2 mil millones de pesos serán
necesarios para el cruce de Otay II. El Gobierno Federal solo aportará 700
millones; el resto tendrá que buscarlo el Estado con créditos o con Asociaciones
Público Privadas La administración de
Enrique Peña Nieto no tiene dinero para cumplir con la infraestructura
binacional que le prometió a Baja California a través del Programa de Inversión
en Infraestructura de Transporte y Comunicaciones 2013-2018, anunciado al
inicio de su mandato.
Hasta el momento, la
administración no ha etiquetado el recurso para la compra de terrenos de lo que
será la Garita de Otay II u Otay Mesa, proyecto con valor de 2 mil millones de
pesos y del que sólo aportará 700 millones de pesos para la adquisición de la
tierra; el resto tendrá que ser buscado a nivel estatal por medio de un crédito
o con inversión de Asociaciones Publico Privadas (APPs).
En noviembre de 2011 se
publicó mediante decreto en el Periódico Oficial del Estado (DOE), la
Declaratoria de Destino del Cruce Fronterizo que consideraba la edificación de
dicho pase comercial.
El proyecto formó parte de
los planes estratégicos para agilizar el cruce en la frontera, propuesto en la
administración de José Guadalupe Osuna Millán (2007-2013).
Mientras tanto, la Secretaría
de Comunicaciones y Transportes (SCT) afirma que el Gobierno Federal trabaja en
ocho puentes fronterizos con ampliaciones y modernizaciones, pero a Baja
California le ha retrasado el dinero para el plan binacional.
Aproximadamente 70 predios se
verán afectados con la construcción de la Garita de Otay Este, según dijo la
tesorera del Frente de Afectados de la Garita de Otay II, Olivia López Ortiz.
En entrevista con ZETA,
precisó que hasta el momento desconocen el monto que el gobierno les habrá de
pagar por metro cuadrado por sus predios, y solicitan sean pagados a un precio
justo.
“La información que teníamos
era que en 2015 y 2016 se iba a dar adquisición de terrenos. A finales de 2017,
inicio de 2018, iba a ser la inauguración, pero dudo que se pueda dar, porque
ni siquiera se ha dado la adquisición de tierra”, finalizó.
Al no haber el recurso, los
proyectos habrán de retrasarse y corren el riesgo de no ser concluidos,
advirtió la semana pasada en rueda de prensa la vicepresidenta de Asuntos
Binacionales de la Cámara Regional de Comercio de San Diego, Paola Ávila.
SCT BUSCARÁ RECURSOS
En relación al presupuesto
para las garitas, en su visita más reciente a la frontera y en el marco de la
inauguración del Puente Binacional que conecta el Aeropuerto Internacional de
Tijuana con San Diego, California, el titular de la SCT, Gerardo Ruiz Esparza,
presumió a los medios que a nivel nacional están desarrollando diversos cruces
fronterizos.
“Estamos trabajando en ocho
puentes fronterizos internacionales, ampliándolos, modernizándolos, tratando de
avanzar lo más rápido posible. Tenemos el de Matamoros-Brownswille, el primer
paso ferroviario que se construye en un siglo y ya está trabajando.
“Sí se está trabajando en un
mejor comunicación, porque creo que a los dos países nos conviene, mientras más
rápido fluyan las mercancías entre México-Estados Unidos, Estados
Unidos-México, ganan los dos países, es un comercio importantísimo;
prácticamente 540 mil millones de dólares que trae el comercio que va de México
a Estados Unidos, donde más del 40 por ciento trae materia prima
norteamericana. Mientras más oportuno sea, más ganan los países”.
A pregunta expresa de ZETA de
qué ha pasado con los recursos para el cruce de Otay, el funcionario federal
respondió:
“Estamos tratando de avanzar
lo más rápido posible. Es un momento muy difícil, pero estamos consiguiendo los recursos privados,
no necesariamente públicos para poder acceder al proyecto. Estamos en ese
camino”.
TRABAJO A MEDIAS
En enero de 2012, el entonces
Presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa, inauguró el puente “El
Chaparral”, donde quedaron pendientes una serie de adecuaciones para cruzar del
lado americano a Tijuana, como lo fue la ampliación cruce internacional Puerta
México/San Ysidro “El Chaparral”.
La inversión sería de 173
millones de pesos, informó la SCT. Con esto se beneficiarían 2 millones 170 mil
habitantes, generando un tránsito de 40 millones de cruces anuales.
“El Chaparral” se compone de
tres etapas: El Chaparral, Puerta México I y Puerta México II, pero hasta el
momento el proyecto ha tenido atrasos en la edificación del lado mexicano.
El presidente del Consejo de
Desarrollo Económico de Tijuana (CDT), Humberto Inzunza, expresó a este
Semanario:
“En la garita de San Ysidro,
del lado mexicano hace falta el tema peatonal porque no se construyó. No están
los rehiletes, hace tres semanas mediante una nota diplomática nos informaron
que ya no había recursos para las adecuaciones, lo que ha provocado que empiece
la construcción. La cónsul de México en San Diego, María de los Remedios, nos
dijo que ya se habían localizado y que no había ningún problema”.
