viernes, 10 de junio de 2016

LA VIOLAN, LA TORTURAN Y LE ROBAN 3 AÑOS Y 11 MESES. YECENIA ARMENTA OBTUVO HASTA HOY SU LIBERTAD


Yecenia Armenta pasó recluida tres años y once meses en un penal de Culiacán acusada del asesinato de su esposo, sin embargo, desde el inicio su defensa alegó que fue expuesta a varios métodos de tortura para que confesara el homicidio. Hechos que acreditó tanto la Comisión Estatal de Derechos Humanos, como la CNDH. “De todas las formas me agredieron”, narró en meses pasados, Yecenia a Amnistía Internacional.



Ciudad de México, 7 de junio (SinEmbargo).- Yecenia Armenta Graciano, la mujer acusada por la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) de Sinaloa de haber asesinado a su esposo, Jesús Alfredo Cuén Ojeda, fue exonerada esta mañana por el Juzgado Quinto Penal luego de que resolviera que su declaración se obtuvo por medio de tortura.

El 12 de julio de 2012 Yecenia Armenta fue encarcelada luego de ser golpeada, asfixiada, violada y finalmente obligada a firmar una confesión que no pudo leer. Ella creía que estaba secuestrada. Con los ojos vendados y las manos esposadas hacia atrás, colgaba boca abajo atada de los tobillos, escuchaba amenazas. Creía que no saldría viva de aquella bodega a la que fue llevada el 10 de julio de 2012 por policías vestidos de civil, luego de obligarla a salir de su automóvil.

En la sentencia absolutoria, emitida esta mañana, el juez Juan Luis Quiñones Beltrán señaló que en la investigación del Ministerio Público existen irregularidades que son violatorias al debido proceso, entre ellos su declaración que fue obtenida bajo tortura.

“En la causa se demostró que la confesión de la imputada fue obtenida bajo coacción, por lo que carece de todo valor y quedó excluida del material probatorio”, sentenció.

El juez indicó que la única prueba en contra de Armenta Graciano es su declaración ministerial, pero que al haber sido obtenida con tortura, ésta quedó inválida.

Armenta Graciano fue recluida en el penal de Culiacán desde el 12 de julio del 2012, 10 días después del asesinato de su esposo, pero ella y su defensa alegaron desde un inicio que fue expuesta a varios métodos de tortura.

“Señora, conteste todo lo que le pregunten porque si no la va a pasar muy mal”, escuchó aquel 10 de julio sin poder ver nada. “Me hablaba de una persona que le gustaba cortar lenguas y orejas. Que estaba afilando el cuchillo. Que iban a traer a mis hijos y los iban a violar y hacer pedazos”, narró Yecenia para Amnistía Internacional. “De todas las formas me agredieron”, recordó.

Su esposo Jesús Alfredo Cuén Ojeda, médico en la Dirección de Deportes de la Universidad Autónoma de Sinaloa, fue asesinado a disparos al salir de un restaurante la mañana del 2 de julio de 2012, un día después del proceso electoral en el que su hermano Héctor Melesio participó como candidato al Senado por el Partido Nueva Alianza (Panal).

El cuerpo quedó boca arriba cerca de la camioneta en la que se subiría. Los peritos ubicaron a su alrededor nueve casquillos de arma de fuego calibre nueve milímetros. El Procurador de Justicia estatal, Marco Antonio Higuera Gómez, declaró que las primeras investigaciones revelaron “que fue un solo sujeto” quien lo asesinó, reportó la prensa local. El sospechoso, agregó, viajaba en un vehículo color blanco.

Luego que Yecenia, bajo tortura, firmó un documento que nunca leyó, la versión se amplió.

La PGJ de Sinaloa informó, de acuerdo con una nota del 12 de julio de 2012 del diario Noroeste, que Yecenia “confesó haber pagado 85 mil pesos a una célula delictiva para que asesinara a su esposo, y fue la encargada de ‘ponerlo’ el día del crimen”.

También fue detenido Luis Enrique Hernández Maldonado, quien vigiló si había policías en las cercanías donde ocurrió el homicidio.

El Procurador Higuera Gómez añadió que Yecenia declaró quiénes colaboraron con ella, quién fue el contacto con las personas que cometieron el asesinato y también que ella corroboró que la víctima se encontraba en el restaurante.

Según la confesión, la pareja estaba en trámites de divorcio y ella, “víctima de maltrato”, buscaba cobrar un seguro de vida. El Procurador descartó que el móvil del homicidio tuviera relación con el ex candidato al Senado.

Sin embargo, en febrero de 2013, la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH) de Sinaloa determinó que aplicaron tortura en contra de Yecenia y lo notificó a la PGJE. En septiembre de 2012, médicos independientes ya habían detectado señales físicas y psicológicas.

El Ombudsman sinaloense, Juan José Ríos Estavillo, informó que encontraron violaciones a su derecho a la libertad, integridad, seguridad personal, legalidad y salud. Ante ello, recomendó iniciar una investigación contra los servidores públicos identificados como responsables.

La PGJE no aceptó la recomendación por no estar acreditada la existencia de una “situación de coacción” contra la mujer.

Dos años después, en enero de 2015, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) pidió al Gobernador de Sinaloa, Mario López Valdez, acatar las disposiciones emitidas por la CEDH por la tortura a Yecenia Armenta. Coincidió en que se violaron los derechos humanos a la integridad y seguridad personal, así como al trato digno, y demandó a López Valdez que se repare el daño.

Al mismo tiempo, el Juzgado Tercero de Distrito se pronunció con un amparo, al detallar cada una de las violaciones a los derechos de Armenta Graciano, exigiendo, además, que se castigara a la Unidad de la Policía Ministerial que la torturó.

Sin embargo, la Procuraduría General de Justicia de Sinaloa sostuvo su posicionamiento e impugnó el amparo, el cual, a la fecha, sigue en revisión por la Suprema Corte de Justicia.

A partir de esa serie de negaciones, organizaciones civiles como el Centro ProDH y Amnistía Internacional realizaron una campaña de exigencia a las autoridades de Sinaloa para que desistiera de la declaración ministerial como prueba, pero no se tuvo respuesta de la Fiscalía local.

Incluso, la organización Amnistía Internacional implementó una petición en su plataforma Alza tu voz, en la que más de siete mil firmas exigieron que se llevara a cabo una investigación exhaustiva e imparcial sobre la tortura sufrida por Yecenia Armenta, y que se retiraran los cargos en su contra.

Con una carta emitida al Procurador Estatal, Marco Antonio Higuera, la organización denunció que los médicos forenses de la Procuraduría General de la República examinaron a la mujer, sin embargo no mencionaron indicio alguno de tortura u otras formas de malos tratos.

Hoy Yecenia Armenta Graciano salió libre, después de casi cuatro años, y aunque la PGJE podrá impugnar, ya no podrá presentar las mismas pruebas que la llevaron a prisión en 2012 ante los juzgados.

-Con información de Noroeste


(SIN EMBARGO.MX/ REDACCIÓN / JUNIO 7, 2016 - 4:11 PM)

No hay comentarios:

Publicar un comentario