La CUP, uno de los dos
principales partidos independentistas de Cataluña decidió votar en contra de la
investidura de Artur Mas como presidente de la Generalidad y todo indica que
éste tendrá que convocar nuevas elecciones autonómicas en menos de 60 días
Si Juntos por el Sí no presenta un
candidato alternativo, deberá decidir si expone a Mas otro debate de
investidura o si se espera al 10 de enero, cuando se convocarían elecciones
para marzo
"No cerramos la puerta a ningún
otro candidato de Juntos por el Sí”
Sergi Saladié
diputado de la CUP
“Hemos dicho que no a quien teníamos que
decir que no. Nosotros ya hemos movido ficha y ellos no, y esa ficha se llama
Artur Mas”
Gabriela Serra
diputada de la CUP
Las dos principales
formaciones políticas separatistas de Cataluña no se han puesto de acuerdo. El
partido de la Candidatura de Unidad Popular está a favor de la independencia,
pero para seguir adelante con ese objetivo Juntos por el Sí tendrá que hacer
importantes concesiones.
Si todo continúa igual, su
meta de separarse de España será cada vez más difícil de obtener.
El estira y afloja presente
desde las elecciones del pasado 27 de
septiembre finalmente ha jugado en contra de
Artur Mas, quien no será investido como presidente de la Generalidad y
muy probablemente tendrá que convocar a nuevas elecciones.
La CUP decidió rechazar ayer
a Mas como el próximo presidente de Cataluña y ha exigido a Juntos por el Sí
elegir a un candidato alternativo antes de que termine esta semana.
Si esto sucede a tiempo,
todavía se podría formar un gobierno y evitar nuevos comicios.
VOTACIÓN CERRADA
Ayer, tras una jornada
matutina muy complicada, en la que el consejo político de la CUP y el grupo de
acción parlamentaria discutieron la permanencia de Artur Mas al frente de la
Generalidad, de los 68 miembros con derecho a voto, 36 votaron en contra de investir
a Mas y 32 a favor.
Los resultados también
indican una división significativa al interior de la CUP, que sigue minando la
posibilidad de unirse para lograr la independencia.
Después de todo, la CUP
mantuvo su promesa de campaña de no investir a Mas. Pero, le han dado la
oportunidad a Juntos por el Sí de presentar a un nuevo candidato o convencer a
Artur Mas de sostener otro debate de investidura.
Tienen sólo seis días más
para tomar una decisión antes de que las nuevas elecciones sean inevitables.
Es poco probable que Artur
Mas entregue el liderazgo de su partido y que Juntos por el Sí cambie de
candidato debido, principalmente a las coaliciones que se hicieron con otros
partidos que rechazan el ultimátum de la CUP.
Los analistas ya anticipan
que, a más tardar, el 10 de enero se convocarán elecciones autonómicas en
Cataluña, las cuartas que se celebran desde 2010.
INGOBERNABILIDAD EN TODA ESPAÑA
Más allá de la incapacidad
del Parlamento catalán para formar un nuevo gobierno, como país España también
atraviesa un momento complicado para lograr acuerdos.
Es casi un hecho que el
Partido Popular y el PSOE no lograrán llegar a un acuerdo que resulte en la
investidura de Mariano Rajoy como presidente de España.
La alternativa de que las
izquierdas se unan para lograr conformar un nuevo gobierno encabezado por Pedro
Sánchez del PSOE o por Pablo Iglesias de Podemos es poco probable.
La razón detrás de esta
imposibilidad de consensos entre izquierdas, irónicamente recae en regiones
como Cataluña donde los sentimientos independentistas han tomado mucha fuerza.
El PSOE está en contra de un
referendo sobre la autonomía y Podemos está a favor. Este punto ha sido
inamovible y es la principal barrera que existe para que las izquierdas
españolas terminen con el gobierno de Mariano Rajoy.
Al igual que en Cataluña, las
circunstancias se están acomodando para suponer una nueva elección general en
España antes de que termine el primer tercio del año 2016.
¿POR QUÉ MÁS ELECCIONES?
La cerrazón de la CUP a
investir a Artur Mas obliga al líder de Juntos por el Sí a convocar
inmediatamente (la fecha límite es el 10 de enero) a elecciones en Cataluña,
que se celebrarían entre finales de febrero y el 6 de marzo.
Lo único que podría evitar
esta situación es que Juntos por el Sí propusiera a otro candidato, apoyado por
la CUP. Hasta el momento, el grupo
parlamentario de JxSí ha reiterado que su único candidato posible es Mas.
La CUP ya votó en contra de
Mas en dos ocasiones anteriores.
Según la ley de la
Presidencia de la Generalidad, en su apartado dedicado a la elección del
presidente “si una vez transcurridos dos meses desde la primera votación de
investidura (10 de enero) ningún candidato ha sido elegido, la legislatura
queda disuelta automáticamente y el presidente de la Generalitat en funciones
convoca elecciones de manera inmediata, que han de tener lugar entre 40 y 60
días después de la convocatoria”.
NI JUNTOS NI MAS NI INDEPENDENCIA
Artur Mas, quien ha llevado a
Cataluña más cerca de la independencia, se quedó ayer sin opciones de volver a
encabezar el gobierno y, muy probablemente, tendrá que enfrentar nuevas
elecciones.
La CUP, formación anticapitalista y secesionista cuyos votos en
el Parlamento catalán eran imprescindibles para la investidura de Mas, decidió
no darle su respaldo.
Esta decisión bloquea el
proceso independentista.
El 9 de noviembre, el
Parlamento catalán aprobó una resolución independentista que quedó paralizada
hasta que haya un Gobierno funcional.
Juntos por el Sí necesitaba
el apoyo de 10 legisladores de la CUP para investir como presidente a Mas.
Sin embargo, el todavía
presidente de la Generalidad es percibido por los anticapitalistas como el
autor de los recortes y problemas económicos y de corrupción en la región.
Mas se presentó en elecciones
catalanas del 27 de septiembre con la seguridad de que esos sufragios le
servirían como un plebiscito secesionista.
Al no poder obtener la
mayoría absoluta, su futuro político quedó en manos de la CUP, el único partido
separatista fuera de Juntos por el Sí.
Desde septiembre se hablaba
de una derrota de Mas y de las aspiraciones independentistas. Sin embargo, por
más de tres meses, los separatistas han intentado ponerse de acuerdo, y aunque
aún queda una pequeña esperanza, es probable que una vez más se tenga que
recurrir a los votantes catalanes para destrabar las negociaciones.
La decisión de la CUP no sólo
es vital para conocer el futuro de la región sino también del país. España se
encuentra al borde de la ingobernabilidad tras las elecciones generales del 20
de diciembre.
Ya comenzó un nuevo año, pero
la estabilidad en España llegará probablemente hasta el final del invierno.
(REPORTE INDIGO/ SERGIO ALMAZÁN / Lunes 4 de enero de 2016)
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