La Procuraduría busca
elementos de prueba para el 18 de abril, intentar consignar a Jesús Uribe
Ibarra -discapacitado mental- como presunto responsable del asesinato de Ramón Paredes, Lorenzo Cisneros, Hilario Osuna Martínez y
dos víctimas más, quienes fueron brutalmente golpeados hasta la muerte en San
Antonio de la Minas, Ensenada Lorenzo
Cisneros Gallardo, Hilario Osuna Martínez, Ramón Paredes Murillo y dos varones
aún no identificados, fueron golpeados con un objeto contundente y abandonados
a morir en un charco de sangre el domingo 10 de abril.
Sus cadáveres quedaron dispersos
en un terreno campestre de media hectárea que se encuentra en el Kilómetro 93
de la delegación San Antonio de las Minas, en el Valle de Guadalupe.
Fueron localizados por
vecinos. Estas muertes permanecen la impunidad.
A pesar de que hay un
detenido al que relacionan con el multihomicidio, por el arma, porque intentó
asesinar a otro hombre y por la cercanía de las dos escenas del crimen, la
Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) Baja California aún no
esclarece el caso, a seis días de ocurrido.
De hecho, será hasta el lunes
18 de abril cuando en la Subprocuraduría definirán si los elementos de prueba
que tiene en posesión alcanzan para señalar al detenido como presunto
responsable.
De no hacerlo, el crimen
permanecerá como el 85 por ciento de los homicidios en la entidad.
El indiciado no está en esa
calidad por la muerte de los cinco hombres, sino por el homicidio en grado de
tentativa contra Óscar Larios, un joven de 18 años que vive en el orfanatorio
Casa Hogar Estado 29, a quien atacó cuando
salía de una tienda de abarrotes.
Marco Chavarría López,
subprocurador de Zona en Ensenada, manifestó tener elementos que le permiten presumir que el detenido
participó en ambos crímenes, pero oficiosamente está buscando las pruebas
periciales que le permitan corroborar o negar sus sospechas.
“Desde luego”, respondió
cuando se le preguntó si existían elementos que lo llevaran a relacionar los
crímenes, “siempre se abren líneas de investigación, y en esas líneas de
investigación estamos hablando de un lugar muy cercano, pues tengo que
verificar. Pero no puedo recalcar oficiosamente en cuanto a eso, tengo que
probar ese hecho”.
— ¿Tiene otros sospechosos?
“En cuanto tenga resultado de las pruebas periciales, voy a definir si aparte
de él, tenemos algunas personas más que puedan concurrir en cuanto a
sospechas”.
— Aparte de la cercanía del
lugar entre las dos escenas de crimen, ¿qué otros elementos hacen presumir la
vinculación de esta persona?
“Ahí me limito a contestar
que podemos hablar de la inmediatez -circunstancias de tiempo y lugar-, y de la
manera como las cinco personas murieron, fueron privadas de la vida por
lesiones llevadas a cabo por un objeto contundente.
Cuando hablamos de un objeto
de esas características podría relacionarse con objeto asegurado.
Es parte de la investigación
y de lo que Periciales determine en base a la criminalística y lo que el Servicio Médico Forense me venga
arrojar en el certificado de necropsia, de la forma en que fueron provocadas
las lesiones.
“Si tienen el resultado
positivo y lo podemos vincular, lo vamos a judicializar y yo tendría que
manifestarlo de manera pública”, expuso el subprocurador.
Vecinos temían a “Jesús”
Entre los exámenes pendientes, destacan los dictámenes de las manchas hemáticas
localizadas en el marro que aseguraron en posesión del detenido, así como en
las escenas y la ropa de víctimas y presunto victimario.
JESÚS URIBE IBARRA
Respecto al dictamen del
estado mental del presunto responsable detenido en las inmediaciones del
multihomicidio, de nombre Jesús Uribe Ibarra, ZETA fue informado que Servicios
Periciales le practicó un examen un psicólogo y en éste se determinó que “no
estaba ubicado en el tiempo ni en el espacio, en el momento”.
