martes, 3 de diciembre de 2013

PILOTO CHIHUAHUENSE MURIÓ SIENDO UN HÉROE


Chihuahua.- Con gran tranquilidad y orgullo, la familia Pérez Aguilar relata las hazañas y recuerdos que tienen de Adrián, joven de 26 años que pereciera en un accidente aéreo en Xalapa, Veracruz. Al momento de visitar el sitio donde se estrelló, se dieron cuenta de que lo hizo para salvar vidas. Fuente: El Diario de Chihuahua

Ya una vez el joven había sido homenajeado en los medios de comunicación por haber salvado de la muerte a cuatro empresarios chihuahuenses que eran sus pasajeros al momento de realizar un aterrizaje forzoso en un fraccionamiento en construcción en Monclova, Coahuila.

El año pasado se habló de la hazaña del capitán piloto aviador Adrián Pérez Aguilar, en ese entonces de 24 años de edad, quien logró los titulares de los periódicos al salvar su vida y la de sus pasajeros luego de fallas en el motor de su aeronave y confusión en la comunicación con la torre de control.

De nueva cuenta, el nombre de Adrián Pérez Aguilar se observó en los periódicos el 19 de noviembre pasado, pues falleció al estrellarse la avioneta que piloteaba en la sierra de Veracruz.

Ayer, su familia decidió realizar un homenaje al joven Adrián, pues tras visitar el lugar del accidente, se dieron cuenta de que de nueva cuenta él había actuado como todo un héroe, sacrificando su vida para salvar la de otros.

Sus familiares se reunieron para recordar a Adrián y como de un chico rebelde, logró encaminarse por un buen camino, en el cual hoy lo recuerdan como un héroe.

Cuentan que su tía Claudia fue al lugar donde cayó la avioneta de Adrián en Xalapa, Veracruz, y si bien aún se realizaban los peritajes del accidente, las autoridades los dejaron pasar, pues llevaban a un sacerdote que celebraría el homenaje.

Al estar ahí, los lugareños se acercaron y al ver que eran familiares del piloto, procedieron a mostrar su respeto ante quien piloteaba el avión, pues, dicen, actuó de forma heroica para salvar la vida de varios residentes y de un pequeño niño.

Atentamente, su tía Claudia escuchó el relato de las personas, quienes recuerdan ver volar muy bajo la avioneta dirigiéndose a un pequeño claro donde había decenas de personas reunidas en una festividad que se celebraba en ese lugar.

Los lugareños, pensando que la aeronave pasaba para saludarlos, la vieron dar vuelta para elevarse de nuevo con dirección a la carretera que está a un costado del cerro donde quedó estrellada la avioneta.

La sorpresa de los lugareños vino momentos después al escuchar el estruendo que causó el choque y de inmediato fueron a donde quedaban los restos incendiados de la avioneta que tripulaba Adrián.

Ahí encontraron el accidente y a un pequeño niño que montaba su bicicleta; la sorpresa fue que el niño estaba en el camino al momento en que Adrián aterrizaba la nave en el pavimento y para evitar impactarlo, viró para esquivarlo, haciendo que una de las alas se estrellara con el cerro, jalando toda la avioneta hacia la montaña.

Fue entonces que los lugareños se dieron cuenta de que inicialmente, la aeronave no pasó bajo para saludar, sino que el piloto buscaba aterrizar en el claro donde se encontraba la festividad, pero al ver a las personas decidió encaminarse a la carretera que está en el cerro, para luego dar fin a su vuelo.

Con este relato volvió su tía de Xalapa, Veracruz, dando con ello una enorme tranquilidad y orgullo a su familia, que lo recordará como un héroe, ya que siempre antepuso la vida de los demás a la suya.

Sus padres, hermanos, primos, abuela, tíos y primos se sienten tranquilos ante su muerte, pues saben que está en un mejor lugar y expresan que han recibido incontables mensajes de aliento del mismo Adrián, en sueños, manifestaciones y otro tipo de situaciones que cada miembro de la familia ha vivido.

“Los pilotos no mueren, sólo vuelan más allá”.


(ZOCALO- Agencias -03/12/2013 - 04:00 AM)

No hay comentarios:

Publicar un comentario