Brasil.-
Conducía una motocicleta, la paraba un momento y, sin quitarse el casco,
disparaba con una pistola a un peatón y acababa con su vida. Este era el
procedimiento habitual, aunque no el único, de Thiago Henrique Gomes da Rocha,
vigilante de 26 años que se encuentra preso tras haber confesado el asesinato
de 39 personas en su ciudad, Goiania, en la región central de Brasil. Fuente:
El Mundo
Según
declaraciones a los medios locales, Thiago sentía "una rabia muy
grande" proveniente del 'bullying' que sufrió durante su infancia
"por ser más callado", y de los abusos sexuales que un vecino cometió
contra él cuando tenía 11 años de edad.
Según
Eduardo Prado, el agente que está al mando de la comisaría donde Thiago
Henrique se encuentra preso provisionalmente, el presunto asesino preguntó que
si, en caso de matar a otros presos, debería responder criminalmente por ello.
Prado aseguró a los medios locales que tiene un discurso "extraño e
inconexo" y que también pidió insistentemente hilo dental. "Cuando le
preguntábamos si era para suicidarse, respondía con una risa sarcástica".
GAYS Y MENDIGOS, ENTRE LAS VÍCTIMAS
Entre los
39 asesinatos investigados, de los que se ha declarado culpable, hay una serie
más reciente de un hombre y quince mujeres, la primera de las cuales fue
ejecutada en enero de este año, asesinados desde el asiento de su motocicleta.
El resto de ejecutados serían gays y mendigos.
Pero
según la criminóloga experta en estos perfiles Ilana Casoy, Thiago podría no
ser un asesino en serie y sí un "asesino compulsivo que tiene la necesidad
de matar a cualquier persona y lo hace aleatoriamente", según aseguró al
medio local G1 de la red Globo.
El
abogado del presunto criminal, Thiago Huáscar, aseguró a la red Record, que
"es una persona con la que es difícil conversar, mira de una manera
diferente, medio ansioso, con miedo". Este lunes dejó el caso por no
ponerse de acuerdo en términos económicos con la familia del detenido.
En 2012,
Gomes da Rocha empezó a matar travestis y homosexuales en las noches de
Goiania. Llegó a diez ejecuciones en aquel año y cometió cuatro asesinatos más
al año siguiente. En 2014, se centró en asesinar hasta 23 mujeres, según sus
confesiones. La última víctima, Ana Lídia Gomes, tenía 14 años y fue disparaba
al salir de su domicilio. En su siguiente intento de asesinato, el pasado día
12, el arma falló y golpeó a su pretendida víctima antes de salir corriendo. La
identificación de la chica, así como del camarero del bar donde se encontraban,
fue fundamental para que unos días después fuera detenido.
El joven
pidió ante los medios locales "ayuda" y saber si lo que tiene es
"una enfermedad" y "si tiene cura", mientras que los
responsables de la investigación criminal aseguran que no se sorprenderían si
el número de asesinatos perpetrados fuera mucho mayor que los 39 que ha
reconocido.
(ZOCALO/
AGENCIAS/ 21/10/2014 - 08:48 AM)
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