya una plaza también en Morelos.
La presencia del crimen
organizado en la región, que tuvo por último evento el abatimiento de
narcomenudistas en la Delegación Tláhuac, tiene antecedentes que han llegado a
desafiar a la autoridad.
En enero de 2016, Gisela Mota
Ocampo, Alcaldesa de Temixco, Morelos, fue asesinada. El Gobernador Graco
Ramírez Garrido Abreu señaló entonces a la célula delictiva Los Rojos como los
autores materiales.
Otra banda, Guerreros Unidos,
confundió a los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa, de acuerdo con la
versión oficial. De ésta organización, al menos hasta mayo pasado, las
autoridades de Morelos, aseguraron haber capturado al 80 por ciento de sus
miembros.
Correa-Cabrera acusó que el
descabezamiento de los grandes cárteles por parte de las autoridades azuzó su
fraccionamiento, y trajo consigo más violencia.
“No todos los eventos tienen
que ver con la estrategia de descabezar carteles, lo que sí veo es que esa
estrategia ha generado varias fracciones que se dedican a distintos negocios.
Grupos como Los Rojos son una muestra. Por otro lado están los huachicoleros en
Puebla, y los que se dedican al tráfico de personas y otros crímenes
especializados”, explicó.
Mancera aseveró que el operativo en la Delegación
Tláhuac, donde se abatió a “El Ojos”, fue planeado con siete meses de
antelación y se coordinó con autoridades federales. Foto: Cuartoscuro
LOS HOMICIDIOS REPUNTAN
El desborde del crimen
organizado en el centro del país tiene injerencia en los niveles de incidencia
delictiva.
Entre enero y junio, la
Ciudad de México, el Estado de México, Morelos y Puebla sumaron 2 mil 307
carpetas por homicidio doloso; 221 casos más que el primer semestre del 2016.
De un año para el otro, todos
los estados incrementaron en esos seis meses el número de carpetas de homicidio
doloso, con excepción del Estado de México que reportó mil 26 carpetas por este
delito este año, apenas seis menos que en el primer semestre 2016.
“El centro del país es un
centro neurálgico de algunas actividades y lo vemos con los huachicoleros en el
robo de gasolina”, dijo la investigadora de la Universidad de Texas.
Las tomas clandestinas
crecieron a pasos acelerados. En el sexenio del ex Presidente Felipe Calderón
Hinojosa las tomas pasaron de ser 323 en el 2007 a mil 635 en el 2012; un
aumento en ese periodo de 406 por ciento.
Peña Nieto, por su parte,
terminó su primer año de administración con 2 mil 612 tomas clandestinas, pero
al finalizar 2015 se reportaban 5 mil 252, un aumento del 101 por ciento, de
acuerdo con el Informe de Sustentabilidad 2015 de Pemex.
“Es un asunto que viene de
años atrás y no tenías idea de que hubiera acciones efectivas. Esto hizo que se
fuera intensificando a más lugares y más gente involucrada. Ya no sólo tiene
qué ver con los que hacen la extracción de los ductos, sino a los que venden y
a gasolineras que compran para tener el combustible más barato”, dijo Édgar
Cortez Morales, investigador del Instituto Mexicano de Derechos Humanos y
Democracia AC.
VIOLENCIA INÉDITA EN CDMX
Tras el abatimiento de Felipe
de Jesús Pérez Luna, alias el Ojos, en la Ciudad de México, hubo al menos
cuatro narcobloqueos promovidos por supuestos transportistas públicos. La
primera vez que esto ocurría en la Ciudad de México.
Después de que el Secretario
de Movilidad, Héctor Serrano Cortés, aseguró el miércoles pasado que los
mototaxis no pueden ser regulados por lo que deberán ser retirados.
“Queda la gran interrogante
de sobre estos visitaxis, mototaxis. Cada autoridad que pasa trata de quitarse
la responsabilidad sobre ellos”, detalló Cortez.
El Jefe capitalino Miguel
Ángel Mancera Espinosa se ha cuidado de decir que “ El Ojos” lideraba un
cártel, sino más bien un grupo de narcomenudeo.
“Independientemente de
llamarles narcomenudistas, carteles o como quieran, es crimen organizado y está
sobrepasando a la autoridad en la Ciudad de México”, dijo Correa-Cabrera.
Mancera dijo después del
operativo realizado junto con la Secretaría de la Marina que hubo un plan de
siete meses previos. Pero Cortez puso en duda esa versión al señalar que una
planificación hubiese contemplado una reacción como la de los narcobloqueos.
De acuerdo con los reportes
oficiales, “El Ojos” controlaba la venta de estupefacientes desde al menos el
2002, por lo que el vacío que deja podría conllevar nuevas disputas por
quedarse con la plaza, coincidieron expertos.
“Es probable [que las
disputas arrecien] y es lo que hemos visto en Sinaloa en estos dos años, por
ejemplo. Con el arresto de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán vimos que el Cártel del
Pacífico dejó un espacio que sirvió de caldo de cultivo. Podríamos pensar que
en la Ciudad de México vamos a tener más criminalidad”, dijo Correa-Cabrera.
(SIN EMBARGO.MX/ JUAN LUIS GARCÍA HERNÁNDEZ/ JULIO 30,
2017, 8:00 PM)
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