En tanto y respecto al cruce,
afirmó que hace falta la adquisición del predio para la construcción en suelo
mexicano.
“El Gobierno del Estado ya
tiene el proyecto ejecutivo y otras cosas, pero se podría complicar porque
conforme avanza el tiempo los propietarios están sin saber qué va a suceder”,
finalizó.
EL PROYECTO SEGÚN SCT
Otay II forma parte del
programa de infraestructura federal, se concibe como un puerto fronterizo de
alta tecnología para vehículos ligeros y de carga, que habría de disminuir los
tiempos de espera entre San Diego y Tijuana.
En su momento el
subsecretario de Infraestructura de la SCT, Raúl Murrieta Cummings, externó que
se prevé destinar un presupuesto de 2 mil millones de pesos para habilitar 35
carriles (27 al norte y ocho al sur), los cuales iniciarían operaciones en
diciembre de 2017.
Un boletín oficial mencionaba
que se estableció la creación de un grupo binacional con el objetivo de
garantizar la instrumentación del proyecto estratégico.
“En este sentido, la SCT
trabaja en la planeación y ejecución de proyectos fronterizos que permitan que
los cruces de personas y mercancías entre ambos países, sean más expeditos y
eficientes”.
FALTA ETIQUETAR RECURSOS
En mayo de 2015, la
Secretaría de Infraestructura y Desarrollo Urbano del Estado (SIDUE) informó de
los avances en el proyecto en cuestión, el plan se registró en la unidad de
inversiones de la Secretaría de Hacienda, además del proyecto ejecutivo, así
como un expediente técnico para liberar el derecho de vía de 32 hectáreas.
El puerto de entrada, a
ubicarse a tres kilómetros del actual cruce de Otay Mesa en Tijuana, con cuatro
kilómetros de vialidad, será de cobro y con 20 carriles, dijo a ZETA el
director de Ordenamiento Territorial de Estudios y Proyectos de SIDUE, Carlos López Rodríguez.
“Voy regresando de una
reunión nacional en Monterrey, Nuevo León, que se llevó a cabo el 6 y 7 de
abril. El gobierno mexicano a través de la SCT comentó que está pendiente una
reunión del Consejo de Hacienda para etiquetar los recursos para la compra de
la tierra, es cuestión de eso para que se apruebe y se transfiera a SCT.
“Los proyectos ejecutivos
están consensuados en ambas partes de la frontera, queda por definir dónde se
hará el pago y será una tarifa diferenciada entre los 20 y 50 pesos, de acuerdo
al volumen de tránsito. Ya se tienen acordado los puntos de cruce”.
— ¿Cuál será el monto que
asignará el Gobierno Federal?, se le preguntó.
“Son aproximadamente 700
millones de pesos sólo para la compra de la tierra, de una inversión de 2 mil
millones de pesos que es lo que cuesta. Se propone que sólo se haga esa
aportación y lo demás se haga con un crédito de NASBANK o Asociación Pública
Privada”.
Si bien, el Gobierno Federal
no informó en la reunión la razón del atraso en las asignaciones, el
funcionario estatal expuso que el recurso está seguro, pues se trata de un
compromiso presidencial que se pretende sea inaugurado a finales de 2018.
“Lo que se hizo fue tener que
aprobar una Ley para una revisión conjunta tanto autoridades norteamericana
como mexicana para que pudieran estar elementos dentro de México y portando
armas. Hacer los estudios de origen- destino de tarifas y buscar los recursos. Se avanzó a tiempo y van a salir a tiempo con
los compromisos”.
Recordó que la garita será de
cuota, por lo que no tendrá muchos carriles. Serán 10 turísticos y 10 de carga.
Del lado mexicano estará asentada en poco más de 31 hectáreas. Del lado
americano son 100 acres, con la ventaja que tienen un solo dueño y del lado
mexicano son 50, con quienes ya se ha platicado. Por lo que respecta al cruce
peatonal de San Ysidro, abundó que públicamente se ha manejado información
incorrecta.
“En esta reunión de abril se
dijo que del lado americano terminan edificio y andadores en junio de 2016 y le
pide a México que termine para esa fecha, La respuesta fue que tiene el
recurso, pero termina en septiembre porque todavía hace faltan algunas
adecuaciones como ampliar los andadores peatonales, el puente peatonal en El
Chaparral se dividirá con un cerco y se construirá una nueva rampa para el
flujo sur-norte. Sólo queda aplicar 4 millones de pesos y ya se tienen”,
comentó López Rodríguez.
Por el momento hay trabajos
por terminar en San Ysidro, donde habrán de conectar el Freeway 5 al Chaparral.
En ambos lados de la frontera
hacen falta trabajos de edificación y, de acuerdo con el entrevistado, ninguno
de los gobiernos se ha adelantado, pues se lleva un calendario de obra que
termina en dos años.
(SEMANARIO ZETA/ Francisco Navarro
Fausto / FOTOS: Jorge Dueñes / cortesía / Lunes, 18 abril, 2016 01:00 PM)
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