Un rancho de 76
hectáreas, donde eran escondidas personas indocumentadas, le fue incautado a
Kala D. Rains, ciudadana norteamericana de 47 años, por el gobierno
estadounidense.
El lugar está
ubicado en la zona rural de Potrero, California –perteneciente al condado de
San Diego– y servía como escondite para albergar a migrantes introducidos a
Estados Unidos por Tecate, Baja California, ciudad a 30 minutos de distancia
del rancho.
De acuerdo a un
comunicado enviado por la Fiscalía Federal, en el Distrito Sur de California,
Kala D. Rains fue encontrada culpable por el juez Anthony J. Battaglia, de
siete cargos por introducir, transportar
y albergar a personas indocumentados para obtener ganancia financiera, así como
de conspiración.
Tanto por cómplices
como por testigo, Rains es señalada como la líder de la banda que cobraba entre
6 mil 500 dólares y 7 mil 500 dólares por persona. Los grupos, en su mayoría de
mexicanos, eran trasladados al rancho de la mujer, ahí esperaban hasta ser
trasladados al interior de la Unión Americana.
Como parte de la
evidencia presentada en la Corte, la Fiscalía aportó videos grabados de manera
escondida durante las reuniones que la mujer sostenía con sus copartícipes, así
como grabaciones de voz y llamadas telefónicas.
Sus cómplices,
quienes ya se declararon culpables de pertenecer a esta red, son Caroline Haro
Espíndola, José María Partida Esquivel.
Rains podría recibir
una sentencia de entre tres y 10 años de prisión por cada uno de los ocho
cargos, así como una fianza por 250 mil dólares.
(SEMANARIO
ZETA/ ESCENARIOZ/ Inés García Ramos/ 15 de Diciembre del 2014 a las 12:00:00)
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