También solicitaron el apoyo
del Centro Estatal de Atención Psiquiátrica, donde valoraron al detenido, pero
para hacer un dictamen formal pidieron
más tiempo.
“No se arroja en 48 horas,
que es el término que nosotros teníamos para poder poner a la persona a
disposición, por parte de ellos sigue abierto, por eso nos fuimos al control de
la detención” explicó Chavarría López.
Una vez en control de
detención, el juez ordenó en la duplicidad del término que el perito en materia
de psiquiatría del Centro de Readaptación Social de Ensenada llevara a cabo la
valoración de la persona.
Ese es el dictamen que las
autoridades esperan tener en la audiencia de imputación, el próximo 18 de abril.
HOMICIDIO EN GRADO DE TENTATIVA
Dicha audiencia es por el
delito del que está formalmente acusado, homicidio en grado de tentativa “… del
joven que lesiona en la nuca con un objeto contundente afuera de la tienda de abarrotes, ahí había
flagrancia.
“El otro (caso de los cinco
asesinados) es sin detenido, estamos recabando indicios, allegar muchos más
datos de prueba para poder relacionar un dato con otro, y en su momento si
hablamos del mismo presunto responsable”.
El lesionado ya rindió su
declaración ante el Agente del Ministerio Público e hizo saber las
circunstancias en que se le atacó.
LA MASACRE
Al mediodía del domingo
10 de abril, residentes, comerciantes,
productores y turismo de la “Ruta del Vino” entraron en pánico cuando un hombre
alterado, desaseado, con barba abundante, hoy identificado Jesús Uribe Ibarra,
de 45 años de edad, caminaba por la calle principal del poblado, con un marro
ensangrentado.
Acababa de lesionar al joven
cliente de una tienda de abarrotes, de inmediato varias personas sometieron al
agresor y dieron parte a la Policía Municipal, quienes lo detuvieron.
La escena se tornó más
cruenta cuando a unos metros de donde sucedió el ataque al muchacho, vecinos
del lugar se toparon con la macabra escena: cinco cuerpos ensangrentados,
molidos a golpes uno tras otro.
Tres de los cadáveres
quedaron boca arriba, a unos metros de la banqueta que da entrada al predio -propiedad
en litigio- que alberga unas cabañas abandonadas que habitaban las víctimas.
Los otros dos cuerpos estaban
boca abajo, unos metros adelante, cerca de un grupo de árboles.
A simple vista los occisos
presentaban lesiones en diversas partes del cuerpo, producidas con el arma,
todos estaban vestidos, se desconoce si estaban intoxicados. La versión oficial
fue que todos los fallecidos eran personas sin domicilio fijo.
De los muertos, los
residentes indicaron que sí los ubicaban en el poblado, algunos con un año,
otros hasta con cinco años de antigüedad.
Sin embargo, en el SEMEFO
informaron que por lo menos dos familias se acercaron a las oficinas para
reclamar los restos de sus allegados tras identificarlos, y que una más está en
trámite para recoger el cadáver.
Se trata de Lorenzo Cisneros
Gallardo e Hilario Osuna Martínez, identificados como los occisos 1 y 2, y
Ramón Paredes Murillo, plasmado en la averiguación previa como el occiso
5.
GEMIDOS DE DOLOR
En diversas declaraciones
públicas, autoridades estatales y municipales dijeron que tanto el agresor como
las víctimas tenían aspecto de indigentes.
De acuerdo con estas
versiones, desde hace seis meses el grupo vivía en una de las cabañas
abandonadas, a un costado sobre la carretera El Sauzal-Tecate.
Los mataron a menos de 40
metros de ese inmueble, cerca de la banqueta. A
la derecha del predio -escena del asesinato múltiple- está un
restaurante, también el Orfanatorio Estado 29.
Por el otro extremo están las
viviendas de varios pobladores y hacia la izquierda hay otro terreno baldío que
colinda con Viñedos Lafarga.
Por la madrugada los internos
del orfanato escucharon los quejidos de dolor de hombres, pero como
frecuentemente tenían disputas entre ellos y había sido una noche lluviosa,
todos prefirieron no intervenir, sin imaginar el crimen que se acaba de
cometer.
