La
Presidencia de la República iniciará una campaña estratégica de control de
precios. Analistas advierten la inviabilidad del plan. El presidente de la
Asociación de Centros Cambiarios de Tijuana, Carlos Leos Martínez, anticipa que
la paridad fluctuará entre los 16.50, 17 y hasta 18 pesos por dólar
El
gobierno de Enrique Peña Nieto busca contener los precios de los productos en
medio de una inminente alza que los comercios, castigados por un consumo
interno deprimido y la devaluación de la moneda, no pueden postergar más.
Hay
diversos factores que generarán que los
costos de las mercancías se eleven, sobre todo en la frontera, donde los
consumidores reciben un inevitable latigazo inflacionario.
En
lo que va de 2015, el peso ha perdido un 30 por ciento de su valor frente al
dólar, en tanto que la cotización interbancaria fluctúa por arriba de los 17.50
pesos por unidad y se espera que a fin de año llegue a los 18 pesos.
Ni
las subastas del Banco de México de 200 millones de dólares con precio mínimo
usadas cada vez que la moneda azteca se deprecia 1%, han bastado para detener
la tendencia alcista.
A
lo anterior se suma el que los productos que se adquieren en Estados Unidos en
general, han tenido un incremento de entre 25 y 30% en sus costos, además del
aumento del 5% en bienes y servicios que desde 2014 provocó la Reforma
Hacendaria de Peña Nieto, la cual contempló la homologación del Impuesto al
Valor Agregado (IVA) del 11 al 16% en la frontera.
Dicho
escenario es sumamente complicado para los sectores económicos en la región que
se han visto obligados a subir precios, o bien, cerrar negocios ante la presión
inflacionaria.
El
presidente de la Cámara Nacional de Comercio (CANACO), Gilberto Leyva, expresó
a ZETA que los sectores ferretero, abarrotero y optometrista, han tenido una
caída del 30% en sus ventas; mientras que la colocación de autos usados ha
caído un 70%.
Por
su parte, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) refiere a
una inflación del 2.7% en lo que va del año, dato con el que difiere el
contador Juan Manuel Hernández Brito, quien indica que la cifra real está por
arriba del 10% y se verá reflejada en los precios, que subirán a partir de
septiembre.
Esto
pese a que el lunes 25 de mayo, la titular de la Procuraduría Federal del
Consumidor (PROFECO), Lorena Martínez, argumentó que el movimiento en la
paridad cambiaria peso-dólar no es pretexto para subir los costos de los
alimentos básicos, por lo que la semana entrante iniciará una campaña de
verificación a nivel nacional.
LAS VAGUEDADES
Para
el economista José Luis Contreras, las declaraciones que ha hecho el secretario
de Hacienda, Luis Videgaray, en relación a que se tiene una tasa de inflación
muy baja, deben tomarse con reserva.
“Veo
imprecisiones del secretario de Hacienda cuando dice que hay inflación baja y
se está incrementado el consumo, lo cual es falso, la percepción es obvia, el
mercado interno se ha contraído. Mucho productor, comerciante está absorbiendo
los incrementos que se han presentado por la paridad. Si no está vendiendo o
vende a los pesos actuales, menos va a vender si sube los precios”, sugirió.
Cabe
mencionar que muchos de los productos que se elaboran en el país requieren de
insumos provenientes del extranjero. En mayo, el dólar tenía una cotización de
13 pesos y, dos meses después, ronda los 17.50; hasta el momento los
establecimientos han decidido absorber en el costo, para no perder clientes.
La
afectación más fuerte será en los bienes de consumo final, como son los
alimentos, bebidas, servicios personales, mobiliario, vestido, que son
mercancías que satisfacen una necesidad del consumidor. Por el momento las
empresas venden con inventarios comprados con anterioridad, y lo que están
haciendo es retrasar el reetiquetado.
Por
otro lado, queda claro que la política monetaria del Banco de México, donde se
ha inyectado capital y al mes pasado se ha mantenido una baja de inflación, no es
la adecuada, ya que al final habrá un efecto alcista.
Respecto
al costo de los productos básicos, es evidente que han tenido un aumento, valga
mencionar que el pollo y el huevo que se consume en Tijuana son de importación,
y con un tipo de cambio que pone a México en desventaja; por consiguiente, se
encarecen.
EL ALZA NO SE PUEDE DETENER
El
discurso oficial en los últimos meses es que se tiene una inflación por debajo
del 3%, dato que ha vendido la administración de Enrique Peña Nieto. Pero la
realidad para los consumidores es otra: sus bolsillos se han visto impactados
con la adquisición de bienes que tienen un precio inestable.
Para
el economista Jorge Fonseca, mediáticamente el Ejecutivo federal puede contener
la desvalorización que quiera por el tiempo que se esté en el gobierno. Pero la
realidad que viven los mexicanos es otra.
Hay
que recordar que el cálculo de la inflación es a nivel nacional, y en el centro
del país llega con un efecto retardado de dos meses, mientras que en la
frontera, el precio se ve indexado de inmediato en los bienes de consumo.
El
consultado abundó que al momento la pérdida del poder adquisitivo en la
frontera por el aumento en el precio del billete verde es de entre 25 y 30%, a
diferencia de los consumidores del centro del país, quienes lo verán reflejado
más adelante.
Por
lo que respecta a la campaña de verificación de precios que se anunció por
parte de la PROFECO, advirtió que no se podrá lograr, pues la única certeza que
el organismo da al comprador es que el entreguen la cantidad exacta del
producto con el precio establecido.
De
tal modo, PROFECO no tiene injerencia alguna porque no hay precios fijos, desde
la década de los 90 se pasó a un sistema de libre mercado y nadie puede pedir
que se venda más barato cuando los precios de lo que se adquiere son caros. Con
sus declaraciones, la institución está dando falsas esperanzas al ciudadano y
lo único que hace es desinformar.
