sábado, 3 de enero de 2015

ISSSTE: DEFICIENCIAS, CARENCIAS Y MALOS TRATOS


Personal del Instituto de Salud culpa a los sindicalizados de las deficiencias en el servicio médico, mientras los delegados del Sindicato refieren “deplorables condiciones del área de trabajo”; en medio del pleito, decenas de pacientes sufren de infecciones, cirugías no realizadas, falta de insumos, pérdida de expedientes y mal servicio en general. Al Hospital “Fray Junípero Serra” no se le invierte en infraestructura desde 1970, dice delegado

La lista de las deficiencias en la clínica del ISSSTE en Tijuana no es corta, pero aquí los casos más denunciados:

* Media docena de pacientes infectados tras operaciones en extremidades inferiores.
* Cirugías pospuestas en más de cinco ocasiones por carencia de recursos.
* Pérdida de archivos clínicos de pacientes.
* Ausentismo laboral por parte de personal de medicina y administrativos.

Las mismas situaciones se replican en el resto de las clínicas de la delegación de Baja California, “por lo que se buscan subsanar”, dicen las autoridades del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado.; lo intentan por la vía pacífica, dialogando y llegando a acuerdos con el Sindicato, a cuyos miembros culpan de los principales males que hoy día enfrenta el ISSSTE, mientras los delegados sindicales atribuyen las deficiencias, y hasta el mal humor de los empleados de base, a las deplorables condiciones del área de trabajo.

En el caso particular del Hospital “Fray Junípero Serra”, en Tijuana, desde hace nueve meses se anuncia una inversión por más de 100 millones de pesos, que no termina de aterrizar; recursos con los que esperan rehabilitar y ampliar las instalaciones de un nosocomio que data de 1970.

A esta remodelación, tanto autoridades como sindicato, le apuestan para estar en condiciones de ofrecer a los derechohabientes una atención de calidad y calidez.

Pero mientras eso se hace realidad, la situación es que la falta de quirófanos, las ineficiencias médicas y la carencia de insumos, resultan en posponer operaciones programadas, a la vez que acceder a los servicios subrogados -para someterse a operaciones en otros hospitales-, es un privilegio que no todos los derechohabientes tienen.
Posponen cinco veces operación de tumor

Ricardo Aguirre llegó al Hospital “Fray Junípero Serra” con un padecimiento en la rodilla. De entrada le dijeron que debía bajar 20 kilos de peso para poder atenderlo. El paciente no cejó en su intento de recibir atención médica y lo logró. Cada mes, después de esperar de media a una hora y media, recibe consulta.

Aunque no siempre sale con sus medicinas completas, “siempre falta al menos un medicamento, el cual nos lo reponen hasta la consulta siguiente, la cual es cada mes o mes y medio”.

Ante la inconformidad generalizada de los derechohabientes, el caso del señor Aguirre pareciera el menor de los problemas. En un sondeo realizado por ZETA, burocracia y trato despótico por personal de enfermería y administrativo, son las principales quejas de los derechohabientes, cuyos padecimientos por lo general son atribuidos “a la obesidad”, señalan. Y se quejan:

* “Son altaneros, principalmente la persona que atiende Rayos X”.
* “En urgencias, ocupa uno llegar muriéndose para que se nos atienda”.
* “Esperamos más de una hora en cada trámite, mientras las secretarias pierden el tiempo platicando, sin que nadie les llame la atención”.

El caso de María -nombre ficticio ante el temor de represalias- es mucho peor. En cinco ocasiones le han diferido la operación de un tumor neurogénico de baja extirpe maligna. Una de las veces fue retirada del quirófano porque “nadie del personal médico calificado del Hospital ‘Fray Junípero Serra’ pudo colocarle un suero”.

En otra ocasión a la mujer le cambiaron el día de la operación porque no contaban con el material suficiente para intervenirla quirúrgicamente; otra vez, no había un quirófano disponible a pesar de ser una cirugía programada.
Con estos antecedentes, los familiares de María dudan de la calidad y seriedad en el servicio del ISSSTE, y demandan que el hospital subrogue la operación que requiere, “no confiamos en ponerla en las manos de ese hospital, al cual le faltan tantas cosas”, expone a ZETA su esposo.