Sobre los muertos, los
trabajadores de alrededor del área del crimen describieron a las víctimas como
personas tranquilas y trabajadoras, pero finalmente alcohólicos, pedigüeños,
así como drogadictos.
“Siempre estaban ahí tomando,
eran borrachos, siempre venían a comprar”, relató una cajera a ZETA.
COMUNIDAD TEMÍA AL DETENIDO
En los Viñedos Lafarga
comentaron que desde hace tres semanas comenzaron a ver Jesús Uribe Ibarra
deambulando con actitud agresiva por los caminos vecinales.
“Era evidente que esta
persona no estaba bien y pedí a mi personal que tomáramos medidas extremas para
evitar que hiciera daño a algunos de nuestros visitantes. No estábamos
equivocados”, narró una las encargadas del negocio.
Otros también revelaron que
el sospechoso tenía tres semanas en el rumbo, y desde ese tiempo se acercaba a
pedir alimentos a los negocios cercanos.
Que sus conversaciones eran
coherentes y no parecía un enfermo mental.
Al respecto, y en atención a
los hechos, reporteros de Ensenada han cuestionado al alcalde Gilberto Hirata,
quien ha reconocido que la Unidad de Atención de Grupos Vulnerables no tiene
recursos para atender a los indigentes del municipio.
PGJE IDENTIFICÓ A UNO
La PGJE identificó a una de
las víctimas de alrededor de 59 años de edad, de nacionalidad mexicana, que
tenía trabajos temporales en la “Ruta del Vino”; el resto de las víctimas
también hacían trabajos eventuales, pero se desconoce su origen, informó el
subprocurador Marco Chavarría López.
En relación a los demás
muertos, indicó que la dependencia realiza diligencias para establecer la
identidad de las otras víctimas, cuyas edades oscilaban entre los 40 y 60 años.
Los testimonios recabados
entre vecinos del lugar concuerdan que se trataba de personas sin domicilio
fijo que se empleaban eventualmente en la zona.
Hay algunos apodos y nombres
propios, pero aún no se confirman sus identidades.
Algunos residentes hablaron
de una mujer que frecuentaba el lugar donde sucedió el asesinato, pero que
tenían varios días que no la veían.
Al respecto Chavarría López
respondió que no hay una fémina entre las víctimas, ni se encontraron indicios
de más cuerpos o presencia femenina en el grupo; no obstante, la investigación
sigue abierta.
Sobre el marro con el que fue
detenido el presunto responsable, la autoridad detalló que se encuentra en la
cadena de custodia para relacionarlos con el ataque, ya que pueden encontrar
huellas, manchas de sangre, entre otros rastros que podrían favorecer la investigación.
Hasta el momento se desconoce
si las víctimas estaban alcoholizadas o drogadas, pero el subprocurador sí
reconoció que quienes cometen crímenes bajo el influjo de una droga usan el
cristal.
Precisó que el martes 12 de
abril, el presunto responsable fue presentado a declarar con el juez de
Control, la próxima audiencia será el 18 de este mes, donde se decidirá si le
fincan cargos por homicidio.
Agregó que por el momento el
indiciado sólo tiene cargos por lesiones y no se le ha vinculado con el asesinato.
EL TURISMO Y LA SEGURIDAD
El Valle de Guadalupe es una
de las zonas de mayor afluencia turística y recientemente los promotores del
sector turismo propusieron al Cabildo nombrar a Ensenada “Capital del Vino
Mexicano”, con la finalidad de atraer recursos federales.
Durante el levantamiento de
los cuerpos de los occisos, cientos de visitantes pudieron ver la presencia de
policías municipales, federales, ministeriales, periciales y SEMEFO, realizando
las diligencias necesarias.
Algunos empresarios vinicultores
expresaron su descontento por lo que este tipo de hechos “aislados” puede
afectar la reputación del Valle de Guadalupe.
Por lo pronto, la zona donde
ocurrió el inusual homicidio se encuentra acordonada.
(SEMANARIO ZETA/Rosario Mosso Castro y
Lorena Lamas / FOTOS: Enrique Botello / Lunes, 18 abril, 2016 01:00 PM)
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