El alcalde de
Los Cabos pretendió la aprobación de 60 millones de pesos por parte del
Cabildo, para supuestos gastos generados por el huracán “Odile”
Los Cabos, Baja
California Sur.- A punto de cerrar el ejercicio fiscal 2014, el presidente
municipal de Los Cabos, José Antonio Agúndez Montaño, pretendió el 22 de
diciembre consumar la aprobación del gasto de alrededor de 60 millones de pesos
presuntamente ejercidos durante la contingencia originada por el huracán
“Odile” en este destino turístico.
En la última sesión
ordinaria de Cabildo de este año, y aprovechando los días de asueto por Navidad
y Año Nuevo, el edil cabeño presentó un punto de acuerdo para “analizar,
discutir y aprobar la autorización de transferencia y ampliación presupuestal
del ejercicio fiscal 2014 por la contingencia del fenómeno meteorológico”.
El tesorero del
Ayuntamiento de Los Cabos, Gerardo Manríquez Amador, fue el encargado de hacer
la presentación oficial en una exposición gráfica muy general de los supuestos
gastos, donde se exhibía el presunto ejercicio de los recursos más destacados,
como son:
* Alrededor de 11 millones de pesos en combustible.
* 5 millones de pesos en renta de maquinaria.
* Casi 5 millones de pesos para la compra de 17 mil
despensas, a razón de 250 o 300 pesos por unidad.
Sin un informe
detallado, y sin copias de facturas de los supuestos gastos, el responsable del
manejo del dinero de los cabeños, presentó la danza de los números, lo que
levantó dudas y sospechas en el seno del Cabildo del XI Ayuntamiento de Los
Cabos, cuando salió a relucir el pago de botellitas de agua a un precio
unitario de 8 pesos con 80 centavos.
Palabras más, palabras
menos, el síndico Oswaldo Murillo Martínez y el regidor Julio César Castro
Pérez, cuestionaron al tesorero:
— ¿En qué tiempo se hicieron esos gastos? ¿De
cuánto tiempo estamos hablando?
“Estamos hablando de
aproximadamente treinta días de contingencia”.
La respuesta dejó
fríos a los regidores, ya que en su opinión, no es posible que se hayan gastado
2 millones de pesos diarios durante la contingencia del huracán “Odile”, sobre
todo cuando el gobierno municipal fue duramente cuestionado justo por no haber
actuado durante la contingencia; situación que inclusive le valió la solicitud
del abogado Francisco Javier Vargas Castro, de promover la revocación de
mandato del alcalde José Antonio Agúndez Montaño en la XIII Legislatura.
El regidor del
Partido de la Revolución Democrática (PRD), Julio César Castro Pérez, solicitó
entonces sacar del orden del día ese tema, ya que “no tenemos detalladas las
operaciones, y tampoco sabemos cómo y de qué manera se gastó el dinero, de tal
manera que pedimos que primero nos hagan llegar la información por escrito y
nos den oportunidad de revisar y analizar la información”.
Un regidor
consultado por ZETA sostuvo que tan solo de combustible, el XI Ayuntamiento de
Los Cabos se habría gastado 330 mil pesos, lo cual no corresponde a la
realidad.
Los regidores
solicitaron que el informe detallado que el tesorero Manríquez Amador comprometió
entregar el próximo 26 de diciembre, contenga precios unitarios de los gastos,
ya que -de acuerdo al regidor-“una cosa es que nos digan que se gastaron por
ejemplo 11 millones en combustible, y otra que nos detallen cuánto, dónde y a
quién le dieron el combustible”.
Peor aún, en la
misma sesión de Cabildo, los regidores fueron enterados del desaseo del
tesorero, porque resulta que el gasto no es propiamente un gasto ejercido, más
bien -y de acuerdo a la explicación del responsable de finanzas- “solicitaron
algunos créditos de productos y servicios, y los proveedores están esperando su
pago correspondiente, y la autorización del Cabildo”.
El caso levantó más
dudas porque los contratos fueron asignados de manera directa y sin invitación
a tres proveedores, y menos aún se lanzó alguna licitación, bajo el argumento
de la “emergencia”, lo que contraviene la Ley de Adquisiciones y Arrendamientos
de Baja California Sur.
Durante la reunión,
el propio síndico del XI Ayuntamiento de Los Cabos, Oswaldo Murillo Martínez,
cuestionó que no se hayan revisado los precios ni se haya realizado el
procedimiento conforme a la Ley.
Lo cierto es que el
intento de madruguete no próspero, y el caso de los 60 millones gastados
durante la contingencia del huracán “Odile”, tendrán que esperar hasta el 26 de
diciembre, cuando los regidores revisen y analicen la información.
(SEMANARIO ZETA/ REPORTAJEZ BCS/ Gerardo Zúñiga
Pacheco/ 30 de Diciembre del 2014 a las 12:00:00)
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