JOSÉ ALFREDO BELTRÁN
CULIACÁN.- Sinaloa está pagando caro la complicidad de la sociedad y las autoridades hacia los narcotraficantes, concluyó Mario López Valdez.
En una gira de tres comunidades enclavadas en la sierra sinaloense, el Gobernador realizó encuentros privados con víctimas de la violencia y también con personas que hablaron, a cambio de cuidar su identidad.
Fue en la comunidad El Potrero de los Fierro, en Choix, donde recientemente hubo enfrentamientos entre militares y supuestos delincuentes, que dejó 19 muertos, donde arrancó la confesión.
Desde ahí las autoridades y pobladores admitieron que en región la única alternativa es dedicarse al cultivo de enervantes, porque no hay empleos ni opciones de vida.
"¿Hay gente aquí que se dedica a sembrar, no?", preguntó a López Valdez a pobladores, que hablaron con el compromiso de no revelar nombres ni rostros.
"La mayoría de la gente", admitió uno de ellos.
Antes en Surutato, Badiraguato, donde se estima se han refugiado 350 personas que han huido de la sierra de Sinaloa municipio, el Mandatario visitó a familias en sus casas.
En algunos puntos los encuentros fueron "en corto" y en otros se aceptó la presencia de medios, garantizando proteger la identidad.
Personas narraron la brutalidad con la que los grupos armados hostigan a la población, queman viviendas y obligan a los que se quedan, a servirles.
Una de las mujeres rompió en llanto, al compartir su testimonio.
"Antes los veíamos pasar (a los criminales), no creíamos que nos fuera a pasar, y lamentablemente nos sucedió. No nos queda nada, dejas todo de repente, y nada más queda el recuerdo y la esperanza de que algún días vas a volver".
Por la mañana López visitó la sindicatura La Noria, en Mazatlán, donde arrancó testimonios a desplazados de comunidades de Concordia.
Fue en Surutato donde el mandatario estatal lamentó la omisión oficial, que dejó crecer el problema del narcotráfico en la sierra, que hoy se ha traducido en "ríos de sangre" por la disputa de grupos sobre el control de terrenos para cultivo.
Y ahí señaló que la complicidad hacia los narcotraficantes provino lo mismo de autoridades que de personas que se pusieron del lado de éstos.
"Antes los veíamos pasar (a los criminales), no creíamos que nos fuera a pasar, y lamentablemente nos sucedió.
No nos queda nada, dejas todo de repente, y nada más queda el recuerdo y la esperanza de que algún días vas a volver".
Afectada por la violencia en la sierra
"¿Hay gente aquí que se dedica a sembrar, no?".
Cuestionó el Gobernador en El Potrero de los Fierro, Choix.
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