Ciudad de México.- Datos oficiales de las islas Feroe que es
un archipiélago compuesto por 18 islas, a medio camino entre Islandia y
Noruega, declaran una captura de unos mil delfines, una cifra como
ellos dicen “sostenible”, mientras que las estimaciones no oficiales
hablan de 1500-3000 calderones al año. Los calderones son un grupo de
cetáceos, delfines que tienen una gran similitud con las ballenas, son
conocidos las ballenas piloto, aunque son pertenecientes a la familia de
los Delphinidae. Fuente: yucatanall.com
Dichos especímenes cada año son degollados en masa en las costas de estas islas.
Esta práctica barbárica está justificada por los habitantes como una
tradición muy antigua que remonta a hace 1200 años y es atada a la
subsistencia: para conseguir comida (considerado un alimento esencial
por su dieta), piel para realizar cuerdas, gordo para sacar aceite como
combustible, estómagos como flotadores. Aunque en los días que corren la
utilización de esta producción no es tan viable.
Los Calderones sufren año a año un tremendo sufrimiento son agarradas
por la cola, las arrastran a la costa donde se les corta la médula que
las inmoviliza y se las deja que se desangren.
Según fuentes oficiales, sería hecho un corte neto en el cuello para
cercenar la médula espinal y las arterias por que el animal quedaría
paralítico y perdería conciencia en 5-10. Según turistas que han
participado de este espantoso espectáculo la cosa no es tan así.
Sea Shepherd Conservation Society la sociedad fundada en el 1977 por el
Capitán Paul Watson, cofundador de Greenpeace, ha denunciado desde
siempre en primer plan para tratar de parar estas atrocidades que titula
el artículo “hay algo de muy podrido en Dinamarca” de que reconducimos
algunos pasos traducidos por el inglés:
“La horrible matanza anual de millares de ballenas piloto indefensas
cada año en las islas Feroe, en lengua danesas Islas Fær Øer, es
igualmente cruel como la matanza del delfín efectuada por los japoneses
en Taiji. He visto las bahías de las islas Færøer teñido de rojo de la
sangre y he sentido los gritos de las ballenas piloto heridas
mortalmente que gritaron por su vida mientras mojaron los rostros
avinazzati de sus asesinos con su sangre caliente, riendo mientras las
violaron con sus hojas. Es un espectáculo monstruoso y es una obscenidad
abrazada completamente por el gobierno danés y de mucha gente danesa.
(…)”
Por esta horrible masacre que se da en Dinamarca, Mercedes Muntané
Montlleó invita a todo el mundo a sumarse en la firma de una petición
para que no maten más.
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