Jorge
Fonseca indicó haber vivido el alza en los productos, ya que en julio compró un
pastel en una tienda mayorista de Tijuana con valor de 95 pesos, en agosto el
mismo producto subió a 145 pesos, esto es, un incremento del 45%.
Por
lo que respecta al establecimiento del tipo de cambio, precisó que el Banco de
México debería subir la tasa de interés antes que el vecino país lo realice, ya
que eso daría certidumbre a quienes van a invertir, lo que a su vez contendría
tanta volatilidad.
SUBIRÁ EL PAN
Según
la Cámara Nacional de la Industria Panificadora (CANAINPA), el consumo per
cápita anual de pan en México ronda los 32 kilos. En el país el 90% del trigo
es importado de Canadá, Estados Unidos y Argentina, y ante una paridad
variable, en un corto tiempo este producto verá un aumento.
Ante
tal escenario, el titular de la CANAINPA, Érick Navarrete Aguilar, externó que
la variación en la paridad no es excusa para subir costos del producto, pero la
realidad es que México está en un libre mercado y los precios del pan no
debería moverse, pero como está hecho con trigo y productos grasos, así como
azúcar de importación, entonces la materia prima tiene un impacto a repercutir
en el consumidor.
Con
lo anterior no se está convocando a los agremiados a un aumento de precios,
pero se trata de una realidad latente.
Navarrete
compartió que hace una semana compró un bulto de azúcar en 500 pesos, luego
vino una escasez del producto y esta semana lo adquirió en 600 -un aumento
aproximado del 20%-, algo de lo que nadie habla.
“Lo
que es condicionante en las cuantías de precios, es cómo se muevan las materias
primas. El primero que recibe el impacto es el proveedor que la compra de
importación, ahí el aumento está indexado. De hecho algunos distribuidores ya
me informaron que van subir precios en los próximos meses”, finalizó.
DEJÓ DE SER NEGOCIO
Otro
producto que se importa en México son las refacciones de autos. 55% de estas
piezas vienen principalmente de Asia y, ante una constante devaluación, se hace
difícil que los refaccionarias puedan surtir sus inventarios.
El
representante de la Asociación Distribuidora de Refaccionarias de Tijuana,
Víctor Manuel Bernal Espino, comentó a ZETA que la actividad ha dejado de ser
redituable, pues aparte de la depreciación del peso, los compradores tienen la
posibilidad de adquirir productos en los almacenes o del lado americano y en
yonkes de ambos lados de la frontera.
“Ya
han desaparecido muchas refaccionarias, los costos han subido 35%. Unas
refaccionarias lo han absorbido, pero hay mucha competencia. Las ventas nos han
caído por arriba del 50% y, de tener 70 asociados, en la actualidad hay no
menos de 30”, acotó.
Y
mientras algunos sectores han tenido que contener sus precios, otros como el
ferretero no ha podido hacerlo. Algunos de sus productos, que también son de
elaboración asiática y se encarecieron entre el 15 y 20%, tuvieron que aumentar
de precio; igual sucedió con la madera.
Finalmente,
el presidente de la Agrupación de Ferreterías y Madererías de Tijuana,
Francisco Ruiz Esparza, citó que sus ventas se han contraído 30% debido a la
paridad peso-dólar.
SIN ACCIONES POR EL MOMENTO
Según
datos de PROFECO Delegación Baja California, hasta el momento no han tenido
información procedente de la Ciudad de México donde se notifique sobre una
campaña de verificación para controlar precios injustificados que se pudiera
dar en relación al tipo de cambio.
La
dinámica para comprobar el aumento de productos se basa en la herramienta
¿Quién es Quién en los Precios?, la cual realiza un monitoreo diario de los
precios en productos básicos, los cuales son registrados a diario por
verificadores.
Si
llegara a detectarse una variación más alta en comparación con días anteriores,
entonces se pide al comercio que presente su factura y fundamente el aumento
del precio; de no hacerlo, entonces se inmoviliza el producto.
SEGUIRÁ TURBULENCIA
De
acuerdo con la minuta de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) emitida el
miércoles 26 de agosto, la turbulencia financiera internacional ha reducido las
expectativas para subir las tasas de interés, situación que seguirá generando
una constante en la presión inflacionaria de México, como se ha venido dando
desde hace semanas y donde la especulación ha sido el principal elemento.
Ante
tal escenario de volatilidad, el presidente de la Asociación de Centros
Cambiarios de Tijuana, Carlos Leos Martínez, expuso que desde su punto de vista
la cotización a mediano plazo (70 a 90 días) no es positiva en el sentido del
sostenimiento de un dólar por 16.50 pesos.
Tres
son los factores que estarán afectando la paridad: la baja en el precio del
barril de petróleo, ya que se prevé una sobreoferta y los inventarios de crudo
en Estados Unidos demuestran que tienen producto almacenado para varios años,
por lo que la recuperación en 50 dólares por barril, no se verá en corto
tiempo; en segundo término está la situación económica de China, la cual
repercutirá en el fondeo y financiamiento del vecino país; y la tercera y no
menos importante, es que el Gobierno Federal tendrá un boquete presupuestal de
400 mil millones de pesos en 2016, aunado a las predicciones permanentes a la
baja en el crecimiento del PIB de México.
Ante
tal escenario, el especialista en temas cambiarios concluyó que la paridad
prevalecerá entre los 16.50, 17 y hasta 18 pesos.
(SEMANARIO ZETA/ REPORTAJEZ/ Francisco
Navarro Fausto/ 03 de Septiembre del
2015 a las 07:47:09)
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