MÉXICO, D.F. (apro).- Luego de tres días de permanecer en las instalaciones de la SEIDO, el guardaespaldas de Joaquín El Chapo Guzmán, Carlos Manuel Hoo Ramírez, El Cóndor,
fue consignado al penal federal del Altiplano, como probable
responsable de violar la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos.
Hoo
Ramírez, detenido junto con el líder del Cártel de Sinaloa durante el
operativo del pasado sábado 22 en Mazatlán, Sinaloa, fue acusado de
portar un fusil de asalto al momento en que fue capturado en la planta
baja del edificio de condominios Miramar.
El día de su arresto El Cóndor
–quien esta tarde fue puesto a disposición de un juez federal en
procesos penales federales de Toluca, Estado de México– tenía en su
poder más de 60 cartuchos útiles, un fusil y un lanzagranadas para
tratar de impedir la captura de su jefe, pero fue sometido por elementos
de la Marina.
De acuerdo con autoridades federales, Hoo Ramírez
declaró en esa ocasión haber pertenecido hasta el año 2000 al Grupo
Aeromóvil de Fuerzas Especiales (GAFE), el cuerpo de élite del Ejército.
También
dijo que además de ser escolta del narcotraficante, era su asistente
personal y tenía tres años y medio en ese cargo, luego de que se
convirtió en uno de los hombres de más confianza del primer círculo de El Chapo.
Después de admitir su cercanía con Guzmán Loera, El Cóndor
reveló que sabía de las operaciones de narcotráfico de su jefe, pero
que en los últimos años éste delegó muchas de las operaciones del
trasiego de drogas a Ismael El Mayo Zambada, su socio y compadre,
porque aquel se dedicó a coordinar el envío de células a otros países
para expandir su presencia en Europa, por ejemplo.
De igual manera, aseguró que El Mayo se
encarga directamente del trasiego de droga desde Sudamérica, por la
ruta del Pacífico, para su arribo a México, y posteriormente, a través
de sus operadores y lugartenientes, lleva las remesas Estados Unidos.
Según las mismas fuentes, Hoo Ramírez indicó que desde hace algunos meses El Chapo
sintió que se estrechaba el cerco en su contra, por lo que
paulatinamente abandonó el fuerte dispositivo de seguridad a su
alrededor y asumió un “bajo perfil”, confiado de que era suficiente
tener sólo a su gente más cercana, y que sus casas de seguridad eran
difícilmente detectables.
El detenido afirmó que fue él quien
acudió al llamado de Guzmán Loera para sacarlo de un túnel en Culiacán y
llevarlo sano y salvo a Mazatlán.
Una fuente reveló que el exmilitar habría sido reclutado por los narcotraficantes tiempo después de que El Chapo escapó del penal de Puente Grande, Jalisco, el 19 de enero de 2001.
No es la primera vez que un exmilitar es identificado en el círculo de seguridad de El Chapo.
Desde principios de los noventa, un político de Nayarit, de nombre
Julián Vanegas Guzmán, se hizo compadre del narcotraficante y le
presentó a varios miembros del Ejército adscritos a lo que hoy es la
Décimo Tercera Zona Militar.
Por su conducto, “el líder del Cártel
de Sinaloa reclutó a militares como Antonio Mendoza Cruz, detenido en
1999; Eduardo Moreno, El Teniente Hormiga; los subtenientes Jesús Castro Pantoja, El Chabelo, capturado en 2001, y Juan Mauro Palomares Melchor, El Acuario, así como un militar conocido como El Guacho.
/26 de febrero de 2014)
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