lunes, 23 de noviembre de 2015

MERCADOS BIZARROS


Con un alza de tasas de interés cada vez más cerca,  el panorama para los inversionistas globales se está tornando extraño y turbulento. Se registran movimientos inusuales que van en contra de los modelos convencionales


La expectativa que ha generado el siguiente movimiento de la Reserva Federal ha irrumpido los mercados,  dando lugar  a crecientes preocupaciones como una potencial falta de liquidez que congele al sistema financiero

“Indudablemente, las tasas de interés van a subir en el mundo; nadie sabe cuándo, nadie sabe cómo, pero van a subir”

Luis Videgaray
Secretario de Hacienda

"La liquidez es como un mal amigo, quien está ahí cuando no lo necesitas, pero desaparece inmediatamente cuando llegas a necesitarlo”

Luke Bartholomew
Administrador de inversión en Aberdeen Asset Management
67.8 por ciento es la probabilidad asignada por el mercado de que la Reserva Federal eleve su tasa de interés en diciembre

168.75 puntos alcanzó el índice de volatilidad, en agosto de 2015, cifra superior a lo registrado en octubre de 2008

Es un tiempo inusual para los mercados financieros. La incertidumbre y la volatilidad son las únicas constantes en una coyuntura fuertemente marcada por las políticas poco convencionales que surgieron como respuesta a la crisis financiera.

Después de inundar al mercado de liquidez y de llevar las tasas de interés a niveles cercanos a cero, la Reserva Federal de Estados Unidos se prepara para “normalizar” sus políticas. Por primera vez desde el 2006, se espera que el banco central de la economía más grande del mundo eleve los tipos de interés.

Al ser cuestionado sobre las implicaciones que tendría esto para México, el secretario de Hacienda Luis Videgaray dijo que “indudablemente, las tasas de interés van a subir en el mundo; nadie sabe cuándo, nadie sabe cómo, pero van  a subir”.  Esta narrativa ha definido el comportamiento de los mercados financieros alrededor del mundo a lo largo del año.

Sin embargo, la eventual subida de tasas se percibe cada vez más cerca. De acuerdo a las posiciones que los inversionistas han situado en el mercado de futuros de Chicago, se ha asignado una probabilidad de casi 70 por ciento respecto a un alza de tipos de interés.

La expectativa que ha generado el siguiente movimiento de la Reserva Federal ha irrumpido los mercados,  dando lugar  a crecientes preocupaciones como una potencial falta de liquidez que congele al sistema financiero o el efecto que pueda tener una brusca salida de capitales en las economías emergentes.

Aunado a esta situación, la desaceleración de China y su consecuente efecto a la baja en el precio de las materias primas, así como la nueva normalidad de bajo crecimiento y las políticas de expansión monetaria de Japón y Europa han creado un escenario inédito para los inversionistas globales.

El comportamiento de los mercados financieros en el cierre del 2015 ya está empezando a registrar esta percepción, lo que se ha reflejado en distorsiones que no se observarían en condiciones de normalidad.

TIERRA DE NADIE

Los bonos del Tesoro de Estados Unidos se consideran los activos más seguros del mundo. Los inversionistas toman como un supuesto establecido el hecho de que es imposible de que estos activos lleguen a caer en default.

No obstante, los mercados parecen contradecir esta lógica. El rendimiento de los instrumentos swap de tasas de interés se encuentra por debajo del rendimiento de los instrumentos equivalentes del Tesoro de Estados Unidos. Esto quiere decir que los inversionistas le están asignando un mayor nivel de seguridad a la especulación de bancos y corporaciones respecto a la dirección que tomarán las tasas de interés que a la inversión en instrumentos de deuda del gobierno de Estados Unidos.

Por otra parte, los niveles de volatilidad actuales también están desafiando la sabiduría convencional de los inversionistas en tiempos de “normalidad” en los mercados.

El índice VIX, que mide la volatilidad,  alcanzó en agosto un nivel mucho mayor que el que se presentó en septiembre de 2008, cuando el sistema financiero colapsó con la caída del banco de inversión Lehman Brothers. Difícilmente puede considerarse que el mercado se encuentra en un periodo de estrés financiero mayor que el del epicentro de la crisis.

LIQUIDEZ, LIQUIDEZ, LIQUIDEZ

Los analistas de las principales firmas de inversión y administración de activos encuentran un común denominador en la reciente disrupción de los mercados financieros: una potencial falta de liquidez ( la facilidad para intercambiar un activo sin movimientos bruscos en su precio).

Luke Bartholomew, administrador de inversión en la firma Aberdeen Asset Management, le dijo a la agencia Bloomberg que “la liquidez es como un mal amigo, quien está ahí cuando no lo necesitas, pero desaparece inmediatamente cuando llegas a necesitarlo”.

Este fenómeno se ha vuelto patente en el mercado de divisas de países avanzados. La creciente diferencia entre el precio de compra y el precio de venta de monedas como el dólar australiano, el kiwi neozelandés, el franco suizo, la corona sueca y la corona noruega exhiben que los periodos de estrés no son exclusivos de los activos emergentes.

La divergencia entre estos precios, conocidos en la jerga financiera como el precio bid/ask, es significativa si se considera que los movimientos de estas cinco monedas representan casi un quinto del volumen diario total del mercado de divisas global.

Para el caso de la corona noruega y el kiwi neozelandés, la diferencia promedio entre el precio bid/ask está llegando niveles que no se habían visto desde que los mercados (y la liquidez) colapsaron en 2008.

Mark Farrington, socio director de la firma de inversión Macro Currency Group, argumenta que los mercados cuentan con un nivel de liquidez significativamente menor que antes de la crisis financiera de 2008.


(REPORTE INDIGO/ RODRIGO CARBAJAL/ Lunes 23 de noviembre de 2015)

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