OTRO CASO

Desde febrero de 2014, a José Antonio Martínez le han diferido la realización de una angiografía -diagnóstico por imagen de los vasos circulatorios-, estudio que le sería subrogado al no tener el Hospital “Fran Junípero” el equipo para realizarlo. Pero aunque el examen le fue ordenado por un médico especialista del hospital, la administración no lo ha autorizó, argumentando al paciente falta de recursos.

Con diabetes y piedras en el riñón, las complicaciones en la salud de José Antonio son constantes, pero ante la falta de atención médica oportuna y el surtido incompleto de medicamente, no ha tenido más remedio que acudir por cuenta propia a servicios de salud privado. Así se atendió de una escoriación en un pie y de la irritación de un ojo. “Pero no siempre es posible con mi sueldo de conserje”, compartió a ZETA.

En cuatro meses, durante el segundo cuatrimestre del año, al menos seis pacientes que habían sido operados de cadera o rodilla, sufrieron infecciones en el área intervenida quirúrgicamente.

Tras exitosas operaciones nadie pudo explicar porque al ser transferidos al área de recuperación su estado físico deterioró a causa de infección en la herida. Tampoco nadie se responsabilizó de ello.

“LÍDERES SINDICALES HACEN Y DESHACEN”: DELEGADO

Para el delegado del ISSSTE en Baja California, Guillermo Peñúñuri  Yepiz,  el relajamiento en el Instituto es propiciado por el propio sindicato. Acusó que son los propios dirigentes sindicales “los que hacen y deshacen”.

Por ello -dice- busca dialogar y llegar a acuerdos que permitan un actuar más eficiente de los trabajadores, a la par de que se les impartan cursos para que den “un trato más humanitario a los derechohabientes”.

Para obligar al cumplimiento de las jornadas completas de trabajo, y así evitar el ausentismo laboral que se traduce en falta de atención a los pacientes, en cada unidad médica de la delegación se colocó un reloj checador, “no como un acto represivo, sino de trabajo en equipo”, advirtió el subdelegado médico, Mario Solares.

Pero esa medida fue impugnada por la delegada del Sindicato del “Fray Junípero Serra”, Graciela Villegas, tomando como base un acuerdo nacional que impide a cualquier autoridad del ISSSTE imponer horarios de trabajo a sus trabajadores sindicalizados, al menos en el caso de los médicos.

De acuerdo al delegado Guillermo Peñúñuri, son los archivos clínicos uno de los sitios de mayor caos dentro del Instituto, “ahí todos meten mano y provocan el extravío de expedientes”, por ello, añadió, se demanda a las autoridades centrales continuar con la implementación del sistema electrónico del registro médico, el cual se encuentra detenido desde hace tres años”.

No obstante a estos señalamientos, el representante asegura que existe un trato cordial con la delegación sindical, con la que se buscan acuerdos para lograr mejorar el servicio de los empleados hacia los pacientes.

“Sabemos de las carencias que el personal enfrenta para hacer su labor, particularmente en el Hospital ‘Fray Junípero Serra’, un hospital al que no se le invierte en infraestructura desde su fundación en 1970, pero eso va a cambiar con el nuevo programa de remodelación”, subrayó.

“NO SOMOS MONEDITA DE ORO…”: DELEGADA SINDICAL

Las viejas, insuficientes y obsoletas instalaciones son la causa de la mala actitud de quienes laboran en la clínica “Fray Junípero Serra”, consideró la delegada de la Sección Octava del Sindicato del ISSSTE, Graciela Villegas Escobar.

“Pero eso va a cambiar con las nuevas instalaciones”, aseguró, no sin antes acusar a los propios derechohabientes de provocar el mal humor de los trabajadores, “sabemos que no somos monedita de oro… pero hay pacientes muy groseros, que llegan dando órdenes”, dijo.

Para mejorar la atención, se han tenido pláticas con los 439 empleados sindicalizados, “se les ha pedido que tengan paciencia con los derechohabientes y apoyen para que el hospital funcione como debe ser”. Argumentó que los topes en la atención y déficit de personal, es algo con lo que se lidia a diario.

Villegas negó relajamiento en el actuar del personal, y aseguró que todos cumplen con su labor y su horario de trabajo.

