Saltillo,
Coah.- El anexo del grupo 24 horas "Solo por la Gracia de Dios",
donde se suicidó Enrique López Zapata, de 58 años, operaba sin aviso de
funcionamiento ante la Secretaría de Salud, por lo que en las próximas horas,
luego de que la Procuraduría General de Justicia del Estado termine las
investigaciones sobre el deceso, se procederá a clausurarlo.
“No
lo tenemos registrado en nuestro censo, no cuenta con el aviso de
funcionamiento, no está dentro de los 19 que existen en Saltillo, sí alarma, y
hay que ir a verificarlo, pero ahorita, como está el área de la Procuraduría y
tienen acordonado, no podemos entrar hasta que se retiren los sellos”, sostuvo
Xiomara Hernández Razo, subdirectora de Regulación de Servicios de Salud.
Externó
que los centros de rehabilitación deben contar con un aviso de funcionamiento,
y con responsable sanitario de profesión médico o psicólogo que posea título y
cédula.
“Primero
se verifica para ver si las instalaciones son las apropiadas, lo primero es
cerrarlo, darle el fomento y hacerle del conocimiento de la norma, nosotros
hacemos suspensiones temporales hasta que actúan bajo la normatividad vigente”,
dijo Hernández Razo.
Indicó
que a lo largo del año realizan verificaciones intencionadas en los centros,
sin embargo, es necesario que la población denuncie aquellos en los que
presumen están fuera de las normas.
ARGUMENTAN ENFERMEDAD MENTAL
El
adicto que se suicidó en la agrupación Sólo por la gracia de Dios, Enrique
López Zapata, tenía cinco días de haber llegado al albergue y sufría un
padecimiento psiquiátrico, así lo indicó el encargado, Nazario Treviño Cuéllar.
“Él
estaba bajo tratamiento psiquiátrico y había tenido intentos de suicidio y
buscó la manera de engañar a los muchachos, él solito se cortó las venas; el
muchacho que lo estaba cuidando no se dio cuenta porque tenía las cobijas hasta
arriba, hasta que gritó, nada más él sabía que se estaba desangrando”,
argumentó Treviño Cuéllar.
Señaló
que López Zapata, originario de la colonia Teresitas, estuvo en el Cesame y en
distintos grupos en Monterrey, y la esperanza era que lograra cambiar con la
terapia de Alcohólicos Anónimos.
“Tengo
cinco (muchachos), pero no sé cuántos se queden, porque están hablando con sus
familias porque quieren terminar el programa; se asustaron, nunca habían visto
un muertito”, dijo.
El
encargado del lugar, quien en un principio se negaba a conceder la entrevista,
externó que contaban con permisos para operar, pese a que la Secretaría de
Salud dijo lo contrario.
(ZOCALO/
Leticia Espinoza/ 20/02/2015 - 03:00 AM)
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