Se arrojó de seis metros de alto
MEXICALI.- Era tanto su temor
por ser detenido por la autoridad que prefirió lanzarse de una altura de
seis metros para intentar escapar, pero solo ganó una fractura en la
pierna que lo dejó inmovilizado, quedando aprehendido de manera
inmediata.
Fue alrededor de las 07:30 horas que iniciaron labores los empleados
de una llantera llamada “Rangel”, ubicada sobre la calzada Manuel Gómez
Morín y esquina con José Roa Vaca, sin imaginarse que al abrir las
puertas del negocio se toparían con un sujeto desconocido y de
apariencia “antisocial”, al interior del establecimiento.
Los trabajadores intentaron detenerlo, pero este facineroso corrió desesperadamente hacia la pared, se apoyó en algunos objetos y logró subir al techo del negocio, pero fue rodeado por los presentes quienes le cerraron cualquier posibilidad de escape.
En un acto más burdo y desesperado que valiente, el pillo llamado Fernando de 32 años de edad, tomó distancia y se arrojó al vacío de una altura estimada de seis metros, ante la mirada atónita e incrédula de los testigos que observaron accidentado vuelo del sujeto.
Pocos metros de distancia logró avanzar hasta que la gravedad le hizo justicia y terminó golpeando de fea forma en el pavimento, provocándole una fractura de fémur en la pierna izquierda, dejándolo inmovilizado.
De inmediato se solicitó el apoyo al 066 para que elementos municipales y socorristas de la Cruz Roja se abocaran al sitio, arribando a los pocos minutos del incidente, confirmando las lesiones del rufian que se retorcía del dolor en el sitio.
La unidad médica lo trasladó al Hospital General donde recibiría atención especializada para la emergencia, mientras que elementos de la Policía Municipal lo custodiaron en todo momento para que en el momento que se encontrara fuera de peligro lo turnaran ante el Ministerio Público para que responda al delito de Allanamiento de Morada.
Los trabajadores intentaron detenerlo, pero este facineroso corrió desesperadamente hacia la pared, se apoyó en algunos objetos y logró subir al techo del negocio, pero fue rodeado por los presentes quienes le cerraron cualquier posibilidad de escape.
En un acto más burdo y desesperado que valiente, el pillo llamado Fernando de 32 años de edad, tomó distancia y se arrojó al vacío de una altura estimada de seis metros, ante la mirada atónita e incrédula de los testigos que observaron accidentado vuelo del sujeto.
Pocos metros de distancia logró avanzar hasta que la gravedad le hizo justicia y terminó golpeando de fea forma en el pavimento, provocándole una fractura de fémur en la pierna izquierda, dejándolo inmovilizado.
De inmediato se solicitó el apoyo al 066 para que elementos municipales y socorristas de la Cruz Roja se abocaran al sitio, arribando a los pocos minutos del incidente, confirmando las lesiones del rufian que se retorcía del dolor en el sitio.
La unidad médica lo trasladó al Hospital General donde recibiría atención especializada para la emergencia, mientras que elementos de la Policía Municipal lo custodiaron en todo momento para que en el momento que se encontrara fuera de peligro lo turnaran ante el Ministerio Público para que responda al delito de Allanamiento de Morada.
(EL MEXICANO / Eduardo VILLA/ 15 de Diciembre 2013)
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