CARENCIAS Y PROYECTOS


Con un crecimiento anual de cinco mil derechohabientes, el Hospital “Fray Junípero Serra” se encuentra rebasado en su demanda, así lo admitió el subdelegado médico del ISSSTE, Mario Emmanuel Solares Sánchez.

Sin mayor adecuación en su infraestructura en más de 40 años, el aplazar las operaciones por la falta de quirófanos y/o camas de hospitalización, es tan solo uno de sus problemas.

Y aunque los pacientes exigen les sea subrogada la atención que no pueden recibir en forma oportuna, el funcionario precisó que únicamente se pueden autorizar servicios de los que carece el nosocomio, “no podemos subrogar una operación cuando sí contamos con quirófanos”, dijo.

Anotó que actualmente se trabaja en la definición de un catálogo de servicios subrogados, en él se busca incluir en el presupuesto de 2015, “todo lo que no se puede ofrecer a los derechohabientes en las clínicas del ISSSTE”. En 2014, el Instituto gastó en este rubro 41 millones de pesos, de los cuales 6 millones 230 mil pesos se canalizan a la atención de los derechohabientes de Tijuana.

Respecto a los proyectos de crecimiento en infraestructura, en febrero de 2014 el delegado del ISSSTE EN Baja California, Guillermo Peñúñuri Yepiz, anunció una inversión de 100 millones de pesos para rehabilitación del Hospital “Fray Junípero Serra” -data de 1970- y que, desde su inauguración, no ha sufrido mejoras relevantes en su infraestructura.

Tras nueve meses, sin que al hospital se le hubiera cambiado ni una lámpara, volvió a realizar el mismo anuncio. Esta vez determinó una inversión total de 180 millones de pesos, dividida en dos fases; la primera, de 100 millones de pesos, concluirá a finales de 2015, e incluirá, de acuerdo a Mario Solares: instalación de cinco quirófanos y áreas de hemodinamia, cateterismo, cirugía de corazón abierto, cuidados intensivos. También ampliación del espacio de consulta externa.

Para la segunda etapa, abundó,  se añadirá un piso más al servicio de hospitalización, aunque para ello se eliminará el servicio de atención pediátrica, que actualmente se proporciona en el segundo piso. La atención a los menores de edad, y que representa un 10 por ciento de los derechohabientes afiliados al ISSSTE, pasará a manos de ISSSTECALI, gracias a un convenio de colaboración que ambos institutos están por firmar.

En esta fase la atención de hemodiálisis se trasladará a planta baja, cerca de urgencias y como área ambulatoria; además, se añadirá un espacio para diálisis peritoneal. Con un incremento en el número de sillones, oncología también será remodelada.

Con 240 plazas ya autorizadas para la delegación de Baja California, el Instituto planea cubrir el déficit de personal médico, particularmente urgenciólogos, ya que en hospitales como el “Fray Junípero Serra”, el área de urgencias es atendida actualmente por médicos internistas.
Con estos proyectos, el ISSSTE prevé subsanar la mayor parte de sus deficiencias en 2015, algo que sus 205 mil 711 derechohabientes esperan confirmar.

EN 44 AÑOS, ESCASAS REMODELACIONES

Inaugurado el 1 de noviembre de 1970, la creciente demanda del Hospital Fray Junípero Serra no ha ido aparejada a una inversión que atienda sus necesidades básicas.

De poco más de 20 mil derechohabientes atendidos en los 70, en la actualidad su número se ha triplicado a más de 65 mil; mientras que en infraestructura, la clínica del ISSSTE en Tijuana poco ha cambiado.

Durante los primeros 20 años de operación, la falta de mantenimiento a la instalación que hizo mella en el hospital Fray Junípero Serra fue total; posteriormente se le hicieron algunas reparaciones, pero insuficientes para el deterioro que había alcanzado el edificio, al cual se sumaron otras carencias en equipamiento y personal médico, admite el delegado Guillermo Peñúñuri Yepiz.

Fue hasta la década de los 90, cuando el quebranto físico era evidente y, para evitar el derrumbe del hospital en un temblor, se realizaron los primeros trabajos de reparación y mantenimiento. Para entonces, entre los problemas para otorgar un buen servicio de salud, se encontraba -precisamente- la insalubridad, “el peor de sus males”, de acuerdo a señalamientos de los trabajadores sindicalizados.

Para 1993 y en un recuento periodístico, las principales deficiencias se denunciaban y observaban así:

* Una sala de urgencias insuficiente.
* Falta de papel para electrocardiogramas.
* Falta de medicamentos.
* Falta de reactivos de laboratorio.
* Presencia de goteras en el techo.
* Edificio en condiciones de insalubridad.

Entonces el ISSSTE Tijuana contaba con 439 empleados, para dar servicio a 30 mil derechohabientes, y se programó una inversión de 10 millones de pesos; menos de la mitad, 4 millones 94 mil pesos, fueron destinados a trabajos de rehabilitación del edificio, siendo los más relevantes: reparación del cuarto piso, pintura de todo el interior del hospital y trabajos de reestructuración general de la torre hospitalaria, lo cual fue objeto de protesta por parte del personal, quienes catalogaron de superficial el proyecto de reparación, “que no se pinte por fuera el edificio, sino que se atiendan las necesidades que tenemos desde hace cuatro años”, expusieron en su momento.

En 2010 inició operación una nueva unidad médica familiar del ISSSTE en Tijuana, en la delegación Mesa de Otay, con capacidad para dar servicio a 50 mil derechohabientes. En su construcción se invirtieron 53 millones de pesos, más 14 millones de pesos en equipo, con lo que, supuestamente, contaría con todas las instalaciones médicas para dar servicios a los usuarios de Tecate, Rosarito y Tijuana.

Desde 2012 a la fecha, esa unidad solo logra atender al 50 por ciento de derechohabientes que desde las 05:00 horas acuden en busca de una cita médica. La demanda de atención la rebasa, acusa el profesor Marco Antonio Pacheco, dirigente del Movimiento de Resistencia Magisterial, “también le falta equipo y medicamento”, señaló.

Para el líder magisterial, no basta con reparar el viejo edificio del ISSSTE, si no se tienen urgenciólogos de carrera, pediatras de planta y especialistas las 24 horas: “De qué nos sirve que lo reparen, si no se da una atención de acuerdo a las necesidades de los pacientes”, y remató: “Faltan médicos, enfermeras y medicamentos, ahora sí que aunque la mona se vista de seda…”, enfatizó.

Ayer como hoy, la sala de urgencias del ISSSTE en Tijuana continúa siendo insuficiente para dar cabida a los pacientes, sigue faltando medicamento, personal médico, quirófanos, sala de hemodiálisis, mientras que el edificio muestra un marcado deterioro.

LOS NÚMEROS DEL ISSSTE

Actualmente el Hospital Fray Junípero Serra, la unidad médica del ISSSTE en Tijuana, cuenta con 25 especialidades para brindar atención a 70 mil derechohabientes, éstas son: Angiología, Cirugía Cardiovascular, Cirugía General, Neurocirugía, Oftalmología, Ortopedia y Traumatología; Otorrinolaringología,  Urología, Alergología, Cardiología, Endocrinología, Gastroenterología, Geriatría, Hematología, Medicina Interna, Nefrología, Neurología, Oncología Médica, Siquiatría, Reumatología, Nutriología, Psicología, Pediatría, Ginecobstetricia y Epidemiologia.

A ellas se suman 22 servicios médicos subrogados (los servicios externos comprenden estudios y consultas): Gabinete de Cardiología, Rehabilitación Física, Audiología, Radiología e Imagen, Endoscopía de Gastroenterología, Oftalmología, Estudios y Procedimientos, Radioterapia, Oncólogo Radioterapista, Neurofisiología, Litotripsia; Medicina Nuclear, Hospitalización de Salud Mental, Estudio del Sueño, Hemodiálisis, Urodinamia, Cirugía Plástica y Reconstructiva, Clínica del Dolor, Infectología, Gastropediatría, Uropediatría, Cardiopediatría, Neonatología, Coloproctología, Artroscopía y Cirugía de Rodilla.

En infraestructura de hospitalización cuenta con 130 camas: 80 para hospitalización y 50 censables. Mientras que su personal suma 337 empleados: 136 médicos, 138 enfermeras y 63 administrativos.


(SEMANARIO ZETA/ REPORTAJEZ/ Isabel Mercado Juárez /   29 de Diciembre del 2014 a las 19:41:00)

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